Aunque siempre me ha gustado conocer otras tierras, desde muy niño he disfrutado las vacaciones estivales en Calamocha. De niño y jovenzano, con mi abuela Paca. De mayor, con Carmen y nuestros hijos. Y, desde este pueblo, he podido ir descubriendo los diversos parajes y los valores naturales que reúne la comarca del Jiloca.
Por eso nunca he entendido la poca consideración con la que se trata desde los medios de comunicación la posibilidad de disfrutar las vacaciones estivales en los miles de pueblos que salpican la península Ibérica. Hay que ir a la playa. El resto de las opciones son residuales, de gente pobre y sin otra opción.
Bueno, pues parece que la pobreza se está extendiendo en esta crisis económica y social. Y la opción de descansar y disfrutar en la casa familiar del pueblo ya no es tan denigrada por los
media. Incluso, como ocurre en nuestra tierra, se está fomentando el turismo intracomunitario como hemos podido ver con la reciente campaña publicitaria
“¿Veraneas o aragoneas? Yo aragoneo” que ha promovido el Gobierno de Aragón.
Desde esta bitácora queremos ofrecer a los lectores un ramillete de posibilidades para conocer, aprender, disfrutar, compartir o enseñar la Naturaleza en la comarca del Jiloca durante las vacaciones estivales. Solo un requisito, ganas de madrugar para aprovechar las primeras horas del día, las de mayor actividad de la vida silvestre y las más agradables para el paseo.
Y para ello hemos preparado un catálogo de lugares de interés natural. Bueno lo prepararon hace cuatro años Inés Alonso, Darío González, Patricia Lizama, Chabi de Jaime, Esther Cortés y Kevin Rando en forma de la página “
Espacios naturales del Jiloca” durante su 2º de Secundaria para el concurso “A Navegar” organizado por el portal Educared de Fundación Telefónica. Durante años, por problemas técnicos, no hemos podido tener acceso pero finalmente en estos días ha vuelto a estar operativo, lo que nos ha dado una gran alegría.
Os invitamos a visitarla. Contiene información básica de 25 bosques singulares, lugares de interés geológico y espacios naturales naturales más o menos protegidos repartidos en el valle del Jiloca, la sierra de Cucalón, el valle del Pancrudo, la sierra de Lidón, el Campo Romanos, la cuenca de Gallocanta o Sierra Menera. Es un trabajo escolar, sencillo por tanto, pero riguroso.
En cada un los los parajes se indica el acceso, se aportan los datos técnicos, se describen de forma breve los valores naturales, se incluye una galería fotográfica propia y una serie de vivencias personales que nos aportaron diversos investigadores y naturalistas vinculadas a este territorio, algunas de las cuales están siendo publicadas en este blog.
Hay mil posibilidades.
Descubrir la población de alcaudón dorsirrojo en el puerto de Fonfría, observar las evoluciones de las mariposas en cualquier charca o regato, recoger té de monte en los peñascos calizos, ver caer la tarde en los rodenos de Peracense, descubrir los barrancos perdidos de la Muela de Anadón, preparar bolsas de espliego para aromatizar los armarios roperos, recorrer los páramos de Cosa o de Torre los Negros llevándonos el aroma de la ajedrea en las botas, salir a buscar caracoles tras alguna tormenta, descubrirse con la monumentalidad de los chopos cabeceros o los rebollos trasmochos de Barrachina, andar en silencio la rambla de Nueros, escuchar la sinfonía nocturna de las aves esteparias en la loma de Blancas o imaginar el hundimiento tectónico que formó el valle del Jiloca en la falla de Rubielos.
Es tan enriquecedor para nosotros el escuchar las observaciones de la Naturaleza de nuestros mayores como mostrar a los niños los fascinantes secretos de la vida de los pequeños animales. En lo primero, la reciente historia rural de la mayor parte de la población aragonesa –como en casi todos los países mediterráneos- nos otorga una ventaja. En cuanto a la educación ambiental, vamos con un poco de retraso con respecto a los anglosajones que tienen una gran tradición naturalista.
Para los aficionados a la observación de la vida silvestre recomendamos dos lecturas.
La “Guía del Naturalista” del genial Gerald Durrell (Blume Ediciones) que hace unos años regaló la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja y que puede encontrarse en bibliotecas y librerías de usado …
y el estupendo y más cercano “Historias del bosque y guía del naturalista de forestas” de nuestro amigo José Manuel González, (Prames Ediciones) que nunca dejaremos de ponderar y que resulta fácil de adquirir actualmente.
Todo un tiempo de oportunidades de aprender y disfrutar de la Naturaleza en la puerta de casa…..
1 comentario:
La página "Espacios naturales de la comarca del Jiloca"... ¡simplemente genial! Enhorabuena.
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