En octubre del año 2009 se celebró en Aguilar del Alfambra la I Fiesta del Chopo Cabecero con el objetivo de reivindicar un paisaje y una especie muy característica de nuestra tierra. Se pretendía llamar la atención tanto de los peligros que la amenazan como de su potencial para promover una línea de desarrollo sustentable gracias a constituir un doble patrimonio: natural y cultural.
Si la dimensión natural es evidente, no lo es menos la cultural, y esto es crucial entenderlo: sin intervención humana estos árboles no serían esculturas vivientes y su paisaje no sería equiparable al de oliveras o dehesas. En definitiva, nos encontramos ante un bien cuya entidad y potencial nos remite al mudéjar, la paleontología y otros grandes patrimonios turolenses y aragoneses. Por eso, fueron objetivos tan importantes en 2009 alertar y respaldar iniciativas que garantizaran su supervivencia y explotación racional.
La anterior edición no sólo fue un éxito en cuanto a asistencia, or ganización e impacto mediático; no sólo porque este año tome el relevo Torre los Negros, mostrando la amplitud de esta reivindicación de la sociedad aragonesa y turolense; sino también porque en un año se ha avanzado en los objetivos citados. Hoy existe mayor sensibilización en torno a la especie como patrimonio, lo que se detecta en la multiplicación de iniciativas para su cuidado y puesta en valor. En otros lugares de España se mira a Teruel y al Alto Alfambra como referencia en el patrimonio de los árboles trasmochos. Quien aún no confíe en él debería empezar a hacerlo o perderá una oportunidad.
En la Fiesta del Chopo Cabecero, decíamos, la sociedad civil exhibe una iniciativa en la que no debe quedar rezagada la administración autonómica. El Centro de Estudios del Jiloca, el Ayuntamiento de Torre los Negros y la Asociación de vecinos y amigos de Torre los Negros “El Horno”, han trabajado durante meses de forma conjunta para volver a dar a conocer nuestro paisaje y patrimonio, lo que sucederá tanto en la Fiesta el próximo 24 de octubre como en la jornada internacional dedicada a los trasmochos el día 23 en Calamocha. En época de crisis nuestros pueblos muestran una vitalidad envidiable. Es una materia prima imposible de ignorar, impensable desperdiciarla.
Fomentar la protección de los cabeceros, difundir su valor ecológico, cultural y paisajístico, conocer experiencias de conservación, gestión y divulgación de los árboles trasmochos en otros países europeos de la mano de expertos, la presentación del Observatorio de Árboles Singulares y saber cómo podría ser un recurso para el desarrollo rural, son algunos de los objetivos nuevos o heredados de Aguilar del Alfambra y sobre los que se quiere profundizar en Torre los Negros y Calamocha.
Torre los Negros, en la cuenca del Pancrudo, también dará a conocer sus chopos con la intención de pasar el testigo en próximas ediciones a otras localidades que sientan los árboles como alguien de su familia. El recorrido desde el pueblo hasta el Puente de San Miguel nos permitirá descubrir las choperas de cabeceros, sus valores y su importancia en nuestra cultura y raíces colectivas; como decía José Antonio Labordeta: Somos, como esos viejos árboles… Nuestro paisaje no es una herencia de nuestros abuelos, sino un préstamo de nuestros nietos. Quizá con esa visión entenderemos mejor la importancia de nuestra responsabilidad.
Los chopos cabeceros han sido parte de la vida de Torre los Negros. Antes y ahora siguen siendo el lugar de juegos, sueños y aventuras. Antes y ahora son recordados por los que han tenido relación con ellos. Antes y ahora son símbolo de la infancia como el territorio de los juegos, de la adolescencia como compañeros de los primeros cigarros y los primeros amores, de la madurez del trabajo y del acompañamiento de una nueva generación que reproduce una vez más la vida. Antes y ahora son la añoranza del anciano. Antes y ahora son parte de nosotros. Saber recoger el pasado y soñar el futuro de forma colectiva, no podemos imaginarlo sin nuestros chopos cabeceros.
Pilar Sarto Fraj, es miembro del del Centro de Estudios del Jiloca; e Ivo Aragón de la portavocía Plataforma Aguilar Natural
1 comentario:
Interesante, resaltas la importancia de los árboles trasmochos como parte del patrimonio natural y cultural de la región, y enfatizas la necesidad de su conservación y valorización para las generaciones futuras.
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