En Aragón es un ave estival. Llega en mayo desde el occidente del África subsahariana para criar y, tras ello, retorna en agosto y primeros de septiembre a sus cuarteles de invernada. En ambos pasos migratorios, el previo a la cría y el posterior a la misma, atraviesa un gran contingente de ejemplares de países más norteños. Estas aves emplean los carrizales aragoneses como lugar de descanso y aprovisionamiento tras los fatigosos viajes nocturnos.
Los anilladores observamos que conforme avanza el paso migratorio los carriceros comunes que marcamos tienen un mayor tamaño. Según una regla ecológica aquellas poblaciones de animales homeotermos, es decir, los que mantienen constante e independiente de la del medio externo su temperatura corporal, que proceden de territorios situadas a mayor latitud presentan una menor relación superficie/volumen para así reducir las pérdidas energéticas. Por el contrario aquellas que son naturales de zonas más próximas a los trópicos, tienen dicho cociente menor y son de menor tamaño.
2 comentarios:
Es muy curioso porque también se ha retrasado en un par de semanas o tres el grueso de la migración de grullas. Hasta ahora nos hemos encontrado esta misma situación documentada en la temporada 2001 - 2002 (http://naturaxilocae.blogspot.com/2008/09/ya-han-llegado-las-primeras-grullas.html). Habría que comparar estos meses de septiembre y octubre. En cuanto estén los datos de octubre subiré unos gráficos.
Espero que esta hermosa especie de ave no sea afectada por las bajas temperaturas.
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