Barrachina es uno de los municipios con más chopos cabeceros de la cuenca del río Pancrudo. La mayoría se encuentran en la vega, entre los campos de regadío y, sobre todo, en la ribera, aunque también hay buenos grupos en el tramo bajo de la rambla de Nueros.
Muy cerca del pueblo se encuentran dos de los ejemplares más notables que conocemos. Para encontrarlos hay que bajar hacia la antigua fábrica de harinas; cruzando el puente sobre el Pancrudo hay que tomar un camino que remonta aguas arriba entre huertas y choperas.
En seguida, destaca un gran árbol que crece entre el camino y una acequia.
Sus coordenadas son 0656812/4528301 y la altitud 1015 m. El tronco está abierto desde el mismo suelo en tres grandes sectores. Su perímetro normal de tronco (a 1,30 m.) es de 10,00 m. su diámetro normal correspondiéndole un diámetro normal de 3,16 m. Es uno de los mayores chopos cabeceros conocidos. Las vigas, que arrancan a los 4 m. del suelo, parten de unas diez cabezas y son muy finas por haber sido escamondado hace menos de seis años. La fronda es sana gracias a la escamonda de rejuvenecimiento.
El tronco, sin embargo, presenta una gran abertura central. Está hendido, realmente. En su interior crecían las setas en julio y no faltaban acúmulos de nueces roídas por los ratones de campo. Una parte del tronco ha sido desgajada y ha caído sobre el campo vecino, habiendo sido cortada y retirada. Es un árbol de juegos infantiles. En su entorno, en el verano de 2012, se construyó una empalizada hecha de palos finos atados entre sí. Su accesible tronco invita a ser trepado.
Otro ejemplar se encuentra aguas arriba, a varios cientos de metros del primero.
Está en una curva cerrada del camino. Sus coordenadas son 0657339/4528019 y la altitud del paraje es de 1015 m. El tronco está dividido en cuatro sectores. Su perímetro normal de tronco es de 9,90 m. (diámetro normal de 3,15 m.). Otro gigante. Tiene un hueco accesible y que no llega al suelo, en el que se acumulan cortezas y palos. Hay pocos abultamientos con brotes epicórmicos. El tronco se ramifica en siete cabezas, estando muerta una de ellas, que soportan unas nueve vigas y unas catorce vigatillas. Su última escamonda tuvo lugar hace unos 15 años por lo que la fronda ofrece un aspecto saludable. El diámetro de copa es de 15 m. mientras que su altura total es de 17 m.
Se trata de dos ejemplos de árboles viejos en los que el mantenimiento de los cuidados (escamondas) y la presencia próxima del freático asegura su longevidad.
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