Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

miércoles, 3 de agosto de 2011

EN EL NACIMIENTO DE LA NUEVA CULTURA DE LA TIERRA

La Nueva Cultura del Agua es una novedosa concepción sobre la relación entre el ser humano y el agua. Esta corriente de pensamiento considera que debe superarse el modelo vigente de gestión que considera a esta sustancia química únicamente como un recurso económico para nuestra especie, y propone integrar otros valores que no han sido incorporado como los ambientales y sociales, enfocando su aprovechamiento de un modo sostenible. Profesores de la Universidad de Zaragoza han participado en su gestación y, en la actualidad, trasciende los límites peninsulares participando numerosos investigadores y técnicos a través de la Fundación Nueva Cultura del Agua.

Hace un par de meses, la asociación Aguilar Natural organizó la 1ª Jornada Científico-Cultural de Aguilar del Alfambra que llevó por título “La Geología en la sociedad del Conocimiento”. José Antonio y yo tuvimos la oportunidad de asistir a uno de estos escasos lujos que se prodigan en esta tierra donde aprendimos y disfrutamos a partes iguales.

Un conjunto de cinco ponencias a cargo de José Luis Simón, Javier Martínez, Francho Beltrán, Fermín Villarroya y Julia Escorihuela y una mesa redonda abordaron una nueva visión de la Geología haciendo hincapié en su función social y con una perspectiva aragonesa e incluso local. No en vano, el debate sobre el modelo de gestión de la Gea, entre el conocimiento, la conservación y la cultura por un lado, y la extracción de las arcillas para su uso el la industria cerámica levantina por otro, está en el candelero en el Alto Alfambra.

Una crónica sobre los contenidos y aportaciones de las cinco ponencias y de la mesa redonda puede consultarse en la página de la Plataforma Aguilar Natural mientras que un breve documental con imágenes sobre la jornada puede consultarse en El Solanar de la Sierra

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Como bien dijo José Luis Simón la jornada de Aguilar del Alfambra va a tener una dimensión universal pues fue en la mesa redonda de la tarde cuando se enunció el borrador del manifiesto “Geología para una nueva Cultura de la Tierra”. Es un documento abierto a nuevas aportaciones aunque será la base de una nueva relación entre nuestra especie y la Geosfera. A continuación lo adjuntamos.

Las asociaciones, colectivos y personas que firmamos el presente manifiesto lo hacemos movidos por el respeto hacia el patrimonio geológico como parte de nuestra naturaleza irrepetible y también de nuestra identidad territorial.
OBSERVAMOS que las sociedades avanzadas valoran cada vez más la culturacientífica de la Tierra. La gea se descubre como auténtico laboratorio de divulgación,aprendizaje y recreo, y la exploración de sus secretos se incorpora a la oferta del turismo cultural y el eco-turismo. Algunas administraciones públicas dan ya a esta realidad emergente un estatus legal con la declaración de Lugares de Interés Geológico o con la incorporación de los conceptos de geodiversidad y geoparque a la legislación protectora del medio natural.
SABEMOS que la Geología ha tenido un papel destacado en la exploración y explotación de los recursos del subsuelo, y que ha apoyado a la Ingeniería en la construcción de las grandes infraestructuras civiles que vertebran y nutren el sistema
socioeconómico.
Pero en nuestra ‘sociedad del conocimiento’, DECLARAMOS LA NECESIDAD de una ciencia al servicio no sólo del desarrollo y la innovación, sino también de la sostenibilidad, la salud y la armonía del planeta.
En este contexto, CREEMOS que la Geología cobra una dimensión formidable como ciencia que nos permite comprender la dinámica de la Tierra, el tempo y la escala de sus procesos, y también las consecuencias de nuestra intromisión en ellos. Así, las ciencias de la Tierra irrumpen en campos nuevos como la protección ambiental y la prevención de catástrofes naturales, a la vez que aspiran a superar la incomprensión con que nuestra sociedad recibe a veces sus aportaciones cuando éstas contravienen los intereses dominantes. Hoy sabemos que no es posible nuestra supervivencia como
especie sin una adaptación inteligente a la dinámica del planeta.
RECONOCEMOS que, desde hace milenios, la minería ha sido una actividad profundamente transformadora del medio físico y de las colectividades humanas. Nos ha provisto de materias primas con las que hemos construido herramientas y viviendas,
nos ha ayudado a sobrevivir y ha favorecido el desarrollo de nuestra economía y nuestra cultura. Pero también ha producido un hondo deterioro en los paisajes y en las relaciones sociales; de la mano del colonialismo, en todas sus facetas y etapas
históricas, la codicia desmedida que con frecuencia desata ha levantado y hundido la economía de regiones y países, ha devastado territorios y ha esclavizado pueblos. En un mundo que comienza a ver la necesidad de ajustar el crecimiento a los límites que imponen el tamaño y los recursos del planeta, a la vez que proclama el valor universal
de los derechos humanos, NO ENTENDEMOS que la minería del siglo XXI pueda seguir practicándose bajo los supuestos y principios de antaño.
Por todo ello, MANIFESTAMOS, que se hace necesaria una Nueva Cultura de la Tierra, una nueva mirada sobre nuestro planeta que sustituya la depredación de sus recursos materiales por la búsqueda honesta de la sabiduría que emana. Que reemplace la prioridad del beneficio de quien explota y comercializa los recursos por el derecho de
la humanidad a su bienestar y a evitar el fracaso de la explotación ilimitada. Una Nueva
Cultura de la Tierra que es también nueva cultura del Agua, del Clima y de la Vida.
Geosfera, hidrosfera, atmósfera, biosfera y antroposfera deben integrar un sistema en equilibrio o colapsarán por el eslabón más débil. Los humanos, una especie animal más entre los millones que pueblan y han poblado la Tierra, somos unos recién
llegados a este hogar común y no podemos arrogarnos el derecho a ser sus administradores únicos. Mucho menos, a malbaratarla como si nuestra generaciónhubiere de ser la última en habitarla.

Aguilar de Alfambra, 4 de junio de 2011

Si quieres participar en la redacción definitiva de este MANIFIESTO envía tus propuestas y sugerencias razonadas a aguilarnatural@yahoo.com

Tras ello, nos acercamos a la ermita de la Virgen de la Peña para asomarnos al magnífico cañón fluvial y para interpretar la formación de este cluse, recientemente declarado Lugar de Interés Geológico por el Departamento de Medio Ambiente de Aragón.

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En definitiva, fue un día histórico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La tierra no es nuestra, somos meros administradores temporales.