Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

domingo, 10 de noviembre de 2024

XIV FIESTA DEL CHOPO CABECERO. PANCRUDO 2024

¿Cómo se puede organizar a tanta gente sin que se note? ¿cómo distribuir el trabajo para que nadie se enfade? ¿cómo tener todo planificado y repartido en el espacio y el tiempo?

¿Cómo se puede hacer un día estupendo, para que todas y todos nos lo llevemos en la retina?

¿Cómo mandar huevos a AEMET ya que no hay Clarisas en Pancrudo?

¿Cómo se puede llamar Pancrudo teniendo dos hornos?

 ¿Cómo se puede ser río y pueblo a la vez?

¿Cómo?

¡Preguntad en Pancrudo!


La XIV Fiesta del Chopo Cabecero comenzó en la puerta del bar (¡buen inicio!) con el recibimiento de un representante del Ayuntamiento y otra de la Asociación Cultural El Calabozo. 

Chabier de Jaime (Centro de Estudios del Jiloca) destacó la alegría de hacerla en Pancrudo por la implicación de este pueblo en la conservación de los chopos cabeceros, por contar con más de ochocientos ejemplares y por haber realizado el pasado verano una semana cultural monográfica sobre estos árboles. Todas estas actuaciones han sido llevadas a cabo desde el ayuntamiento y la asociación, son apuestas ambiciosas que vienen realizándose desde hace quince años.

Árboles escamondados hace unos tres años en el Río Bajo de Pancrudo

Hacemos la excursión por el camino de las Dehesas ...

 


 ... que recorre una ladera húmeda, en la que hasta hace pocas décadas el agua de las surgencias se recogía en balsas en cada uno de los huertos. 


A lo largo de esta preciosa ruta aparecían
chopos cabeceros y sauces trasmochos muy bien conservados. Algunos eran monumentales.



En una parada, Chabier explica lo de “Un paisaje ganadero” que es el lema de la fiesta de este año, tal como consta en el cartel. Nos lleva al final de la Edad Media, cuando el territorio se especializa en criar ovejas para producir lana. La necesidad de pasto provocó que los carrascales y los rebollares que cubrían estos montes fueran desapareciendo. Para satisfacer las necesidades de madera se plantaron chopos en enclaves húmedos y con la intervención humana se hicieron cabeceros. Así se conseguían vigas para la construcción de edificios y leña para los hogares (aquí se puede tener la estufa encendida nueve meses al año) y pequeños hornos industriales y, a la par, el aprovechamiento ganadero en los mejores pastos, los más próximos a los arroyos.

Se proponía una nueva mirada para estas arboledas:

“Un dos en uno: el tronco y la cabeza muy viejos y el follaje joven y vigoroso. (uy, uy, uy…). 

Una especie de arca de Noé, con 215 especies distintas de escarabajos que viven de la madera muerta. 

Árboles que forman parte de un singular agroecosistema

Son un aprovechamiento agrosilvoganadero, una forma de optimizar los recursos endógenos en tierras altas, frías y peladas. 

Ahora ya no son rentables en términos económicos pero en la sociedad del conocimiento se descubren nuevos valores, como los culturales y ambientales

La sabiduría popular tiene relevo y nuestros viejos árboles permiten tener un futuro un poco menos incierto, que nos permite disfrutarlos”.

Volvemos hacia el pueblo ....


... y nos acercamos en la ermita de La Palma, restaurada hace unos años. 

Nos sorprendemos del acierto de la intervención y nos felicitamos con su nuevo uso cultural.


En su interior se presentan para la ocasión varias exposiciones. 

Una de herramientas y útiles antiguos empleados para la escamonda y para trabajar la madera (de carpinteros del pueblo). 

En paralelo se proyecta un audiovisual con iniciativas de la asociación cultural relacionadas con los chopos cabeceros (plantaciones, podas ...) que han realizado en Pancrudo en años pasados (Puente Belén, Los Mases, Barranco de la Loba, el Prao, Río Bajo y Las Dehesas). 

Otras exposiciones ofrecen la colección de ejemplares de la revista Pancrudo, que ya va por los 26 números ....


... y los carteles de las jornadas culturales celebrados por esta asociación. 

Otra exposición mostraba fotografías antiguas locales, algunas de carácter etnológico y otras sobre la Guerra Civil. 


Se completa con una exposición monográfica de paneles sobre los chopos cabeceros titulada "Un paisaje para el desarrollo rural" que presenta ADRI Jiloca-Gallocanta.

En el antiguo horno nos recibe Darío Escriche, un joven artista de Fuentes Calientes ....

... con su exposición “Raíces culturales”. 


De la cultura del trasmocheo elige el leñero ...


... y allí explica el proceso trabajado el pasado verano con los peques y los abuelos de Pancrudo, Portalrubio, Cervera del Rincón y Cuevas de Portalrubio en una actividad intergeneracional que recoge la memoria oral. 


Completa con una instalación jugando con la idea de alimentar el fuego para hacer un pueblo vivo… “si solo talamos y no escamondamos, perdemos la vida”.

Nos vamos al Río Bajo, donde Herminio Santafé, un fijo de la fiesta llegado desde Gúdar ...

escamondó un par de robustos chopos cabeceros de gruesas vigas y con el turno más que perdido ...


A puro de verlo, ya casi nos atreveríamos a subir a danzar entre maderos. 

Y para seguir con el arte, el ilustrador y artista local David Sancho ....

... realizó una intervención artística sobre un chopo cabecero muerto.


En la ermita de la Virgen del Pilar, Sofía Martínez Hurtado, la restauradora, nos explica la historia del templo, su carácter privado en origen y su fecha de construcción (1750). 

Fue rehabilitado en plena pandemia, cuando el tejado estaba ya cayéndose.   

El equipo de restauradores encontró la ermita llena de paja y leña. Las paredes estaban negras, ahumadas, ya que tanto nómadas gitanos como soldados republicanos durante la Guerra Civil, se refugiaron e hicieron hogueras en su interior. En las paredes algunos soldados dejaron numerosos dibujos e inscripciones.

El equipo restaurador ayudó a conservar estas inscripciones al ser una página de historia, “el patrimonio de las emociones” como Sofía define a la ermita y que nosotras hacemos extensivo a la fiesta. “Borraron la ermita” ya que la limpieza del humo que cubría las paredes se realizó con gomas de borrar y agua destilada. Aplicaron vinagre para limpiar la decoración en yeso y además decidieron no completar lo destruido porque "el ojo ya ve y lee de forma coherente lo que quiere mostrar la ermita".

En la visita, Pepe nos explicó cómo la línea del frente iba desde el Pirineo a Teruel. En Pancrudo se mantuvo estable durante un año y medio. El pueblo fue evacuado viviendo en él las tropas republicanas. Los soldados cosecharon los cultivos de cereal recogiendo la mies en la ermita de La Palma. Los sublevados bombardean y toman el pueblo. Setecientos muertos fue el resultado de una batalla más de una guerra sin sentido, como todas. Queda la duda de quién incendió la cosecha recogida en la ermita y provocó el hundimiento del techo.

Los juegos tradicionales y los puestos de venta de artesanos y productores de alimentos de la contornada ....


....precedieron a la comida popular que tuvo lugar en el pabellón y que reunió a 300 personas.


La sobremesa comenzó con la entrega de los premios del IX Concurso de Fotografía sobre el Chopo Cabecero y la entrega del título de Amigo del Chopo Cabecero 2024 al Colectivo Sollavientos por su labor de protección del patrimonio natural y cultural de las tierras altas de Teruel y, en particular, por su contribución a la declaración en 2018 del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. 


Reproducimos parte de la presentación:

Un colectivo que nació como agrupación espontánea, libre y desinteresada, de personas preocupadas por la protección del patrimonio natural y cultural, así como por el desarrollo racional y sostenible del “Teruel interior”. Un colectivo de debate y opinión que sigue y sigue, contra viento y marea, molinos y especuladores, mentiras y engaños, trabajando de forma colectiva, representándonos un poco a todos los que queremos este Teruel nuestro.

Decían y dicen: Nuestra inquietud por el presente de estos pueblos no nos conduce al pesimismo. Estamos convencidos de que el futuro abrirá nuevas vías de desarrollo, pero creemos que sólo resultarán realmente eficaces aquéllas que sean compatibles con el uso sostenible de los recursos y la conservación el patrimonio. El paisaje, la flora y la fauna, los conjuntos urbanos y las masías, las tradiciones… todo ello conforma un activo que no puede ser sacrificado en aras de un desarrollo incierto basado en faraónicos y agresivos proyectos industriales, mineros o turísticos. Con frecuencia, la rentabilidad económica de éstos se fundamenta en las subvenciones externas, y su rentabilidad social en términos de puestos de trabajo queda por debajo de las expectativas creadas. Debemos apostar por el futuro, y ante todo por el de la gente que vive en nuestros pueblos, pero sin renunciar a seguir siendo nosotros mismos, sin dejar que ese futuro nos devore.

Es ese desarrollo armónico y sostenible que todos y todas queremos. Los miembros de Sollavientos declaran su voluntad de trabajar para que nuestro patrimonio natural y cultural se conserve, respete, proteja, investigue y difunda a fin de que siga sustentando la identidad del territorio y de sus habitantes, y a la vez sirva como recurso para ese desarrollo. El colectivo ayuda a elaborar propuestas de futuro constructivas y realistas.

Sollavientos ha contribuido a generar este sentimiento de pertenencia y arraigo que conforma nuestra manera de ser y sentir, nuestra cultura, que hace que queramos conocer nuestros viejos árboles, montar una fiesta como ésta, estar en contra de los molinos y lo que suponen de agresión y decir, renovables sí pero no así. No queremos dependencia económica de los territorios de sacrificio a mayor gloria de los de siempre, ni un beneficio económico que no capitaliza el Estado, sino empresas privadas.

Siempre hay momentos en la historia de los pueblos en que se emprenden proyectos comunes, ilusionantes y generadores de esperanza, Sollavientos, nuestra fiesta, el trabajo de mucha gente a título individual y en grupo, son una muestra. Soñar el futuro de forma colectiva siempre ha sido una seña de identidad de la fiesta del chopo cabecero, como el paisaje y el patrimonio natural y cultural, es otra seña de identidad que nos enlaza.

Decía Eloy Fernández Clemente, “Es muy difícil luchar por lo que no se ama y, antes, amar lo que no se conoce bien”.

Lo malo cuando recibes un premio como este, es que no puedes parar, tenéis que seguir así de implicados, ramas nuevas de troncos viejos, así de geniales, así de ilusionados, así de constantes, así de guerreros, así de esperanzados… no se puede reblar!

Tras la entrega de la escultura de José Azul, Chabier de Jaime e Ivo-Aragón Ínigo presentaron el libro “Entre árboles centenarios. Guía para comprender el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra” en cuya elaboración han colaborado junto a más investigadores.

Se anunció que la próxima Fiesta del Chopo Cabecero tendrá lugar en Estercuel en 2025. Julián Sancho, el alcalde de Pancrudo,  agradeció a quienes habían hecho posible la fiesta e invitó a todos a volver a su pueblo.

Después pudimos disfrutar de “A Escamondar”, un audiovisual montado por la gente joven de Fuentes Calientes y una pareja de ellos nos animó a participar en la próxima edición de este festival. 


Bucardo Folklore Aragonés interpretó nuestro himno “SOMOS”, de José Antonio Labordeta ....


 ... y su repertorio habitual animando a bailar a buena parte de los comensales.


La  novedad musical de este año fue la participación del grupo Mayalde.


... los salmantinos nos tocaron la fibra y nos pusieron a pensar y a bailar a la vez, siguiendo sus músicas y sus mensajes, hasta terminar “cogidos de una jodida cuerda, presos por la libertad”.


La barra –que se portó estupendamente- nos dio de cenar y el DJ Paco Nogué fue el colofón de la fiesta.


La XIV Fiesta del Chopo Cabecero estuvo organizada por el Ayuntamiento de Pancrudo, la Asociación Cultural "El Calabozo" y el Centro de Estudios del Jiloca, quien en declaraciones a la prensa manifestó: 

“Parece que fue ayer cuando decidimos hacer una fiesta para dar a conocer la riqueza paisajística y cultural que suponen nuestros chopos cabeceros, unos árboles añosos y monumentales cuidados por la vecindad de los pueblos en los valles de la cordillera Ibérica. Y ya son catorce años que nos han permitido disfrutar de ríos, pueblos y personas que los han valorado y a quienes les hemos agradecido su esfuerzo. Ver la riqueza natural con los ojos de quienes nos visitan, adquiere una importancia especial y es un reconocimiento del esfuerzo por mantener viva la cultura rural, tan necesaria (…) Valoramos nuestro patrimonio artístico, palacios, iglesias, castillos, etc, nos identificamos con su historia y lo consideramos como un recurso turístico de importancia en la economía local. Deberíamos considerar a nuestros árboles veteranos y robustos, como son muchos de los chopos cabeceros, auténticos monumentos, resultado del quehacer de la Naturaleza y del saber de las personas. Son un tesoro etnológico y un valor cultural único en Europa”.


Texto: Pilar Sarto (Torre los Negros

Fotos: Rosa Pérez, Alberto Novellón, José Andrés Sánchez, José Mª Carreras, Mari Fuertes, Chusé Lois Paricio, Mercedes Rubio, Chabier de Jaime y Raúl Tena.

 

 

 





1 comentario:

Anónimo dijo...

Con humildad, creo tener la respuesta a vuestras preguntas.
Cuando el alma y el talento se juntan, solo puede salir algo semejante a lo que habéis hecho.
Muchísimas gracias.