Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

viernes, 20 de octubre de 2017

FLORECEN LAS INICIATIVAS SOBRE EL AZAFRÁN

Entra el otoño. Asoman los días grises. Resurge el marrón intenso de los secanos recién labrados tras las últimas lluvias. Amarillean los chopos en las riberas. Tan apenas verdean los rastrojos tras este septiembre seco. Un par de colores faltan en el paisaje rural de las gentes del Jiloca que ya vamos entrados en años: el púrpura de las viñas y el morado de la flor del azafrán. 


Uno y otro, organizaban el tiempo y también la vida de nuestros mayores durante el mes de octubre. Uno y otro, eran cultivos muy familiares pues eran muchos los labradores que los cultivaban. Uno y otro, formaban parte de la economía agraria polifuncional. Uno y otro, constituían los paisajes agrarios propios de aquellos tiempos de policultivo.

El viñedo, tras los cierres de las cooperativas de Báguena y San Martín, solo sobrevive en el entorno del Bajo Jiloca. Ahora integradas bajo la marca de la Denominación de Origen Calatayud. Hablar de despoblación en pueblos como Burbáguena es hablar del arranque de viñas. Forma parte del mismo hecho, del mismo tiempo. Sin embargo, ha sido una agonía -en muchas zonas extinción- que no ha trascendido fuera. En Aragón quedan muchas comarcas con una importante superficie de viña y con solventes cooperativas y empresas vinícolas. 

Sin embargo no ha ocurrido lo mismo con el azafrán. El zafrán, de nuestros mayores. Un desplome total. En cuarenta años pasó de 1.080 hectáreas cultivas en Aragón (en su mayor parte en el valle del Jiloca y sierras cercanas) a 2 hectáreas que llegó a quedar reducido a principios del actual siglo. Resistió el cultivo en tres municipios: Blancas, Caminreal, Fuentes Claras y Monreal del Campo.

Para recoger y difundir la cultura que integra, el Ayuntamiento de Monreal del Campo creó el Museo del Azafrán, una institución activa que capaz de organizar tanto actividades culturales como de promover un recurso turístico con nombre propio en las tierras del Jiloca.

La desaparición del zafrán de su último bastión significaba la desaparición del mismo en todo el Aragón. Un golpe a la cultura rural. Para evitarlo la Diputación Provincial de Teruel creó una línea de ayudas económicas directas. En paralelo, se abrieron otras líneas de investigación para mejorar su cultivo, caracterizar el producción y mejorar la calidad que ha desarrollado el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria del Gobierno de Aragón.

Algunos vecinos mantenían cultivos testimoniales en parcelas de mínima superficie, a modo de capricho. Los fotógrafos se las veían y deseaban para encontrar parcelas que fotografiar, sobre todo de campos de cultivo productivo, como quien busca un nido de águilas. Algo escaso.

Fuente: Museo del Azafrán de Monreal del Campo
Las subvenciones cursaron su efecto. Se ha pasado en poco más de una década, de dos a diez hectáreas cuidadas por una veintena de agricultores. No es mucho, pero parece que el suelo ya se ha tocado. Se han creado asociaciones de productores. Se han creado empresas que venden azafrán y productos elaborados con esta especie. Algo muy importante, se ha creado un producto comercial.

Pero, en paralelo, desde diversas instituciones, se están poniendo en marcha numerosas iniciativas e interesantes de las que queremos informar.

Infatigable, y desde 2003, el Museo del Azafrán sigue organizando las "Jornadas del Azafrán", este año con un programa completísimo y variado en cuanto a sus actividades. Literatura, teatro, cine, gastronomía, circo, conferencias, fotografía, grabado y, como no puede ser menos, salida al campo para coger la rosa. Este es el programa:


Y, desde 2015, el "Concurso de Fotografía sobre el Azafrán" para animar a recoger la belleza que encierra este cultivo y su aprovechamiento entre los aficionados. Se adjuntan las bases:


Este año se ha celebrado una nueva iniciativa desde el Centro de Estudios del Jiloca y la Fundación Universitaria "Antonio Gargallo", con el patrocinio de ADRI Jiloca-Gallocanta. En septiembre tuvo lugar el curso "El azafrán: cultivo y manejo de la especia" en el marco de la Universidad de Verano de Teruel. Sobre los objetivos, contenidos y programa, se adjunta este enlace.


Este pequeño aumento de cultivadores ha supuesto también un crecimiento en cuanto a las localidades y a las personas implicadas en el tema, lo que siempre ofrece nuevas ideas para su difusión. Como ejemplo, las Jornadas Intergalácticas "El Azafrán en Bañón" que organiza Azafrán La Cerrada con la colaboración de la A.C. Vanyon y el Ayuntamiento de esta localidad. Sí, sí, intergalácticas. ¡Ahí queda eso! 


Bueno, lo dicho, florecen las iniciativas sobre el azafrán. En especial, las culturales. 

2 comentarios:

Jesus Lechon dijo...

Los números lo dicen todo e impresionan mas a quien de un modo u otro vivió aquellos años de las mil hectáreas, ahora comprendo mejor a mi padre cuando hace años le pedí que me consiguiera unas cebollas de azafrán que me habían pedido y apenas pudo encontrar alguna en algún granero de Torrijo
Recuerdos
Arrancar la viña fue una tragedia vital, pero eso ya es otra historia

Anónimo dijo...

Buen trabajo, el azafrán es una planta muy hermosa y se cultiva en muchas partes del mundo.



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Trabajo en una compañia de gas mexicana.