Terminó enero y lo hizo entre nubes y temperaturas suaves para lo que nos tiene acostumbrados esta época del año (hasta 2ºC por encima de la media según los datos de La Garita del Jiloca), con precipitación también por encima de la media (puedes consultar los datos aquí).
El flujo de vientos del oeste y noroeste resultado de los continuos frentes que nos han cruzado asociados a borrascas atlánticas ha mantenido lejos las típicas heladas y el tiempo estable y anticiclónico tan propio de este tiempo en buena parte de la Península Ibérica. No es casualidad. Esto forma parte de un patrón general atmosférico que ya vimos en otoño, si recordamos la primera helada se produjo, según los datos de la Garita del Jiloca, nada menos que el 31 de octubre y las temperaturas fueron muy suaves hasta bien entrado noviembre.
Actualmente en el hemisferio norte hay dos zonas definidas que albergan temperaturas gélidas. Coinciden más o menos con zonas de altas presiones, una en Norteamérica y otra en Europa oriental y buena parte de Rusia. Es la enorme superficie interior de ambos continentes.
Estas altas presiones impiden la normal circulación del cinturón de borrascas polares y hacen que estas se descuelguen en América del Norte y vayan cruzando el océano, reforzándose y adquiriendo las características de las borrascas atlánticas, cargadas de humedad, golpeando de lleno las islas británicas y afectando a la península con sus frentes asociados. Esta circulación de oeste a este prácticamente continua se denomina en meteorología “circulación zonal”. El jet-stream o corriente en chorro circula prácticamente sin ondulaciones, en sentido longitudinal, con gran velocidad. Generalmente corresponde con la situación de borrascas potentes por el norte, y anticiclones en el sur, y el frío no baja de latitud (excepto en Norteamérica, en este caso).
Observa que estamos en una situación muy parecida al caso a:
El carrusel de borrascas atlánticas esta dejando por ejemplo récords absolutos de precipitación en Reino Unido, con enormes problemas por inundaciones en toda la fachada occidental y sur.
Todo apunta además que la cosa va para largo, al menos dos semanas más.
En Norteamérica sin embargo está siendo uno de los inviernos más fríos que se recuerdan porque allí el chorro polar si que ha oscilado bastante y las invasiones de aire frío han sido muy importantes, casi constantes desde hace varias semanas.
La impresión general es que se está almacenando mucho frío en el hemisferio norte, en latitudes muy altas, y sin duda febrero es un mes en el que podrían producirse desalojos fríos de gran entidad. Recordemos febrero de 1956, una fecha histórica para la meteorología en la Península Ibérica… y es que ya lo dice el refranero: “Febrero el corto, el peor de todos” o “Febrero el corto, con sus días veintiocho; si tuvieras más cuatro, no quedaría perro ni gato.” Atentos pues a la posibilidad de una entrada fría importante en forma de Siberiana o vaguada polar a finales de mes o comienzos del mes de marzo.
3 comentarios:
Asombroso, como santo devoto del Calendario Zaragozano, he de decir que éste para la próxima semana dice exactamente lo mismo. concluyendo su predicción con: Las temperaturas mínimas serán muy frías con heladas severas.
Que haga algo de frío que es lo que toca y listo, aunque ahora, tras cincuenta años sin tan apenas sentir el peso de la gloria, cierto desasosiego parece recorrer el alma calamochina y no dejamos de esperar por un lado batir el record, y por otro no levantarnos un dia con la noticia de que otros han lo han superado.
En fin, recuerdos, "la garita" parece que se ha caido muerta del frio que se avecina.
Recuerdos
Más noticias sobre este enero atípico. En Alaska hay anomalías de temperatura de hasta 18 ºC, con un tiempo anticiclónico que ha hecho llegar un tiempo más propio de primavera varios meses antes http://earthobservatory.nasa.gov/IOTD/view.php?id=83032 alucinante!
http://elpais.com/m/internacional/2014/02/12/actualidad/1392236885_831516.html
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