Termina julio. El ciclo fenológico sigue su invariable curso en los prados de la Rifa, en Caminreal.

Para la mayoría de las especies ha terminado la reproducción. Los pollos, con mayor o peor fortuna, van dándose vida mientras terminan de crecer. Los adultos, exhaustos tras la crianza, se recuperan y comienzan a renovar sus plumas preparándose, unos para la migración, otros para la llegada del invierno.
Julio es también, sobre todo en su segunda quincena, el comienzo de la migración para muchas especies. Es el momento de la marcha de las poblaciones locales del Jiloca y el del reemplazo temporal por otras. También es el tiempo del tránsito de aquellas especies que criaron en territorios más septentrionales y no en la zona, hacia tierras africanas.
Por eso en julio suelen producirse los máximos mensuales absolutos en cuanto a capturas. Ya ocurrió en 2024 cuando registramos 325 aves (¡¡¡el 26,0% de todo el año!!!) y, por lo que vamos viendo, también en 2025 pues en este mes 355 ejemplares han pasado por nuestras manos, el máximo mensual.
Seguimos recibiendo visitas de nuestros amigos, algunos bien jovencicos
Este es el segundo verano en la Estación de Anillamiento de los Ojos de la Rifa (EAOR). Ya sabemos, n = 2. Es pronto para sacar conclusiones. Pero sí que podemos decir que la cría en los Ojos de la Rifa y, en general, en la vega de Caminreal, no ha debido ir mal. Al menos mejor que lo fue el año pasado. Si se parte del principio de que la mayoría de los ejemplares que presentes en julio son locales podemos decir que -con ciertas cautelas- que la relación entre adultos y jóvenes es un indicador de la productividad en la zona. En 2024, un año de primavera seca, bajo nivel de agua en los prados y con una severa afección del cañizar por el fuego, el 40,6% de los ejemplares capturados en julio fueron jóvenes. En 2025, con una primavera lluviosa que ha inundado los prados hasta junio y que ha permitido la recuperación del carrizal, la proporción de jóvenes capturados ha ascendido hasta el 54,4%.
Estas semanas de julio la vida bulle en el humedal y en los prados húmedos de su entorno.
Las altas hierbas terminan su desarrollo y comienza su floración ...Salicaria (Lythrum salicaria)
Una mirada atenta permite contemplar la enorme variedad de insectos que encuentran su hábitat en estas praderas ...
Esta abundancia de insectos y de otros invertebrados es la base de la dieta alimenticia de los pequeños depredadores, entre los que se encuentran las aves, el objeto de nuestro estudio. Y también de cazadores de mayor talla, como la culebra de escalera.
En los secanos que rodean a los prados termina ya el ciclo agrícola. Las cosechadoras recogen el grano de cereal ...
y las empacadoras preparan las pacas de paja ...
Sin embargo, en los reganos, los panizos, alfaces y patateras ...
... se desarrollan rápidamente aprovechando el gran número de horas de luz, las altas temperaturas y el agua que aportan las bombas a los aspersores.
En lo meteorológico, julio ha sido cálido y húmedo. Las temperaturas (Tm = 21,7ºC) han sido ligeramente superiores a las habituales (Tm = 22,9ºC, serie 1993-2025 en Estación Meteorológica Puente Romano de Calamocha). Las jornadas de anillamiento coincidieron con días muy soleados. Para evitar el solazo buscábamos la sombra del caseto del pozo y cuando no fue posible montamos la carpa que trajo Lourdes o la sombrilla de José Antonio. Auténticos lujos.
En cuanto a las precipitaciones ha sido un mes de lluvias abundantes asociadas a episodios tormentosos. En la citada y próxima estación meteorológica calamochina se registraron 69,7 mm, más de tres veces de la precipitación media en este mes (22,9 mm).
Tormenta en la vega de Caminreal, de la que nos libramos en la EAOR, por cierto.
En lo ornitológico, como decíamos, ha sido un buen mes, más por cantidad que por variedad. Aunque también ha habido sorpresas.
En las jornadas de la primera quincena (1-2 julio) se capturaron 142 ejemplares de 12 especies. Esperábamos más, la verdad, pues la jornada equivalente de 2024 fue extraordinaria (213 ejemplares). La tarde del 1-J estábamos casi todo el equipo preparados para una boyerada como la que se produjo el 10.07.2024. Y no fue tal. Seguramente por adelantarnos en fechas.
En las jornadas de la segunda quincena (19-20 julio) se capturó un total de 213 ejemplares de 14 especies. Entre unas y otras, en este mes de julio se registraron 355 aves -como ya se ha dicho- de 19 especies.
Es decir, en julio de 2025 se obtuvo mayor abundancia, mayor riqueza y mayor productividad que en el mes equivalente de 2024.
Como ya ocurrió el año pasado, dos especies concentran el mayor número de capturas (60%): la lavandera boyera y el carricero común, los dos pájaros más comunes en estos ambientes palustres. Nada nuevo. Aunque conviene destacar algunas interesantes particularidades en ambos casos.
En primer lugar, destaca la boyerica (Motacilla flava) con 131 registros, siendo 122 ejemplares los que se anillaron y 9 los que ya portaban anillas (todas fueron autocontroles). Dos de cada tres ejemplares registrados en julio (65,6%) fueron jóvenes, porcentaje que ascendió al 80,7% en la segunda quincena.
En julio de 2024, un mes en el que el número total de capturas fue inferior al de 2025, se anilló el doble de boyericas (263) que el año actual, con una proporción de jóvenes del 38,4%. Sendas paradojas.
Para interpretar estos datos debemos considerar, en primer término, que cuando concluye la cría y antes de iniciar la migración, las lavanderas boyeras (jóvenes y adultas) comienzan a concentrarse en los prados de la Rifa (y en otros carrizales) donde se juntan para dormir. Sospechamos que son ejemplares que provienen de la vega de Caminreal (no sabemos si también de la de Torrijo del Campo y Fuentes Claras) pues durante el resto del día el número de estas motacílidas en la EAOR es muy discreto. Las capturas se producen prácticamente durante la última vuelta de la tarde (anochecer) y la primera de la mañana (amanecer). La menor proporción de jóvenes y el elevado número de capturas en dormidero de julio de 2024, un año con una primavera y un inicio de verano muy secos, pueden explicarse si se considera que los carrizales de otros prados menores no llegaron a ofrecer hábitat reproductor adecuado ni llegaron a funcionar como dormidero al concluir la crianza concentrándose entonces en los Ojos de la Rifa. Resumiendo, las boyericas han criado mejor en 2025 al disponer de una mayor superficie de prados húmedos en el conjunto de la vega del Jiloca y encontrar lugares alternativos para juntarse para dormir.
En julio de 2025 el carricero común (Acrocephalus scirpaceus) ha sido la segunda especie en cuanto al número de capturas (82), presentando una proporción de jóvenes del 43,9%. El grado de control de los carriceros comunes en este año está siendo muy alto. Un dato. En la primera quincena, casi la mitad de las aves registradas (15 de 32) ya portaban anilla propia, a pesar de que 10 de ellas eran jóvenes.
Las cifras de julio de 2025 han sido muy superiores a las obtenidas el año pasado, cuando se registraron tan solo 24 ejemplares, de los que el 33% fueron jóvenes. Este acrocefálido tiene su hábitat en los cañizares que prosperan en los terrenos con suelo empapado durante buena parte. El encharcamiento de los prados durante el invierno y buena parte de la primavera ha favorecido el desarrollo del carrizo, especialmente en aquellos sectores que habían sido afectados por los incendios. En suma, 2025 también ha sido un buen año para la cría del carricero común en los prados de la Rifa. La pequeña anécdota con esta especie nos vino cuando encontramos un ejemplar de edad 5 la mañana del 20.07.2025 que portaba una anilla ajena (aunque de una serie cercana a las nuestras). Como bien sospechamos había sido anillado por nuestro compañero Carlos Pérez Laborda (como edad 3) en Tornos el verano anterior (23.08.2024). Nos preguntamos si se trataría de un ejemplar que ya iniciaba el viaje migratorio. Cada dato genera nuevas pregunta
La tercera especie en cuanto a número de capturas (71) ha sido el gorrión moruno (Passer hispaniolensis) de las que el 54% han sido ejemplares jóvenes.
Las capturas se han repartido entre las dos quincenas (30 y 41). También se han distribuido a lo largo de las distintas horas en las que las redes estuvieron abiertas.
El comportamiento de este pasérido en la EAOR no deja de sorprendernos. El número de autocontroles es bajísimo. De los 164 gorriones morunos que llevamos anillados tan solo hemos recapturado ...¡¡¡ dos !!!. Esto nos sugiere que la población nidificante en la zona es muy grande. Igualmente nos llama la atención que el número de capturas de julio de 2025 ha sido diez veces superior al de julio del año pasado (7). La nidificación de este gurriato en los Ojos de la Rifa este año no es que haya sido buena ... ha sido excelente.
El gorrión moruno es una especie muy interesante en cuanto a su distribución geográfica.
El color salmón, presencia durante primavera-verano. En azul claro, presencia durante la invernada. En color morado, presencia durante todo el año. Fuente: Birds of the World
Como puede verse en el mapa, en la península Ibérica es una especie que se haya circunscrita al cuadrante surooccidental. Sin embargo, durante las dos últimas décadas está experimentando una expansión hacia el este peninsular, como muestran los mapas siguientes:
Es conocida la colonización del gorrión moruno de las comarcas del Jiloca y de Campo de Daroca. En Caminreal, Antonio descubrió una colonia en una chopera próxima a los Ojos de la Rifa, próxima al nido de una rapaz. El elevado número de capturas estivales, su tendencia creciente y la ausencia de la zona durante la mayor parte del año nos sugieren muchas preguntas. Desde luego, es una de las especies más interesantes en la EAOR.
En este se han capturado 23 ejemplares de gurriato de reclija o gorrión molinero (Passer montanus) de los que 7 han sido jóvenes. De nuevo, estas cifras han sido muy superiores a las registradas para el mismo mes de 2024 cuando se registraron tan solo 4 ejemplares.
Julio nos ha ofrecido las mejores cifras (12) en lo que llevamos de año para el ruiseñor de acequia (Cettia cetti), de los que 5 ejemplares han sido jóvenes. Es notablemente superior a la obtenida (3) el mismo mes de 2024.
Igualmente bien parecer haber respondido el buitrón (Cisticola juncidis) al desarrollo de la vegetación de los prados de la Rifa. En este mes se han capturado 9 ejemplares, jóvenes 4 de ellos. Estas cifras contrastan con la ausencia de capturas en la EAOR en julio de 2024.
Entre las especies que están presentes en los Ojos de la Rifa exclusivamente durante su migración queremos destacar el carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus). En las jornadas de la segunda quincena fueron capturados 6 ejemplares, tres de ellos jóvenes. Estábamos advertidos por Carlos Pérez Laborda de que había pasa en esos días en la laguna de Gallocanta por los resultados que estaba obteniendo en su estación de anillamiento de los Lagunazos de Tornos.
Lo esperábamos hace mucho tiempo. Era el momento. Y ocurrió. El 20.07.2025 entre en las redes del sector 1 un ejemplar joven de buscarla unicolor (Locustella luscinioides). Es la primera cita de la especie en la EAOR. La conocíamos, de haberla capturado en la laguna del Cañizar. Es, como el caso del carricerín común, un ave que tan solo está presente en nuestras comarcas durante los pasos migratorios. Una especie tan discreta y esquiva que no es fácil de observar. Con ella, ya son 57 las especies anilladas en nuestra estación.
Conforme avanza julio se aproximan a los prados de la Rifa en busca de alimento algunos ejemplares jóvenes de algunas especies de pájaros, que no suelen verse mucho en otro tiempo. Es el caso del picapuerco pequeño (Lanius senator). Fue el caso de un ejemplar anillado en la segunda quincena. Y, como suele ser habitual, aprovechó para dar buenos pizcos durante su manejo.
Y también el de un jovenzano de golondrina común (Hirundo rustica), que debió dejarse llevar por los bandos de boyericas y entró con ellas al dormidero.
Otra especies fueron extraídas de las redes en las jornadas de anillamiento de este mes. Casi todas habituales, como el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) (5, casi todos jóvenes), el carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) (2, ambos autocontroles), la cardelina (Carduelis carduelis) (1 jovenzano), el cagamangos (Saxicola rubicula) (4, todos jóvenes), la chillandra (Petronia petronia) (2 adultos), el gurrión de pùeblo (Passer domesticus) (1), el zarcerico (Hippolais polyglotta) (2), el chichipán (Parus domesticus (1 jovenzano) y el triguero (Miliaria calandra) (1).
Finalmente, como viene siendo habitual, la EAOR ha funcionado como un punto de encuentro de amigos (14 en las dos primeras jornadas, 18 en las segundas) en el que todos vamos aprendiendo y descubriendo los muchos pequeños secretos que esconde la avifauna de este humedal. Y haciéndonos preguntas que, además de pasarlo bien, es de lo que se trata.