Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

domingo, 9 de agosto de 2009

OTROS PAISAJES: PAISES BAJOS Y ÁRBOLES TRASMOCHOS

El verano y las vacaciones es una buena época para descubrir nuevos paisajes, a menudo lejanos, pero que también nos recuerdan, aunque sea en cierto modo, los cercanos paisajes del Jiloca y de muchas otras zonas que nos rodean de la provincia de Teruel.

Esta vez nos adentramos en el paisaje Holandés. El Reino de los Países Bajos (Koninkrijk der Nederlanden) es una federación establecida en 1954, que actualmente está formada por tres países o territorios: los Países Bajos (Nederland), las Antillas Neerlandesas (Nederlandse Antillen) y Aruba.

Los Países Bajos están situados en el noroeste de Europa y limitan al norte y oeste con el mar del Norte, al sur con Bélgica y al este con Alemania. El país constituye una de las zonas más densamente pobladas del mundo y es uno de los estados más desarrollados.



De la urbe cosmopolita de Ámsterdam, con sus canales, bicicletas y su ritmo de vida frenético, pasando por La Haya, Rotterdam o Utrecht. Visitando Delft, Gouda, los pequeños y encantadores Marken y Volendam, o el precioso y pintoresco paisaje de molinos de Kinderdijk. De la ciudad al campo en un traqueteo de ferrocarril, o a golpe de pedal de bicicleta. Holanda es belleza y también es naturaleza. Naturaleza que ha quedado entre enormes extensiones agrícolas y entre grandes ciudades, pero muy accesible y con una identidad muy marcada.

Si algo llama la atención de todo este territorio, aparte de la cantidad de gente que lo puebla, es la inmensa llanura que lo engloba. No hay montañas, apenas hay desniveles naturales y el agua lo inunda prácticamente todo: una buena parte del país se encuentra a nivel del mar, e incluso por debajo de éste.



Amplios canales navegados por largos barcos desaguan al mar otros muchos que vienen drenando inmensos campos de cultivo. Los pastos ocupan prácticamente toda la superficie agrícola, conviviendo en algunas zonas con el trigo y otros cultivos. En estos pastos encontramos multitud de frisonas pastando libremente, también rollizas ovejas, de aspecto lanoso parecido a las que conocemos.



En los canales y drenes paralelos y perpendiculares (prácticamente entre cada propiedad) crían las pollas de agua, fochas, cisnes... y la garza real, mucho más abundante y permisiva con el visitante que en nuestra comarca. En los humedales naturales repartidos por doquier abundan otras muchas especies: barnaclas, ánsares, cormoranes, multitud de gaviotas...





El espacio para los bosques es reducido, a menudo formando pequeñas manchas a modo de mosaico con especies típicamente ribereñas: sauces, fresnos, chopos, alisos... con otras especies como abedules, robles, servales, arces...

Son evidentes las diferencias con nuestros paisajes, pero analizando las zonas con detenimiento podemos encontrar entre la enorme llanura siluetas que nos resultan familiares: árboles trasmochos. En Holanda podemos encontrarlos repartidos de forma dispersa en las zonas agrícolas entre los corredores de Ámsterdam - La Haya - Rotterdam - Utrecht, aunque son más numerosos en las zonas rurales cercanas a esta última ciudad. Son, en su inmensa mayoría, sauces trasmochos con ramas o varillas de no más de 2 años de edad. Tampoco parecen árboles muy viejos, pero si que destacan entre la inmensidad de los pastos, junto a los canales, o formando barreras naturales en granjas y caseríos. También debían de ser bastante abundantes en la zona de Kinderdijk, conformando un paisaje característico y único de "Mills and pollard willows" (molinos y sauces trasmochos). Los molinos de esta zona están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO).

Típicas estampas de la campiña holandesa

Estampa típica invernal de Kinderdijk.


Sauces trasmochos o "pollard willows". Óleo colgado en una de las paredes del molino visitable.




Los árboles trasmochos son una realidad en europa, pero muy posiblemente la ibérica turolense albergue la mayor concentración de todos ellos del continente. Y quien sabe, quizá del mundo. Están ahí, solo falta valorarlos, darlos a conocer y protegerlos. En definitiva, gestionar este paisaje único que tenemos tan cerca y que poco a poco va desapareciendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Son unos paisajes muy bonitos, me gustaría poder visitarlos.




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