Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

lunes, 15 de diciembre de 2025

E.A. OJOS DE LA RIFA. NOVIEMBRE 2025. COMENZAMOS EL TERCER AÑO.

Terminó noviembre. Un noviembre muy especial

Noviembre fue el mes en el que hace dos años se puso en marcha la Estación de Anillamiento de los Ojos de la Rifa (EAOR). Atrás quedan cuarenta y ocho jornadas de campo, veinticuatro vespertinas, otras tantas matinales. Y cientos de horas aprendiendo con las aves, descubriendo cómo funciona este pequeño agroecosistema y compartiendo buenísimos momentos entre amigos.


Noviembre nos ha traído también un brusco ascenso del nivel del agua tras cesar el bombeo con el fin de la campaña de riegos.


Y, sobre todo, noviembre nos ha traído una epidemia en toda la regla: la gripe aviar. Nos ha obligado a aplicar unas medidas preventivas para proseguir con la actividad anilladora en una zona húmeda situada en el área de influencia de la laguna de Gallocanta. Un epidemia que ha dejado en el camino a un millar de grullas y a otros animales.


En lo meteorológico ha sido un noviembre muy representativo. Durante su inicio las temperaturas fueron algo más cálidas de lo habitual, siendo algo más frías en su fase final.  En la Estación Meteorológica Puente Romano de Calamocha la temperatura media mensual fue de 7,9 ºC, superior a la media de la serie 1993-2025 (7,5 ºC), como viene sucediendo en otros meses. Las precipitaciones han sido también las propias de esta época del año; en la citada estación calamochina se recogieron 34,3 mm, algo menos que la media de este mes (37,3 mm), mientras que en la estación meteorológica de Caminreal, situada junto al yacimiento arqueológico de La Caridad, fueron de 25,2 mm. 


El agua ha vuelto a los prados. Comenzó a entrar tímidamente a finales de octubre y se ha manifestado en todo su esplendor en noviembre. El acuífero, que recibió una importante recarga durante las abundantes lluvias primaverales, se ha recuperado al cesar el bombeo de la campaña de riegos del pasado verano. El día de 3 de noviembre el nivel ya marcaba 28 cm...


... mientras que el día 17 ya alcanzaba los 32 cm. Y es que, con un relieve tan suave como es el del Hondón, y para un mismo volumen de la descarga, el incremento en el nivel se atenúa notablemente al aumentar notablemente la superficie inundada


Suavemente, el otoño ha hecho su entrada. 

Las sargas de la acequia, nuestras referencias, han perdido la mayor parte de las hojas...


... mientras que de los cercanos chopos, también gravemente quemados en marzo de 2024, asomaron los carpóforos de hongos saprófitos...


La inundación de los prados ha barrido del cañizar a las especies propias del medio terrestre. Sin embargo, ha reactivado a aquellas propias de ambientes acuáticos, latentes desde final de primavera.

En las cálidas jornadas de la primera quincena nos llamó la atención la abundancia de libélulas, afanadas en completar su ciclo biológico...


 y la de escarabajos en los prados ...


... suponemos que ocupados en los mismos menesteres.

El paisaje agrícola sigue el ritmo de las labores propio del ciclo anual. 

Los alfaces, tan apenas crecen en estos días, cada vez con menos horas de luz...


Los panizos, esperan a las heladas nocturnas y a los cierzos para terminar de secar sus granos. En pocas semanas las cosechadoras entrarán a los campos y el paisaje del regadío cambiará de raso.  


En los secanos, muchos campos ya se han sembrado y abonado. Durante unas semanas, hasta que asomen las primeras hojas, la tierra se mostrará desnuda. 


Y en cualquier ribazo o barbecho, surge la belleza en las últimas flores de las plantas arvenses. Como le ocurre a esta capitana.


En lo ornitológicola EAOR también ha mantenido la tónica de otros meses en cuanto a riqueza y abundancia de aves registradas. 

En las jornadas de anillamiento de primera quincena (días 3 y 4), se capturaron 67 aves de 14 especies. En las de la segunda quincena (días 17 y 18), fueron 57 aves de 9 especies. En total, en noviembre de 2025 se alcanzó un total de 124 registros (91 aves anilladas y 33 recuperaciones) de 17 especies


Estas cifras vuelven a superar, en términos cuantitativos y cualitativos, a las obtenidos en noviembre de 2024, que fueron de 100 ejemplares de 16 especies. E incluso a las de octubre de 2025 (93 individuos de 13 especies). 

Las redes del sector 2...


sumaron la mayor parte de las capturas (84,7%), mientras que las del sector 1, las situadas entre las sargas y el cañizar... 


... tan apenas supusieron el 15,3% de las mismas. 

Las nasas, completamente inundadas, no fueron funcionales. Las aves que caminan entre los cañizos ya estaban lejos.


El aumento en el total de capturas de noviembre respecto al mes anterior se explica por la irrupción del escribano palustre (Emberiza schoeniclus). 


Este escribecartas de cañizar suele ser la especie más abundante en la EAOR durante los meses de invierno. En este mes, los 56 ejemplares capturados han supuesto el 45,0% del total de los registros. Parece tratarse de una entrada notable en la zona pues este efectivo supone el 29,3% de los que han pasado por nuestras manos en los dos años.  

Este emberícido migra en el otoño desde el norte de Europa hasta la región Mediterránea. Al parecer, los que invernan en la mitad norte de la península Ibérica son de origen escandinavo. Es una especie que muestra una notable fidelidad a sus territorios de invernada. Damos fe. Uno de los ejemplares capturados este mes fue anillado por nosotros el 27 de febrero de 2025. La pregunta es si se trata de un ejemplar invernante en Caminreal o de un ejemplar en paso (postnupcial y prenupcial) por el Jiloca. Intentaremos resolver la duda.

Ante la posibilidad de que alguno de los escribanos palustres que registramos no sea de la subespecie Emberiza schoeniclus schoeniclus, la de origen centro y noreuropeo, la esperable y más común, sino de la subespecie E.s. whitherbyi, amenazada y reproductora en el este de la península Ibérica, estamos empezando a medir la longitud de pico. De momento, todos son de la subespecie nominal.

La segunda especie en cuanto a número de registros ha sido el ruiseñor de acequia o cetia ruiseñor (Cettia cetti).


Sorprende el número de capturas (19). El máximo mensual absoluto en la EAOR. Y tras varios meses de altos valores. En los últimos cinco meses han pasado por nuestras manos 78 ruiseñores de acequia. En el mismo periodo de 2024, fue prácticamente la mitad (40). Al tratarse de una especie poco viajera, puede pensarse que en 2025 su reproducción ha sido exitosa en los Ojos de la Rifa, ya que el 57,9% de las aves capturadas han sido jóvenes del año. Es posible que le haya podido favorecer la mayor presencia de agua y la recuperación de la vegetación de los prados, tras los incendios de marzo de 2024. Otro dato llamativo es la elevadísima proporción de autorrecuperaciones (68,4%) lo que confirma la naturaleza sedentaria de este pequeño y discreto pájaro. 

Esta especie también ha deparado otra sorpresa. En uno de los ejemplares registrados, por cierto un autocontrol anillado el 11.10.2024, encontramos alrededor del ano cinco protuberancias carnosas .


En estos días de gripe aviar, en los que los dedos se nos antojan huéspedes, extremamos la la prudencia en su manejo. Días después supimos que estos bultos perianales probablemente sean un síntoma de coliriclosis, una infestación producida por Collyriclum faba, un tremátodo parásito de las aves cuya ecología aún no es bien conocida. 

De nuevo nos encontramos ante un nuevo caso de parasitismo, uno de los motores de la selección natural y de la evolución biológica. Y ante un animal, el parásito, con un complejo ciclo vital, tan fascinante como desconocido. Este gusano plano merece el mismo respeto que su hospedador. En la naturaleza no hay especies buenas o malas, principales o secundarias. Todas desempeñan funciones en la dinámica de los ecosistemas. Esa visión antropocéntrica  de denostar o directamente de eliminar a los parásitos para "salvar" al animal hospedador, al margen de cuestiones éticas (ahora que se tiene la piel tan fina en estas temas) es propia del mascotismo que últimamente impregna a la sociedad, pero se aleja de lo que debería preocuparnos: la conservación de los procesos naturales que rigen el funcionamiento de los sistemas ecológicos.

El mosquitero común (Phylloscopus collybita) ha sido la tercera especie en cuanto a número de registros (12). Es una especie migratoria que está presente en la vega del Jiloca durante el paso postnupcial, la invernada y el fugaz paso prenupcial.


Tres de los mosquiteros comunes registrados fueron anillados en la EAOR en los días 26.11.2024, 13.01.2025 y 28.02.2025 . Esto apunta a una notable fidelidad a las zonas de descanso durante la migración o a su zona de invernada. Es una especie que, en términos relativos, ofrece registros moderados. Estas altas cifras de recapturas sugieren que el efectivo en los Ojos de la Rifa debe de ser discreto.

La cuarta especie en cuanto a número de registros (11) ha sido el buitrón (Cisticola juncidis).


Estamos, de nuevo, ante otra especie propia de ambientes palustres y que también parece haber criado bien en la zona. Este año, al menos de momento, no parece tener mucho interés en marchar a otros parajes (¿el frío no apura?) pues el 72,7% de los ejemplares registrados han sido autorrecuperaciones.

El pechiazul (Luscinia svecica) sigue presente en los Ojos de la Rifa aunque con cifras (5) inferiores a las de los pasados meses de octubre (11) y septiembre (12). 


Es probable que los ejemplares registrados en noviembre sean ya los que se quedan a invernar en la vega del Jiloca. Esta hipótesis puede coger fuerza si se considera que el 80% de ellos han sido autorrecuperaciones y que de estos, la mitad fueron anillados en la EAOR durante el invierno anterior (11.12.2024 y 06.11.2024)


Lo esperábamos con ganas. Y llegó a su tiempo: el bisbita alpino (Anthus spinoletta). Como suele ser habitual, con un discreto número de registros (3), igual que el año pasado por estas fechas.

Los estudios realizados por Alfonso Villarán en un carrizal de la Comunidad de Madrid apuntan a que el bisbita alpino muestra una elevada fidelidad a los lugares de invernada. Coincide con esta idea el hecho de que, de los tres ejemplares capturados, uno de ellos fue anillado en la EAOR. En concreto, el 06.11.2024. Justo hace un año. 

Esta especie es un invernante común en el valle del Ebro pero muy escaso en la cordillera Ibérica. En nuestro entorno, se conoce la presencia en las lagunas de El Cañizar y de Gallocanta, así como en el embalse de Lechago. Los datos que estamos recogiendo en Caminreal complementan a las observaciones visuales, para mejorar el conocimiento sobre la invernada de este motacílido. 

Otra de las (pequeñas) sorpresas del pasado mes fue el registro de un ejemplar de carricero común (Acrocephalus scirpaceus). Fue sorprendente, pero no por tratarse de una especie rara en la zona (es segunda en abundancia) sino porque lo tardío de la fecha (04.11.2025) para su paso migratorio postnupcial.


En esta época los fringílidos son comunes en el entorno de nuestra estación. Utilizan las sargas como posaderos y desde allí se desplazan hasta los rastrojos de girasol, los barbechos y los ribazos con cardos para comer las semillas que componen su dieta. Sin embargo, no tienen interés en acercarse al inmediato cañizar. Pero, aún así, de tanto "ir el cántaro a la fuente" alguno lo sobrevuela y acaba enredándose. Este es el caso de los tres rojiñones o pajareles (Linaria cannabina)... 


 del cardelino (Carduelis carduelis) y del lucano o lúgano (Spinus spinus) que anillamos este mes.


Para la última especie, se trata de la primera anilla. Otra especie nueva para la EAOR.

Otro pájaro que resulta común en los cercanos bosques pero escaso en los prados de la Rifa es el pechicorroyo o petirrojo (Erithacus rubecula). Noviembre nos trajo un ejemplar. 


Sospechamos que algunos de los pechicorroyos que crían en los bosques de las sierras cercanas bajan en la otoñada a la vega del Jiloca. Pero, vete a saber. Conocemos tan poco a estas poblaciones... 

Completamos la lista de aves registradas con el cagamangos o tarabilla común (Saxicola rubicula) (3, uno de ellos autocontrol), el ratonero o chochín euroasiático (Troglodytes troglodytes) (3, dos de ellos también autocontroles), el triguero o triguerón (Miliaria calandra) (1), el chichapán o carbonero común (Parus major) (1), el gurriato de reclija o chopero (Passer montanus) (2)...


... o el gorrión moruno (Passer hispaniolensis) (1). Por cierto, ¿dónde están ahora las docenas de gurriatos que anillamos durante el pasado verano? Desde luego, dormidero no parecen tener en los Ojos Altos de la Rifa.

La epidemia de gripe aviar que han padecido las grullas en Gallocanta nos cambió el protocolo habitual de trabajo. Por la seguridad de las aves y por la nuestra. 

Redujimos al mínimo el número de personas presentes en la Estación durante las jornadas. Y pasamos a emplear guantes para todo. Guantes para sacar los pájaros de la red, para anillarlos, para medirlos y para pesarlos. Muy engorroso. Un enredo.


Y entre pájaro y pájaro, lavado de manos con agua y jabón. Con el agua bien fresquica.
 

En este mes no hemos tomado datos de musculatura ni de grasa corporal. Así evitamos soplar en el abdomen del pájaro y dispersar el virus que se concentra en las secreciones. 

Y con la mascarilla puesta. 


Cada vez que se medía la longitud de ala y que se pesaba, desinfección con agua y lejía de la regla y del cubilete. Y después, a secar cada cual. Y otra vez a usarlos.


Nos faltaban manos. Y también tiempo. Anillar a los pájaros, anotar en el cuaderno, revisar los autocontroles, consultar las dudas en la guía de Javier... Se nos acumulaba la faena. Íbamos "como un gato con un liviano". No se podía ir más rápido. Pero todo fue saliendo.


Loubé publicó én Instagram un bonito vídeo sobre la incidencia de la gripe aviar en la EAOR. Lo podrás ver pulsando en este enlace

Noviembre se ha ido y también la gripe aviar. En diciembre estamos atenuando el rigor de las medidas preventivas. En enero volveremos a la marcha habitual. Y volveremos a compartir estos ratos con los amigos.

Con este artículo concluye un ciclo anual en la estación de anillamiento. La lectura de los doce artículos ofrece una visión de la comunidad de pequeños pájaros que viven en los prados de este humedal. Un espacio natural que cuanto más lo observamos y más datos nos ofrece, más preguntas nos suscita. 


Y eso... ¡es fenomenal!

lunes, 17 de noviembre de 2025

FALLO DEL X CONCURSO FOTOGRÁFICO SOBRE EL CHOPO CABECERO (2025)

El pasado 25 de octubre, en el marco de la celebración de la XV Fiesta del Chopo Cabecero que tuvo lugar en Estercuel, tuvo lugar el fallo de la décima edición del Concurso Fotográfico sobre el Chopo Cabecero que convoca anualmente el Centro de Estudios del Jiloca.

Este certamen anima a poner los objetivos de las cámaras fotográficas en los chopos cabeceros y otros árboles trasmochos propios de las riberas de la cordillera Ibérica, así como en los paisajes, la cultura popular y la vida silvestre vinculada a los mismos asociadas a estas arboledas.

En esta edición concurrieron 63 obras que habían sido presentadas por 25 fotógrafos y fotógrafas procedentes en su mayor parte de Aragón (especialmente de las comarcas turolenses) y de la Comunidad Valenciana. Son imágenes de árboles y paisajes tomadas en 17 localidades como son Cuevas de Almudén, Torrijo del Campo, Hinojosa de Jarque, Berrueco, Jarque de la Val, Alfambra, Palomar de Arroyos, Torre los Negros, Son del Puerto, Jaraba, Lechago, Utrillas, Pancrudo, Navarrete del Río, Aliaga, Aguilar del Alfambra y Martín del Río.  

El primer premio correspondió a la fotografía titulada "Amigos de Gallocanta", tomada en Berrueco en noviembre de 2024, de la que resultó autor Luis Antonio Gil Pellín. 

Lo primero que llama la atención en esta fotografía es el encuadre. Enmarca la línea de chopos en perspectiva, con ramas que cierran la composición en la parte superior, aportando, a la vez, el toque de luz. Destaca el chopo del primer plano, con una silueta diferente a los otros y, el peso de la imagen -que caería hacia ese lado- se contrarresta con las ramas que surgen en la parte superior. La imagen tiene profundidad y la iluminación a contraluz, sin oscurecer la imagen, aviva los colores otoñales de los chopos. El campo labrado del primer término también ayuda a dar profundidad y potencia la gama de color.

El segundo premio fue para la fotografía titulada "El reflejo del tiempo" fue tomada en Son del Puerto en septiembre de 2025 y cuyo autor resultó ser jovencísimo fotógrafo Nicolás Sancho García.

Es una fotografía en la que destaca el equilibrio visual y los contrastes de luz y sombras. Los chopos iluminados por detrás se reflejan suavemente en la lámina de agua dando una sensación de calma y equilibrio. El camino iluminado al fondo le da profundidad a la imagen y la silueta de los chopos destaca en la parte central. La coloración suave de las hojas  contrasta con la parte baja de la imagen, más oscurecida, aportando  luz y realzando los reflejos.

El tercer premio correspondió a la fotografía "Escamonda" que fue tomada en Torre los Negros cuyo autor fue José Orduña Jiménez.


En esta fotografía destaca el punto de vista del autor. El paisaje se vislumbra desde la atalaya de un chopo que está siendo escamondado, en la que destacan el arnés y la motosierra, instrumentos indispensables del motosierrista, con una iluminación y un enfoque muy precisos. El enmarque de la rama enhiesta y las que ya están podadas, recuerdan al marco de una ventana desde la que se aprecian los chopos del fondo. Las personas ayudan a contextualizar el tamaño de esos chopos  que también necesitan una poda. El lema “Hacia una gestión forestal” de la XV edición de la Fiesta del Chopo Cabecero queda perfectamente reflejado.  

El primer accésit fue para la fotografía "Ecos de un futuro pasado II" tomada en Navarrete del Río en septiembre de 2025 por Gonzalo Peña Sánchez.



El blanco y negro incrementa la fuerza de la imagen. Las texturas de la corteza del árbol del primer plano, captan la atención y refuerzan la sensación casi escultórica de estos troncos envejecidos. El chopo cabecero del fondo, complementa la imagen al darnos la información completa del tipo de árboles representados. Juega muy bien con las luces y sombras y el árbol del segundo plano aporta profundidad a la imagen.

El segundo accésit correspondió a la fotografía titulada "La escamonda", tomada en Torre los Negros en enero de 2025, cuya autora resultó ser Marta Fraj Barrado. 

El centro de la imagen la ocupa el escamondador, figura clave en las fiestas del chopo cabecero y aquí podemos verlo a nivel de nuestra mirada. Resalta el momento en que está a punto de acabar su trabajo, destacando el apoyo firme que queda en lo alto y la fragilidad de la rama que está a punto de cortar. Las motas de serrín que produce el corte de la motosierra aportan luz a la escena y le da un toque casi mágico.

El tercer accésit fue para la fotografía "Escamonda II" tomada en octubre de 2024 en Pancrudo por Juan Joaquín Marqués Garzarán.

El lema de la XV Fiesta del Chopo Cabecero fue “Hacia una gestión forestal” está representado, una vez más en esta fotografia tomada en la anterior edición celebrada en Pancrudo. La chopera otoñal, acoge con sus colores el momento y el cielo encapotado le aporta un tono algo más impactante. Las ramas ya cortadas aportan peso y se contraponen a la esbeltez de los chopos del fondo. El movimiento de la rama cayendo se muestra en un ligero desenfoque que acentúa el momento.

Una gratísima alegría recibió la organización del concurso al comprobar que, como las dos últimas ediciones, un buen número de fotos (24, en concreto) fueron presentadas por el alumnado y el profesorado el IES Fernando Lázaro Carreter de Utrillas (Cuencas Mineras) que incluye a los chopos cabeceros, y el patrimonio cultural y natural que suponen, en sus proyectos educativos. 

Las 13 fotografías más valoradas por el jurado ...


... así como las doce de las presentadas por los alumnos del IES Fernando Lázaro Carreter formaron parte de la exposición presentada en el pabellón de Estercuel que fue disfrutada por los más de doscientos de participantes en la XV Fiesta del Chopo Cabecero.

Desde el Centro de Estudios del Jiloca queremos agradecer a las personas que han dedicado su tiempo a fotografiar los chopos cabeceros de nuestros valles y a enviar sus obras a este modesto concurso que promueve el disfrute de su belleza y el valor de sus paisajes. 



Igualmente queremos animar a seguir captando imágenes de estos árboles y participar en la próxima edición del Concurso Fotográfico sobre el Chopo Cabecero.

Chabier de Jaime y Rosa Pérez


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jueves, 6 de noviembre de 2025

XV FIESTA DEL CHOPO CABECERO. ESTERCUEL 2025.

 Estercuel acogió el día pasado 25 de octubre la XV Fiesta del Chopo Cabecero. 

Introducción

Y parece que fue ayer cuando el Centro de Estudios del Jiloca y otras entidades locales decidieron hacer una fiesta para dar a conocer la riqueza ambiental y cultural que suponen los chopos cabeceros, unos árboles añosos y monumentales cuidados por generaciones de habitantes de los distintos pueblos. Y ya son quince años que nos han permitido disfrutar de ríos, pueblos y personas que los han valorado y a quienes les hemos agradecido su esfuerzo.

La Fiesta del Chopo Cabecero es una jornada anual que permite conocer las arboledas de álamos negros trasmochos mejor conservadas de Aragón. Estercuel tiene un magnífico bosque de chopos cabeceros, el mayor que puede encontrarse al este de la cordillera Ibérica.

Es una ocasión para celebrar la entrada del otoño en uno de los ambientes más hermosos. También un foro para celebrar y difundir las iniciativas que se están realizando en pro de su conservación. Y es, por último, un reconocimiento a la cultura popular, al paisaje y a la vida silvestre que se asocia a estos árboles centenarios.

 

Estercuel se sumó así a Aguilar del Alfambra, Torre los Negros, Valdeconejos, Ejulve, Aliaga, Cuencabuena, Lechago, Blesa, Huesa del Común, Badules, Allepuz, Jorcas, Torrijo del Campo, Cuevas de Almudén, Berge, Vivel del Río y Pancrudo, pueblos que han recibido la visita de personas procedentes de otros muchos lugares que quieren conocer y disfrutar de ríos, pueblos y personas que los han valorado y a quienes se les agradece su esfuerzo.

El lema de la Fiesta en esta ocasión, "Hacia una gestión forestal" hizo referencia a la escamonda (poda completa de sus ramas) que debe hacerse cada quince años para producir madera y mantener su vitalidad. Es el manejo tradicional que ha hecho centenarios a muchos de ellos. Si se abandona el aprovechamiento y quedan a su suerte, los árboles se vuelven decrépitos y las grandes ramas colapsan. Y, sobre todo, a la necesidad de abordar la conservación de los chopos cabeceros con la perspectiva de su valor paisajístico, cultural y ecológico con nuevos enfoques y métodos

Un paso en esta dirección es la iniciativa que puso en marcha el Ayuntamiento de Estercuel en 2017 por la que se escamondaron cerca de mil chopos cabeceros en su término municipal, permitiendoles que mantengan su vigor, lo que hizo delicioso el paseo.

Crónica de la jornada

En la plaza del Ayuntamiento, Joaquín Lahoz, alcalde de Estercuel, nos dio la bienvenida a gentes varias venidas de Andorra, Bajo Aragón, Zaragoza, Teruel, Jiloca y de tierras más lejanas como Cataluña o la Comunidad Valenciana ... 

antes de acercarnos al Monasterio del Olivar ....

para comenzar un paseo por la ribera del río Estercuel ...

... a través del sendero PR-TE 93.


El tiempo aguantó y salió el sol. Disfrutamos de una temperatura estupenda. Está claro que soplamos bastante por la mañana ...


... mientras que por la tarde dejamos que cayera una fina lluvia, tan agradable como necesaria, que llenó de silencio y tranquilidad el valle.

Antes de la excursión, en el claustro del Monasterio del Olivar, Ángel Sancho, investigador estercuelano, nos ilustró con unas oportunas referencias literarias sobre este centro monacal.  

Citó, en primer lugar, el papel desempeñado por Fray Jorge del Olivar, monje de la orden de la Merced, en la redención de Miguel de Cervantes, hechos que recientísimamente han sido llevados a la gran pantalla por el director Alejandro Amenábar en la película El Cautivo. Igualmente, también a modo de pincelada, comentó la novela Incierta Gloria, del escritor Joan Sales, llevada al cine en la película homónima dirigida por Agustí Villalonga, en la que, en el marco temporal del estallido de la Guerra Civil Española, la trama se desarrolla en el Monasterio del Olivar, al que llama Olivar de la Verge. Por último, nos contó que el dramaturgo Tirso de Molina escribió muy probablemente en el propio monasterio la obra La dama del Olivar que, hace unos años, fue representada en el pueblo por la asociación Jóvenes Estercuelanos en sus Encuentros con la Historia.

A lo largo del recorrido se fueron explicando diversos aspectos relacionados con los chopos cabeceros y con otros elementos del patrimonio cultural local.

Joaquín Magallón (Kiko), vecino de Estercuel, guió el recorrido y nos explicó los ingenios hidráulicos existentes a lo largo del mismo, incluidos los azudes, la canalización del agua al monasterio a través de una canal que aún se conserva el arco cerca de la cascada, y las norias hoy desaparecidas.

Chabier de Jaime, recordó que los chopos cabeceros son  auténticos monumentos vivos, el resultado del quehacer de la naturaleza y del saber de las personas, un tesoro etnológico, un singular elemento de la arquitectura vegetal en el paisaje y un patrimonio cultural único en Europa. 

Al alcanzar un formidable chopo cabecero en descomposición insistió en que estos árboles también son el hábitat de una variada comunidad de organismos pues ofrecen soporte, alimento y refugio a musgos, insectos, murciélagos y aves, entre otros. Incluso cuando están muertos.

En otra parada Ángel habló sobre el uso que se daba en Estercuel a los chopos cabeceros.

Las ramas obtenidas de la escamonda eran utilizadas como vigas en la construcción de edificios. Cortaban también las ramillas con hojas para alimentar a las ovejas y los finos tallos se les daba para que los rosigaran los conejos. Y, además, la leña se consumía en las estufas. 

Cubierta de la almazara de Estercuel con vigas procedentes de ramas de chopo cabecero

La escamonda periódica mantenía al árbol en un crecimiento prácticamente continuo e incrementaba su longevidad. Es un ejemplo de aprovechamiento sostenible. De esta forma la mayoría de éstos árboles adquieren unas dimensiones considerables, dignas de árboles monumentales.

Nos habló de la longevidad de estos árboles no siendo raros los ejemplares de doscientos años, el límite de edad propio de la especie, y es que son dos árboles en uno: un tronco centenario y unas ramas muy jóvenes.

Pilar Sarto se centró en la construcción de la historia de nuestros pueblos y nuestra microhistoria individual a base de pequeñas cosas, siendo en ese crecer individual y colectivo los chopos cabeceros, lugares importantes en nuestra infancia y juventud, que se valoran más cuando se miran con los ojos de quienes nos visitan, como en esta ocasión, y comienza a reconocerse un patrimonio que pasa desapercibido por cotidiano. 

Hay algo de pertenencia y de arraigo, de forjar identidades personales y colectivas en estos chopos, algo queda en nuestra manera de ser y de sentir”.

Pilar recordó las palabras de Eloy Fernández Clemente, otro comarcano amante de su tierra que decía: 

Es muy difícil luchar por lo que no se ama y, antes, amar lo que no se conoce bien”. 

Tras un descanso en la Caseta del Plano ... 

Ángel, de nuevo, nos mostró y explicó una singularidad del patrimonio hidráulico: las catarras. Se trata de unas acequias excavadas en un talud del monte, una obra de herencia árabe, que formaban parte del sistema de regadío tradicional del río Estercuel. Las aguas del río se derivaban desde un azud hacia una acequia para riego de los campos situados en la vega. En las zonas donde el río se encajaba y la acequia carecía de espacio para continuar, aquellos maestros del agua excavaban estas galerías en una roca poco consistente: areniscas y arenas de la Formación Utrillas (Cretácico). Igualmente abrían aberturas intermedias para acceder a su interior y realizar tareas de mantenimiento. 


Casi todos lo presentes asomamos nuestras cabezas en las catarras y algunas atrevidas penetraron en el interior de estas galerías.

Ya cerca del pueblo, junto al puente de la carretera, el motosierrista Herminio Santafé, moviéndose con agilidad sobre las cabezas y entre las vigas, escamondó dos robustos chopos. De nuevo, un trabajo espléndido.

Después se visitaron dos joyas que reúne Estercuel. 

El Centro de Interpretación del Fuego y de la Fiesta, situado en los sótanos del castillo-palacio, está dedicado a la Encamisada y a otras festividades locales y de la contornada.

Y el Museo del Aceite, el antiguo molino donde se prensaban las olivas, magníficamente conservado ... 

y cuya planta primera se ha convertido en un espacio expositivo. De hecho, estos días alojaba la exposición temática "El chopo cabecero, un patrimonio para el desarrollo rural". 

Mucho y rico patrimonio. Mucha actividad. Pero, con todo, conseguimos cumplir los tiempos previstos. 

Ya en el pabellón polideportivo, se inauguró la exposición fotográfica con las obras del X Concurso de Fotografía sobre el Chopo Cabecero ...

... tras la que se disfrutó de una comida popular, una estupenda paella con ensalada, helado y café. 

Al terminar de comer, la organización agradeció a los asistentes su presencia y a todos quienes colaboraron para hacer posible la fiesta, su esfuerzo.

La presidenta del Centro de Estudios del Jiloca, Mercedes Rubio, entregó los premios del concurso de fotografía, felicitó a los premiados y agradeció la participación a quienes enviaron sus obras, especialmente al alumnado del IES Lázaro Carreter de Utrillas.

A continuación se hizo la presentación del premioAmigo del Chopo Cabecero 2025 siendo el galardonado Miguel Ángel Lázaro Palacios (Calamocha, 1982) por su trayectoria como capataz forestal, agente de protección de la naturaleza, ingeniero técnico forestal, ingeniero de montes y ....¡escamondador de chopos cabeceros! Un enamorado, estudioso y divulgador de esos árboles.

Ha trabajado como brigadista y técnico en la extinción de incendios, como motosierrista de altura, en labores de gestión forestal y de espacios protegidos, así como en la ordenación de montes. En 2012 fundó, con Felipe Ruiz, la empresa Xiloforest que durante unos años escamondó cientos de chopos cabeceros en diversas riberas turolenses, tarea que simultaneó con su incipiente vida familiar y sus estudios. Estuvieron escamondando en cuatro de las fiestas que hemos hecho.

 Miguel Ángel sobre un chopo recién escamondado en Torre los Negros

Unos años más tarde, como APN realizó el inventario para el plan de gestión de los árboles trasmochos de la Arboleda Singular Ribera del Chopo Cabecero del Alfambra. Y, poco después, ya como Ingeniero de Montes en el Servicio Provincial de Teruel, puso en marcha proyectos de conservación árboles trasmochos en Aguilar del Alfambra y Jorcas. También colaboró con la Confederación Hidrográfica del Júcar en otras actuaciones de conservación de este tipo de arbolado en la Reserva Natural Fluvial del Alfambra, en Gúdar y Allepuz. Actualmente trabaja en la gestión de los montes de las Áreas Medioambientales del Jiloca y de las Cuencas Mineras donde sigue implicado en la conservación y la gestión de los chopos cabeceros.

Miguel Ángel agradeció el premio y se lo dedicó a su familia y a la gente cercana que tiene cariño por estos viejos árboles. Recordó que el aprovechamiento y la gestión es conservación y mantenimiento.

A continuación se anunció la localidad en la que se celebrará la XVI Fiesta del Chopo Cabecero. Tendrá lugar en La Hoz de la Vieja el 14 de noviembre de 2026. Dos representantes de la asociación cultural "La Foz y el Castiello" local tomaron el testigo para organizarla, junto con el Ayuntamiento, y se dirigieron al público para invitarle a participar.

El alcalde, Joaquín Lahoz agradeció a los asistentes su presencia y se congratuló de que nos hubiéramos acercado a Estercuel a conocer el pueblo y su riqueza patrimonial y nos invitó a volver. 

Y terminamos, como siempre, entonando el “SOMOS” de Labordeta, esta vez acompañados por la Deluxe Rock Band. Igual al año que viene proponemos al ayuntamiento de Zaragoza que nos lleven a la plaza del Pilar a los choperos con la orquesta a entonar el SOMOS.

Deluxe nos sorprendió a los asistentes con un concierto muy especial y muy potente

Al finalizar “el baile”, pudimos unirnos a la actividad “Teruel bajo las estrellas: rumbo al eclipse 2026”, organizada por ADIBAMA y que tuvo lugar en el Monasterio del Olivar. La lluvia impidió realizar la observación nocturna del firmamento. Sin embargo se mantuvo la visita guiada por Fray Fernando Ruiz, que supo transmitir su energía y cariño por el arte, la historia y el monasterio. 

Queda para otra vez ver estrellas y otros lugares de Estercuel. Las dos neveras y los dos Calvarios (el del monasterio y el del pueblo), la ermita del Pastor, el pairón de la Virgen y el Tromagal, otra joya de patrimonio natural.

Y con la satisfacción de haber pasado un día estupendo en el que todo salió fenomenal, nos volvimos “cada mochuelo a su olivo” después de conocer otro lugar especial que forma parte ya del patrimonio de todas y todos, haber saludado a los “fijos en las fiestas” y ver que para el año que viene ya hay relevo (y para otros, porque las peticiones siguen llegando).


El año próximo ... ¡nos vemos en La Hoz de la Vieja!

Pilar Sarto (texto). CELAN.
Rosa Pérez (fotos). CELAN.

Pilar