Hemos tomado el pueblo de Mas de Barberans para preparar la excursión por hacia “Els Ports de Tortosa-Beseit”. Ofrece varias posibilidades de alojamientos rurales: Apartamentos Turísticos de Mas de Barberans “La Vall de Silvestre”, La Llar de Mas, y casa rural Can de Pla. Nosotros nos alojamos en Can Plá, muy confortable y con buen trato.
El pueblo es un balcón. Hacia el Este se extiende el Delta del Ebro y hacia el Norte las imponentes murallas rocosas del Parque de El Ports. Se sitúa en un inmenso valle de olivos, algunos de ellos centenarios, árboles muy viejos enriquecen un paisaje de contrastes entre el mar Mediterráneo y las montañas orientales de la Cordillera Ibérica.
La crisis afecta muy de lleno a esta Comarca. Las industrias de muebles de La Sènia están cerrando. La apuesta por el turismo rural sufre la crisis, al depender estas zonas de una clase media baja, que es la principal afectada. Aunque esta Comarca ya sufrió a finales del siglo XX una profunda crisis que transformo todo su tejido social.
El declive rural de este pueblo se inicia en la postguerra de la guerra civil española de 1936-1939. Los últimos años -entre 1948-1952- de actividad de la agrupación guerrillera de Levante y Aragón -los maquis del AGLA-, tras la represión llevada a cabo por el General Pizarro en las áreas de Gúdar y el Maestrazgo les obliga a desplazarse a estas tierras, donde las mismas tácticas represivas terminaron minando la moral no sólo de los guerrilleros, sino también de la población civil, pobladores de las masías. Los masoveros sufrieron tanto el acoso de la Guardia Civil y sus “contrapartidas” -guardias de paisano que transitaban por los montes y campos haciéndose pasar por guerrilleros- y el Maquis. Terminaron abandonando esta forma de vida de hábitat disperso directamente asentados en áreas de producción agrícola-ganadera. Los años sesenta trajeron una apertura a España, que posibilitó el inicio de polos de desarrollo industrial, a los que se encaminaron los campesinos, en quizás unos de los mayores éxodos rurales del país. Todo ello produjo un cambio de las actividades del territorio que generaron cambios en el paisaje. La domesticación en torno a la agricultura y la ganadería, con el aprovechamiento de leñas, de maderas, el abancalamiento de laderas para el cultivo, de gestión de los pastos, con una riqueza cultural y también de diversidad de ciertas especies de fauna y flora, dio paso al asilvestramiento, un paisaje muy naturalizado, pero no exento de riesgos, como son los incendios forestales.
En la memoria de habitantes más viejos, con los que aún podemos charrar en las pequeñas calles del pueblo, se conserva esta etapa histórica, así como la presión sufrida por el Patrimonio Forestal del Estado para desplazar a los pastores y recuperar los montes como pinar. En sus sentimientos se entremezcla dolor, pero también agradables recuerdos de aquellas casas y tierras que un día abandonaron arriba en la montaña.
La singularidad de la Fageda de Retaule, donde habitan las hayas más meridionales del continente europeo, precisamente reside en la enorme diversidad de este pequeño bosque ubicado en el Barranco Retaule. Comparte espacio junto al pino negral y el silvestre, enebros, boj, avellanos, arces, tejos y acebos. Puede apreciarse que conviven en un mismo hábitat especies muy exigentes en humedad, más atlánticas, junto a aquellas propias de estas latitudes mediterráneas de montaña. Y junto a ellas, en el sotobosque vive una flora muy singular, para la que la primavera es el mejor momento para identificarla, constituida en muchos casos por endemismos surgidos de esa isla biogegráfica que constituye este espacio.
Para llegar al hayedo hay que recorrer un excursión de ida y vuelta, cresteando diversos picos. Desde esos altos obtenemos una visión del conjunto quebrado de este relieve que aboca al mar.
Una excursión que iniciamos en el área recreativa natural de “La Vall”, localizada a 480 metros sobre el nivel de mar, hasta donde puede llegarse por una pista forestal en buen estado, transitando por el Barranco de la Vall, con un pequeño riachuelo canalizado, pero con un gran movimiento de piedras en su lecho, que nos indican periodos de gran turbulencia en las tormentas estivales que se desencadenan en esta montaña.
Una curiosa formación rocosa “La Joca” nos franquea por la izquierda en toda nuestra ascensión hasta “El Coll de l’Assuca”, bajo “La Mola dels Conills”. Una zona de umbría poblada de pinares, arces, extensos rodales de boj, junto a carrascales, es la maquia, de donde procede el nombre que adoptaron aquellos guerrilleros republicanos, el maquis. En muchos lugares pueden apreciarse los muros de piedra que protegían los bancales de cultivo de la erosión, bancales sobre los que hoy se extiende el bosque. En tiempos se cultivaron desde Mas de Barro, que también atravesamos, del que quedan las ruinas. También nos percatamos de la labor artesanal en torno a las fuentes, recogiendo el agua con troncos ahuecados, como es el caso de la Fuente de Paradis, o las del Retaule a la que llegaremos al final del trayecto.
Desde “la Portella de la Calça” comenzamos el descenso por “el barranco Retaule”, atravesando “el Mas de Pataques” y nos adentramos en este barranco frondoso y húmedo. Llegaremos hasta “la Fuente de Retaule”, desde donde podremos acercarnos a abrazar al “Pi Gros” -pino negral de unos 700 años de edad, con unas proporciones de 33 metros de altura y 6 metros de diámetro-. Un poco antes ya hemos acariciado “el Pare Faig”, una vieja haya de unos 250 años, que deja al descubierto su extensa red de raíces al abrirse paso por la ladera, donde las lluvias le van descarnando la capa de suelo que las cubría.
Nuestro retorno lo haremos por “el Pla de Torn” y “El Teixet”. Supone dar un rodeo al trazado de ida, recorriendo una amplia extensión de pinares y ascender a las crestas, desde donde observar el mar, también el relieve abrupto de Els Ports. Llegamos de nuevo a “la Portella de la Calça”, retomamos los pasos ya dados y comenzamos el descenso hacía nuestro punto de origen en “el Barranco la Vall”.
Información útil: 26,8 km de longitud, 1350 metros de ascenso total y 1509 metros de descenso total
Angel Marco Barea y María Jesús Zuriaga Gascón (angelmarco2@telefonica.net)
1 comentario:
Adjunto enlace para acceder al track de la ruta: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do
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