Preparando la jornada de campo del curso Ornitología Práctica en tierras del Jiloca y Gallocanta nos fuimos una tarde a conocer el marojal de Collados, un robledal que se extiende por la solana de la sierra de Pelarda.
Era una tarde calurosa y los pájaros no estaban por la labor. Florecían las plantas del sotobosque aprovechando que todavía no le han nacido las nuevas hojas al marojo. Entre las hierbecillas abundaban unas orugas negras.
Entrando en el bosque, en el margen del camino vimos una pequeña cerrada construida con grandes cantos redondeados de cuarcita. En su interior, comenzamos a ver unos marojos poco habituales, más altos que los del entorno. En cada árbol, de cada tronco nacía un conjunto de ramas a la misma altura y de la misma edad como resultado de una escamonda previa. No había duda.
Eran marojos trasmochos, los primeros que hemos encontrado en estas tierras. Nos llevamos una sorpresa y una alegría.
Formaban un alargado conjunto de 70 árboles. En su mayoría eran jóvenes y soportaban pocas vigas. Habrían recibido una o dos escamondas, como mucho. El más robusto tenía 186 cm. de perímetro y había otros de 158 y 153 cm.
Sobre los troncos y ramas crecían profusamente los líquenes corticícolas.
Pero no fue la única sorpresa de la jornada. Recorriendo los campos que hay en la otra parte del término nos llamó la atención un árbol solitario y achaparrado que crecía sobre una loma. Parecía un rebollo trasmocho y nos acercamos a verlo.
Tenía un grueso tronco y ramas que le nacían a dos alturas. Nos dio un perímetro de 340 cm. y una altura de unos 10 m. Su corteza estaba tapizada del liquen Xanthoria parietina, especie muy amante de superficies soleadas.
No es nada común el fresno en el valle del Pancrudo y aún más lejos de los cursos de agua, sobre un collado. Mucho menos encontrar un ejemplar trasmocho y viejo. Este árbol es otro monumento vivo.
Entre tanto descubrimiento casi no le hicimos caso a los chopos cabeceros de los arroyos que, dirección Olalla, buscan el Pancrudo a través de la rambla del Sabinar.
Tres especies diferentes de árboles trasmochos en Collados. ¡Y eso que no buscamos al sabimbre!
2 comentarios:
Creo que estaría muy bien comenzar a confeccionar el catálogo de árboles singulares y especies singulares de la comarca del Jiloca... parece que hay bastante cosa escondida :)
Es raro encontrar muchos arboles trasmochos, algo mas debe haber pasado ahi.
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