Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

miércoles, 30 de diciembre de 2015

SORPRESA EN EL RIBAZO ... UN BÚHO CAMPESTRE EN BAÑÓN

Casi siempre que uno sale al monte, al campo, encuentra una sorpresa, regresa con algo nuevo, observado, aprendido,… vivido. A veces incluso uno no se da cuenta de ello, o no es consciente.

Hay muchas maneras de salir al campo, a caminar, para hacer trekking/montaña, con la bicicleta, a ver pájaros, a buscar plantas, insectos,…rastros de fauna,… también a trabajar, a cultivar la tierra. Eso también es salir al campo. Que se lo digan si no a un pastor o a un agricultor.

En estas fechas el campo, las labores agrícolas, están más paradas, tras la siembra del otoño llegan tiempos de reposo para los agricultores. Este año las capitanas, los yerbatos en Bañón, están dando mucha guerra. Su nombre científico es Salsola kali, es una planta de origen euroasiático pero distribuida por todo el mundo (…icono del oeste americano con los yerbatos arrastrados por el viento en los escenarios de múltiples películas). El verano algo húmedo ha propiciado que estas hierbas proliferen por doquier en los campos de labor… toda una pesadilla para el que hace del campo su forma de vida. Entiendo que este año los permisos de quema (que deben solicitarse a los APN´s de zona) han debido de ser bien abundantes. La autorización permite quemar las capitanas en los montones que, previamente, se deben hacer dentro de las parcelas (no está permitido quemar el rastrojo entero).

Capitanas en los rastrojos. Foto: Chabier de Jaime
Precisamente, el pasado 17 de diciembre me encontraba realizando esta labor en la partida de El Balsete/Hoya de los Regaos, en Bañón, cuando llegó la sorpresa del día… y vaya sorpresa!! Nada menos que un búho campestre.

Búho campestre (Asio flammeus). Monreal del Campo. Foto: Uge Fuertes
Asio flammeus es una rapaz nocturna de la familia Strigidae, conocido como búho campestre, lechuza campestre, lechuzón de Pajonal o tuco. Es una de las rapaces nocturnas con mayor actividad diurna. Habita en áreas abiertas, zonas herbáceas sin trabajar, marismas, cultivos, brezales y, sobre todo, en marjales costeros. 
Fuente: brookei.es
Su población en una zona en concreto depende sobre todo de la disponibilidad de presas. Se alimenta sobre todo de topillos, esos pequeños roedores tan perjudiciales para los cultivos, a los que busca entre las altas hierbas (en nuestro caso, de los ribazos y campos de cultivo). Depende de tal manera de estos mamíferos para su alimentación que su abundancia refleja las variaciones de estos últimos: en el caso de que los topillos sean muy abundantes, el búho campestre pone más huevos y lleva a cabo dos crías.
 
Lugares de cría del búho campestres. Atlas de aves reproductoras de España. Onrrubia et alii



Búho campestre en España. Fuente: quedadanatural.net


Esta especie singular presenta el aspecto de una gruesa lechuza, con su redonda cabeza en la que apenas se distinguen las ”orejas” y, al contrario que su pariente, el búho chico, vive en terrenos despejados.



Eran las tres y media de la tarde de ese 17 de diciembre cuando, en un ribazo bastante alto y amplio poblado de herbáceas, con alguna aliaga y alguna zarza, pude verle. Bueno, más bien me vio primero él a mí…. La cosa es que cuando nuestras miradas se cruzaron, antes de que me diera tiempo a sorprenderme… el bicho voló (suele pasar). Él estaba tan camuflado que pareció como si del herbazal salieran unos ojos con alas… con todo pude verle su característica “cara de lechuza”, sus colores claros por debajo,… y enseguida me vino a la cabeza la imagen del búho campestre… no podía ser!!... pero mientras volaba le seguí con la vista, hasta que, pasando delante del tractor, se posó en el rastrojo de enfrente. Eché mano de los prismáticos rápidamente (una estupenda herramienta para llevar en el tractor…) y ahí estaba, vaya vuelco que me dio el corazón!... efectivamente … una campestre!! (siempre pienso en femenino este pájaro… porque la aprendí en su día como lechuza campestre…y ahí se quedó). 

Paraje de El Balsete, lugar del avistamiento. Foto: Pilar Edo
Volvió a volar y se tiró a un ribazo, no muy lejano, dejándome con una sonrisa congelada y una emoción que creo que incluso me hizo temblar el pulso… nunca había visto este bicho en Bañón… de hecho la he visto antes en Caminreal y en Gallocanta, asociada a zonas de prados y herbazales de carácter más húmedo. Por eso, una pequeña duda me invadió y no pude por menos que comentárselo a Antonio y Sabi (compañeros de fatigas y, sin duda, mejores pajareros que yo). Antonio me decía que porqué dudaba… que cual creía que podía ser la especie con la que lo confundía… la verdad es que me había parecido, desde el principio, una campestre, pero cuando no controlas, siempre hay dudas. 

Entre los herbazales... camuflada... Foto: Uge Fuertes
Búho campestre. Monreal del Campo. Foto: Uge Fuertes
 La observación había sido sorprendente (o a mi me lo parecía)… y creo que una buena observación (había buena luz, no estaba excesivamente lejos… la pude ver por segunda vez con prismático, posada, en vuelo,…), “… quizá un búho chico”, le dije. “Bueno…”, como suele decir él. Le pregunté si no era más propia de sitios húmedos, me dijo que no tiene porqué, que necesita un territorio de campeo con abundante comida (y de eso en El Balsete había bastante, sólo hacía falta ver cómo salían los topillos al paso del cultivador).  Y ahí se quedó la cosa. Yo “henchida” con mi campestre en Bañón…. 

Atardecer en Gallocanta. Foto: Uge Fuertes
Y ahí sigo, cargada de emoción… más cuando, el pasado día 27, regresé a la misma zona y allí estaba de nuevo, saliendo del ribazo y sobrevolando rasa… cerca de mi… para posarse en otro ribazo donde, a pesar del prismático, no pude localizarla. Tan bien se camuflan… pero sé que está ahí, y que me ha hecho vivir uno de esos momentos en el campo que una no olvida.  

... Por la sorpresa, y por lo “privilegiada” que una se siente de poder disfrutar de estos momentos, breves e intensos, que te proporciona la observación de la fauna silvestre en su entorno natural. Una fauna silvestre que, una vez más, se muestra como una firme aliada del ser humano, de su actividad agraria, y por supuesto, del equilibrio de ese medio natural que nos rodea y acoge.


Pilar Edo
(Gracias a Uge por sus impresionantes fotos)

martes, 29 de diciembre de 2015

SUMAVA: LA SELVA DE BOHEMIA

El Danubio y el Elba son dos de los ríos más importantes en Europa.


El primero, que nace a 1.078 m de altitud la Selva Negra de Alemania, drena tierras de dieciséis países del centro y sur del continente en su largo recorrido noroeste-sureste (2.880 km) desembocando en el mar Negro. El segundo, nace en las Montañas de los Gigantes, entre la República Checa y Polonia, a 1.387 m. de altitud, y se encamina hacia el mar del Norte en un recorrido sureste-noreste de 1.165 km.

Ambas cuencas hidrográficas quedan separadas por una cordillera de 120 km de longitud y con montañas de una modesta altitud (la cima es el monte Großer Arber , 1.456 m ) que son conocidas como los montes Sumava (la Selva de Bohemia) o Bayerischer Wald (la Selva de Baviera) y que hace de frontera entre Chequia, Alemania y Austria.


La República Checa comprende tres regiones. Bohemia, la más extensa, hacia el oeste. Moravia, algo menor en superficie se encuentra en el este. Y la Silesia checa, la más pequeña, hacia el nordeste.

Los Países Checos se encuentran en un altiplano surcado de suaves lomas comprendido entre las cordilleras del norte (Sudetes, Montañas de los Gigantes y Montes Metálicos) y las del sur (Montes del Alto Palatinado y el Sumava).

Fotografía de  Chequia tomada desde un satélite. Foto: Wikipedia
En la Selva de Bohemia nace el río Moldava que tiene un recorrido sur-norte. Desemboca en el Elba poco después de pasar por Praga, donde se hace muy famoso, siendo su afluente principal y aportándole más caudal que el que lleva el río principal.


En julio estuvimos visitando la Selva de Bohemia. La mayor parte de estas montañas fueron declaradas parque nacional en 1991 por el gobierno checo (teniendo continuidad en Baviera) por ser la región más boscosa de Europa central (el "corazón verde" de Europa) pero, así mismo, por las praderías de alta montaña que aparecen a partir de los 1.200 m de altitud, las turberas y ciénagas, los páramos, los arroyos y los ibones. La cumbre de Sumava es el monte Plechý (1.378 m).


En estos ecosistemas montanos predominan las especies propias del ámbito centroeuropeo, aunque también están presentes otras de regiones montañosas próximas, como los Alpes, los Cárpatos e incluso las propias de Escandinavia. En lo relativo a la gran fauna, el bisonte y el alce desaparecieron en la Edad Media mientras que el lobo y el oso lo fueron en el siglo XIX. Recientemente han sido reintroducidos con éxito el lince boreal y el alce, siendo las dos especies más emblemáticas. Pero no llegaron a hacerlo diversos gallos de monte (urogallo, gallo lira, grévol), pájaros carpinteros (pico tridáctilo, pito negro), búhos (cárabo uralense, mochuelo boreal, mochuelo chico ..) y otras especies como águila pomerana, guión de codornices, cigüeña negra, cascanueces, pinzón real, mirlo capiblanco, pechiazul ...

Cuando el Gobierno de la antigua Checoeslovaquia, en pleno régimen comunista, diseñó la red de espacios naturales en la década de 1960 tuvo en cuenta criterios científicos. Como la mayoría de los lugares mejor conservados se encontraban en las zonas montañosas fue allí donde se crearon las primeras zonas protegidas, dedicando las zonas más bajas al desarrollo industrial y agrícola. Las zonas montañosas se encuentran, al menos en la actual República Checa, en las fronteras con Polonia, Austria y Alemania, estos últimos confrontados políticamente durante los años del Telón de Acero. El gobierno de Checoeslovaquia protegió regiones montañosas fronterizas donde el control militar fue muy intenso. Es el caso de Sumava.

Remolque del ejército antiguo checoeslovaco reutilizado como refugio en un merendero de Sumava.   
En estas montañas lindantes con Baviera, perteneciente entonces a la antigua Alemania Occidental, además se produjo una acusada despoblación en 1945 con la expulsión de la población de origen alemán. Vamos, un caso más de limpieza tan al uso en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial a lo largo de Europa.

Es decir, un territorio con importantes valores naturales, de fuerte control militar, escaso desarrollo económico y una baja demografía. Socioeconomía planificada en estado puro.


Accedimos desde el norte e hicimos un recorrido en coche sin llegar a los sectores más elevados. Vamos, realmente fue solo una aproximación

La visita al pueblo de Hartmanice nos introdujo en la presencia histórica (y actual) de una activa comunidad judía que ha vivido en esta región europea. La sinagoga, cuidadosamente restaurada, era el monumento más emblemático de la localidad. Solo la pudimos ver por fuera.


Territorios con una larga historia de convivencia (no exenta de tensiones) entre diferentes pueblos. Uno de los rasgos de buena parte de Europa.

El Parque nacional de Sumava está incluido en la Red Natura 2000, tanto por incluir espacios que pertenecen a la Directiva de Aves como a la Directiva de Hábitats. Es, además, una Reserva de la Biosfera desde 1991.

Estas montañas tienen su origen en la orogenia Hercínica formándose por el choque de las grandes masas continentales de Gondwana y Laurussia con otras menores. Predominan las rocas metamórficas y las magmáticas de origen volcánico que afloran en las zonas altas tras la intensa erosión realizada por los glaciares durante el Cuaternario. Este modelado es el responsable de las formas de erosión (valles y lagos glaciares) y de sedimentación (morrenas y valles fluvioglaciares). En la actualidad la escasa altitud no permite la existencia de masas permanentes de nieve.

Entre los cantos acumulados en los lechos de los arroyos se descubrían estos materiales metamórficos, como estos fragmentos de gneis.


El clima es de tipo continental. La media térmica anual es de unos 7,5 ºC. Los inviernos pueden llegar a ser muy rigurosos, como ocurrió en 1987 cuando se alcanzaron -41,6ºC. Las precipitaciones medias son de unos 660 mm. Para tratarse de una zona de montaña, estas no son muy elevadas por la distancia a las masas oceánicas. Sin embargo, la importancia de las nevadas y las bajas temperaturas favorecen la presencia de agua en el subsuelo y la alimentación de la red fluvial, y más si se considera el carácter impermeable de las rocas cristalinas que conforman los montes Sumava.

Los bosques caducifolios se extienden en la zona de menor altitud de esta cordillera. Bueno ... deberían extenderse pues en su mayor parte han desaparecido históricamente en beneficio de los cultivos y las praderas.

Así, conforme ascendíamos encontramos campos de cereal (trigo, avena, cebada ...) todavía sin cosechar pese a ir julio ya entrado...


 ... salpicados de prados de siega 


La imagen anterior, con linderos arbolados entre los campos o los prados, no era representativa del paisaje agrario. Lo habitual era encontrar parcelas cultivadas de notable extensión y bosquetes intercalados, tanto de coníferas (píceas cultivadas) como de frondosas caducifolias. La transformación de la agricultura tradicional, durante el periodo del socialismo real, fue barrida sobre 1950 en beneficio de una mayor productividad mediante su intensificación.

Esta imagen es más representativa ...


Sin embargo, en estas montañas fue donde más presencia de ganadería extensiva encontramos durante nuestro (corto) periplo por Chequia. Fundamentalmente de ovino ...


 y de vacuno ...


Pero, la mayor parte del territorio correspondía a los bosques, especialmente de coníferas como el pino royo (o albar) y la pícea europea.


Aunque existen reservas en Sumava con bosques maduros, como la de Boubín, la mayor parte de la superficie forestal ha seguido durante muchas décadas, tal vez más de un siglo, un sistema de gestión forestal intensiva. No debe olvidarse la enorme influencia de la escuela forestal alemana que desde el siglo XIX fomentó el manejo de los bosques con criterios basados en optimizar la producción maderera (cortas a matarrasa, homogeneidad de masas, eliminación de árboles viejos ...) en detrimento de otros aprovechamientos (ganadero, biodiversidad ...). Modelo que, como bien conocemos en España, se extendió entre las escuela de ingenieros de montes hasta territorios con características ecológicas muy diferentes a las centroeuropeas, como las montañas mediterráneas.


Así, los bosques tenían ejemplares de similares edades y dimensiones, masas monoespecíficas densas y homogéneas, con límites bien marcados con territorios destinados a otros usos, con una densa red de viales dedicados a la extracción de madera ...

Predominaba los bosques de pícea (falso abeto) ...


... especie forestal autóctona pero muy favorecida en forma de cultivos extendiéndose en el dominio del bosque caducifolio del piso inferior ...

 

... y en el suyo propio, compartido con el pino royo.

La madera de pícea tiene una gran calidad y ha tenido múltiples aprovechamientos. Algunos de ellos singulares, como la confección de instrumentos, como los pianos o los famosos violines Stradivarius.


La gestión del bosque forma parte de la cultura y de la historia de estas montañas. Un proyecto interfronterizo desarrollado por las regiones vecinas bávara y bohemia profundizaba en los rasgos comunes entre ambas comunidades humanas en la historia contemporánea.


Pero la gestión forestal favorecedora de la citada conífera no se detuvo en su expansión territorial en detrimento de otras especies, sino que además en las últimas décadas se han realizado plantaciones de píceas exóticas. No sin generar un importante debate social. Estas últimas, peor adaptadas al ambiente de la Selva de Bohemia, tienen una menor resistencia ante los vientos intensos del norte y son más vulnerables a la presión coleópteros xilófagos escolítinos, como Ips typographus. La tala de los últimos bosques maduros, el modelo de gestión forestal y la contaminación por lluvia ácida han generado movilizaciones populares que proponen otro modelo de aprovechamiento.


Esta incursión en las montañas de Sumava nos dio una medida de las altura, del relieve y del paisaje de unas cordilleras centroeuropeas en donde pueblos para nosotros desconocidos (bohemios, eslovacos, moravos, austriacos, etc.) han forjado su cultura y su historia.

sábado, 26 de diciembre de 2015

COMADREJAS EN LA LAGUNA

Ver tres comadrejas en cosa de un mes es una cantidad similar a la que he visto en toda mi vida. Esto me lleva a la curiosidad de hacerme una pregunta. ¿Hay muchas comadrejas este año o ha sido una casualidad?

A mediados de octubre saliendo del coche en la Laguna de Gallocanta veo un bichillo correr. No me da tiempo a identificarlo, ha sido demasiado rápido, por el tamaño y color podría ser una comadreja.

A penas una semana más tarde, esta vez con más suerte, comiendo al aire libre veo cruzar por el campo una comadreja que pronto se refugia en el rastrojo.

Entrados en el mes de noviembre, vuelvo a ver otra comadreja, la persigo con la mirada y me da tiempo a ver donde se esconde, me acerco al lugar… ¡es increíble lo pequeño que es el agujero¡, me paro a pensar ¿cómo narices se ha metido por ahí? calculo que el túnel apenas tendrá entre 3 o 4 centímetros de diámetro y si no lo hubiese visto diría que es de ratón.

Paniquesa. Foto: R. Pérez

El minúsculo agujero por el que se mete el bichillo me hace dudar que sea una comadreja ¿pero qué podría ser sino?. Llego a casa, busco un poco y “vualá”. Sí, es una comadreja y cada línea que leo sobre ellas me parece más interesante.

¡QUÉ CURIOSO¡

Resulta que las comadrejas se pueden catalogar como una de las especies más eficaces en frenar las plagas de roedores, tan temidas por los agricultores. La comadreja junto con la víbora es la única que puede introducirse sin dificultad en el interior de las galerías de ratones y topillos. Es en este laberinto subterráneo donde la comadreja pasa la mayor parte del tiempo, al abrigo del frío y la intemperie.
Se alimenta de pequeños roedores. Es curioso y lógico a la vez, pero la comadreja ataca principalmente a las hembras gestantes, ya que son mucho más lentas y, por tanto mucho más fáciles de capturar. Además elimina cantidad de crías de las que están en el nido.

Cuando hay abundancia de alimento, las comadrejas pueden aumentar el número de crías de 3 o 4 que es lo habitual hasta 8, 9 o 10, incluso 12. Además en años de mucho alimento disponible puede sacar adelante dos camadas en lugar de una.

EN SU CONTRA:

Las comadrejas son tan esquivas y difíciles de ver que, en general, no sabemos mucho de ellas. O al menos este es mi caso. Estos pequeños carnívoros junto a la garduña, la marta, el turón, el tejón y el zorro han sido castigados durante años por la sociedad con la cruel reputación de ser alimañas y dañinos. Hasta los años setenta se usaron todo tipo de inventos para su exterminio: trampeos, cebos envenenados, batidas, gases en las madrigueras…, En la actualidad todavía se pagan las consecuencias en las poblaciones de algunas de estas especies.

Su agilidad para colarse en palomares y gallineros y la leyenda de que las comadrejas saltaban al cuello de las liebres para obtener su ración de sangre caliente también jugó en su contra para su exterminio.

Hasta mediados de los ochenta las comadrejas no fueron incluidas en el anexo III del Convenio Berna de especies protegidas, hasta entonces fueron maltratadas y eliminadas por allí por donde se les viese.

Una vez más la naturaleza nos da la lección de que todos los seres vivos son importantes en el ecosistema. Las comadrejas desempeñan una función crucial en el control de roedores y junto a lechuzas, cernícalos, aguiluchos, búhos chicos y un sin fin de rapaces son los aliados perfectos para los agricultores.

En los últimos años en la laguna de Gallocanta ha habido una plaga de topillos. La propia autorregulación del ecosistema, ha hecho que las poblaciones de rapaces crezcan por la abundancia de alimento. Cuando hay mucho ratón o topillo las rapaces tienen más alimento y es fácil que saquen más polluelos adelante. ¿Es posible que haya ocurrido lo mismo con las comadrejas? o ¿es una casualidad? Independientemente de la respuesta nos ha servido para conocer más sobre estos pequeños mustélidos.

Carmen Alijarde

miércoles, 23 de diciembre de 2015

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Con una imagen invernal de la ribera del Guadalope a su paso por Aliaga, que a muchos nos trae muy buenos recuerdos, os queremos desear una feliz Navidad y un próspero año 2016.


....y que vengan pronto las nieves!!!!

sábado, 19 de diciembre de 2015

197, 198, 199 ... Y ¡¡¡SILBÓN!!!

Aún faltan dos semanas para acabar la segunda temporada del Big Year Teruel, el concurso que consiste en ver el mayor número de especies de aves posible durante un año entero, y no es tiempo de reflexiones profundas, pero la casualidad obliga a un breve y singular comentario.


El año pasado nuestro equipo, formado por Carlos y Rodrigo (padre e hijo o hijo y padre, tanto monta, monta tanto), se quedó lejos de las 200 especies, 181, así que en el 2015 nos propusimos como reto el llegar a esta redonda cifra. Como en 2014, las especies van sumándose rápida y cómodamente durante los primeros meses del año: primero las residentes e invernantes más comunes, aquellas ligadas a los medios urbanos: herrerillos, carboneros, gorriones, estorninos, lavanderas…. 

Con las primeras salidas al campo la lista rápidamente crece con las rapaces más rurales: esmerejones, gavilanes, ratoneros…Las sonoras grullas tampoco tardan en caer.


Pasan los meses y llegan los primeros estivales o especies de paso en nuestra provincia, a veces con algunas sorpresas mayúsculas, como el papamoscas collarino visto el 17 de Abril en el parque municipal de Calamocha. La lista pasa sin dificultades de las 100 especies y, ya para el final de la primavera, alcanza la prometedora cifra de 181. Pero llega el verano, y como muchas de nuestras queridas y buscadas aves, migramos a otros territorios, así que mi gozo en un pozo y ahí que nos estancamos.


Con la vuelta a clase y a la normalidad se reavivan las ganas de alcanzar las 200, pero las cosas ya no son tan fáciles. Cuesta mucho añadir especies nuevas a la lista.


Algún invernante que se escapó al comienzo del año, como el reyezuelo sencillo; alguna especie más localizada, como el mirlo acuático de Albarracín o el verderón serrano en Rubielos de la Cérida, pero poco más. 


Algunos amigos nos comentan la observación de un pigargo en Monreal, pero se nos escapa. Así que la lista avanza lentamente. Con el cárabo oído en Moscardón (que con solo oír la especie vale, para los no entendidos en el asunto) llegamos a las 198 allá para el 14 de Noviembre, pero las tres especies que faltan parecen imposibles de alcanzar. Nos acordamos entonces aún más del triste presente de la laguna del Cañizar. ¡Cómo se echa de menos una zona húmeda potente en la provincia!. Sí, está Gallocanta, pero muchas especies no cruzan la frontera de Zaragoza y eso no vale para lo que nos tenemos entre manos. A veces dan ganas de empujarlas un poquito, como el alcaudón real de Berrueco, pero dejemos la fiesta en paz. 

Y en estas que hablando con Antonio Torrijo, también participante en el Big Year 2015 y el campeón del 2014 nada más y nada menos, llegamos a la conclusión de que estamos en las mismas, con la ilusión de llegar a las 200. Él también tiene la cifra a tiro, pero se le resiste. Le comentamos nuestras intenciones de acercarnos un fin de semana a La Estanca de Alcañiz en busca de algunas anátidas y nos comenta que a él le falta el ánade silbón y debería ser “presa” fácil allí. Así lo dejamos. 

Hasta el fin de semana pasado. Después de un intenso partido de futbito en al pabellón de Utrillas, nos vamos con gran ilusión hacia las saladas y Estanca. Muchas especies en el punto de mira: gangas, algún posible limícola, el ansiado ánade silbón y hasta una avefría sociable que se ha dejado ver estos días atrás entremezclada con avefrías comunes. Pero llegamos y … ¡niebla!, ¡un montón de niebla!. Así que mala pinta saca la cosa. En las saladas nada de nada y en la Estanca otra sorpresa: la están vaciando y los patos quedan muy lejos, apenas visibles entre la niebla. 


Con una visibilidad tan baja cambiamos el catalejo por las botas y recorremos la orilla de la laguna. Para nuestra sorpresa ¡cae la especie 199!, un grupo numeroso y confiado de pájaros moscones. 


El domingo, cuando las esperanzas iban desvaneciéndose, se disipa algo la niebla y vemos cinco ánades sillones, nuestra ansiada especie 200. 


Una ilusión cumplida. Carlos rápidamente le manda un whatsapp a Antonio para decírselo y cuál es nuestra sorpresa cuando días después al vernos en Calamocha nos cuenta que él ya tenía también 200, que llegó la semana pasada … ¡con el ánade silbón en la Estanca de Alcañiz!. Casualidades de la vida. Toda una alegría, más aún por ser compartirda. Pocas especies sumaremos a nuestra lista, si alguna, ya que llegan la vacaciones de Navidad y volaremos en otro de nuestros viajes en busca de aves de otros lugares. Para el año que viene quedarán especies que se nos resisten, como el ánsar común, la chocha perdiz o el águila perdicera. 

Y ya sabéis, si aún no participáis en tan divertida competición, donde lo de menos es ganar, sino pasarlo bien y disfrutar de la Naturaleza, ¡animaos!.

Rodrigo Pérez Grijalvo (texto) y Carlos Pérez Naval (fotos).

miércoles, 16 de diciembre de 2015

OBSERVACIÓN DE INVERTEBRADOS EN EL MURO DE LA BIBLIOTECA DE CALAMOCHA

La observación de la biodiversidad invertebrada reserva muchas sorpresas y se pueden hacer observaciones de interés en los lugares más insospechados. Aquí va un ejemplo.
Las superficies lisas tales como muros son lugares idóneos para observar y fotografiar invertebrados en los que no se pueden mimetizar fácilmente y que proporcionan una superficie homogénea y un fondo plano contrastado para la fotografía. El muro exterior de la Biblioteca de Calamocha se ha revelado muy prolijo los días 19, 22 y 23 de octubre en los que me encontré en Calamocha en la biblioteca, acompañando la exposición itinerante “Vidrio es y vidrio será”. Con la cámara siempre dispuesta, aprovecho cualquier rato para otear y curiosear.
Los tres días han dado resultados similares. El número de individuos nunca alto, pero es la diversidad lo que ha sido sorprendente e inhabitual, hasta dónde me llega la experiencia. En los inicios del frío, el calor del muro es lo que debía atraer a los “bichos”.
Han aparecido algunos crustáceos terrestres, de tipo “cochinillas de la humedad”, que son quilópodos de la familia Porcellionidae
Porcellionidae
Mollusca, los caracoles terrestres (gasterópodos) …
Oxychilus draparnaudi  Candidula camporroblensis
Oxychilus draparnaudi (izquierda) y Candidula camporroblensis (derecha)
como Oxychilus draparnaudi, Candidula camporroblensis, Otala punctata y Truncatellina sp.
Los opiliones Phalangium opilio y Odiellus troguloides.
Las arañas Heliophanus cupreus, Filistata insidiatrix, Holocnemus sp., Oxyopes sp. y representantes de la familia Lycosidae (Pardosa sp.).
Filistata insidiatrix DSC_0002 Holocnemus sp
Filistata insidiatrix (izquierda) y Holocnemus sp. (derecha)
El grupo más numeroso, como es lógico, ha sido el de los insectos.
En el orden Coleoptera, representantes de diversas familias:
Staphyllinidae, probablemente, Stenus sp.,
Curculionidae, hasta cuatro especies diferentes, entre otros, Otiorhynchus sp. y Sitona sp.,
Othiorhynchus sp  Sitona sp
Otiorhynchus sp. (izquierda) y Sitona sp. (derecha)
Malachiidae, probablemente, Anthonomus rufus …
Anthonomus rufus
Alticinae, Anthicidae o Coccinellidae como Myrrha octodecimguttata …
Myrrha octodecimguttata
… Carabidae y Elateridae.
Orden Hemiptera
Cicadellidae Goniathus sp. y Hardya tenuis
Lygaeidae, Geocoris megacephalus, Geocoris lineola, Rhyparochromus sp. y Nysius sp.
Miridae Stenodema sp.
Goniathus sp  Hardya tenuis
Goniathus sp. (izquierda) y Hardya tenuis (derecha)
Lygaeidae como Geocoris megacephalus, Geocoris lineola, Rhyparochromus sp. y Nysius sp.
Miridae Stenodema sp.
Geocoris lineola  Geocoris lineola
Fulgoromorpha
Pulgones Cinara sp.
Orden Trichoptera: dos especies distintas
Trichoptera
Orden Lepidoptera: dos orugas distintas
Orden Orthoptera: Acrididae Locusta migratoria y otra
Locusta migratoria  Locusta migratoria
Orden Hymenoptera
Formicidae, Formica sp. y Lasius sp.
Ichneumonoidea
Vespidae: urna de Eumenes sp.
Urna de Eumenes sp
Orden Diptera
Tephritidae: Ceratitis capitata
Ceratitis capitata Ceratitis capitata
Hybotidae: Tachydromia sp.
Psychodidae
Chironomidae
En total han sido cerca de 50 taxones diferentes, tres de los cuales he fotografiado por primera vez (Anthonomus rufus, Geocoris lineola y Myrrha octodecimguttata) lo que me ha resultado muy interesante.
El parque lineal de Calamocha, paralelo al río Jiloca en su recorrido urbano, es otro lugar muy interesante para la biodiversidad, dónde he tenido ocasión de hacer algún recorrido fotográfico.

Henri Bourrut Lacouture (Octubre de 2015)
Henri Bourrut Lacouture es un naturalista aragonés que desde el año 2009 se dedica a documentar, por medio de la fotografía, a la fauna de macro invertebrados presente en nuestra Comunidad Autónoma. La identificación de las especies, hasta dónde lo permite la fotografía, la realizan los especialistas de la plataforma ciudadana “Biodiversidad virtual”. A fecha de 19 de noviembre de 2015 tiene fotografiadas e identificadas un total de 1352 especies, algunas retratadas en Calamocha (Teruel).