A continuación se muestran las distintas series de vegetación existentes en nuestra comarca a partir de los datos de Rivas Martínez:
- 18aa: Serie supramediterranea carpetano-iberico-alcarrena subhumeda silicicola de Quercus pyrenaica o roblemelojo (Luzulo forsteri-Querceto pyrenaicae sigmetum). VP, robledales de melojos. Faciacion seca o de quejigos.
- 15b: Serie supramediterranea maestracense y celtiberico-alcarrena de Juniperus thurifera o sabina albar(Junipereto hemisphaerico-thuriferae sigmetum). VP, sabinares albares.
- 19c: Serie supra-mesomediterranea tarraconense, maestracense y aragonesa basofila de Quercus faginea oquejigo (Violo willkommii-Querceto fagineae sigmetum).VP, quejigares.
- 22a: Serie supramediterranea castellano-maestrazgo-manchega basofila de Quercus rotundifolia o encina (Juniperothuriferae-Querceto rotundifoliae sigmetum). VP,encinares.
- 24a: Serie supra-mesomediterranea guadarramica, iberico-soriana, celtiberico-alcarrena y leonesa silicicola de Quercus rotundifolia o encina (Junipero oxycedri-Querceto rotundifoliae sigmetum). VP, encinares.
- I: Geomegaseries riparias mediterraneas y regadios(R).
Únicamente dos zonas aparecen en este mapa como sabinares puros, marcados en rojo (15b: Serie supramediterranea maestracense y celtiberico-alcarrena de Juniperus thurifera o sabina albar (Junipereto hemisphaerico-thuriferae sigmetum). VP, sabinares albares). No obstante, en una buena parte del valle del Jiloca y especialmente en el Pancrudo encontramos esta especie junto a carrascas y rebollos.
La serie 22a: "Serie supramediterranea castellano-maestrazgo-manchega basofila de Quercus rotundifolia o encina (Juniperothuriferae-Querceto rotundifoliae sigmetum). VP,encinares" se caracteriza por el dominio de la encina (Quercus ilex subespecie ballota, también denominada Quercus rotundifolia) formando los carrascales característicos que conocemos.
Los carrascales supramediterráneos se instalan muchas veces sobre bosques arcaicos de sabina albar y enebro que no son capaces de competir con la carrasca (entre otros factores podría destacarse el fuego, ya que esta última es capaz de rebrotar tras un incendio). Por ello, en la actualidad, sólo aparecen pequeños grupos de estas cupresáceas en las laderas y parameras de peores condiciones, donde la carrasca no es capaz de asentarse.
Esta serie supramediterránea de la encina cuando alcanza el estado maduro o clímax, adquiere una densa cobertura, pudiendo estar acompañada por enebros y sabinas. Actualmente no existen zonas así en nuestra comarca. Pero si nos fijamos, gran parte de los montes calizos de la cuenca del Pancrudo tienen estas características y aparecen todas estas especies.
La sabina es un árbol de crecimiento muy lento. No suele ser utilizada en repoblaciones forestales precisamente por este factor. Pero hay zonas en el Pancrudo donde el establecimiento de una mínima cobertura vegetal con esta especie es fundamental. Para ello tenemos grandes aliados: las aves.
Cornejas, cuervos, estorninos y zorzales son estupendos repobladores forestales de esta especie. Estas fotos que pongo a continuación están sacadas al sur de Teruel capital, una zona cercana a la carretera N-234. Las imágenes hablan por sí mismas. Y es que el recorrido lineal de la línea en trenzado de baja tensión y los antiguos postes son posaderos perfectos de muchas de estas aves. Debajo crece un auténtico sabinar lineal siguiendo la línea eléctrica y con agrupaciones mayoritarias en torno a los postes, zonas donde las aves se posan con mayor profusión.
¿Qué tal una experiencia piloto en el Pancrudo?
1 comentario:
Bonitos lugares.
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