Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

miércoles, 2 de marzo de 2011

PAÍS DE ALMENDROS

El Campo Romanos es una de las subcomarcas con más personalidad de esta parte de la cordillera Ibérica.

Enmarcada por el este por las sierras de Cucalón, Pelarda, Peco y Modorra, y por el valle del Jiloca por el oeste, se extiende una amplia planicie de tierras arcillosas entre las que se intercalan bancos calizos horizontales.

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Estos forman los escarpes de Nombrevilla, Retascón, Anento o Cuencabuena al quedar abiertos por la erosión remontante  de los barrancos.

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El Huerva se adosa a las sierras orientales. Parece que tema ser capturado por el vigor del Jiloca. Su estrecha vega, indicador de su caudal habitual, aglutina a un buen número de pequeños pueblos dispuesto muy próximos unos con otros.

Ignorando las artificiales fronteras provinciales (entre Teruel y Zaragoza) e incluso las recientes comarcales (entre Jiloca y Campo de Daroca) aglutina un conjunto de pueblos y paisajes dotados de una propia identidad.

Y uno de los elementos que le dan identidad son los almendros que crecen en sus campos.

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Alineados en los márgenes de los campos de secanos forman un paisaje singular. Ya se atisban desde la autovía Mudéjar (A-23). Todavía mejor, desde el tren (eje viario histórico en este territorio). Y aún mejor, recorriendo las carreteras secundarias que unen pueblos como Villahermosa, Lanzuela, Badules, Villarreal, Romanos o Villadoz, por citar alguno.

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Son testimonio de un modelo casi perdido de agricultura extensiva en el que se favorecía el policultivo. Cosechas de cereal intercaladas de frutales de secano (noguera, almendro). En su mayoría son árboles de grueso tronco y grandes dimensiones. Es posible que con más de sesenta años. Sería interesante conocer la historia de este cultivo en esta zona.

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Los árboles ejercían un ligero sombreado y de acción cortavientos. Los ribazos aún tienen cierta anchura lo que favorece a la comunidad de depredadores que participan en el control de las plagas agrícolas. Aprovechando los ribazos, con sus vigorosas raíces sujetan los taludes y ofrecen cosechas de almendras.

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Son árboles de variedades de floración tardía para sobrellevar las regulares heladas de marzo y abril, pues estamos hablando de un territorio situado sobre los 950 m. de altitud. 

Algunos árboles son de grandes dimensiones. Incluso enormes, como este localizado cerca del Arroyo de la Cañada (Ferreruela de Huerva).

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Otros, al ser desprovistos de sus ramas, ofrecen el aspecto de viejos trasmochos.

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Estos almendros, sin formar extensiones como en el Bajo Aragón o hacia el Mijares, crean un paisaje arbolado dotado de gran personalidad que se diferencia de las monótonas extensiones cerealistas a que han quedado reducidos los actuales secanos.

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Con zarzas bajo su copa, con las almendras de varios años sin recoger, testigos de los cambios en el campo, estos viejos árboles de tronco retorcido son un patrimonio. Y, en breves semanas, una explosión de flores blancas …..

5 comentarios:

Fer dijo...

Esa zona es sin duda un paisaje con identidad propia. Y eso que las concentraciones parcelarias a buen seguro han acabado con muchos en los últimos tiempos.

Las gentes del Campo Romanos deberían ser conscientes de esa riqueza paisajística y promover la plantación de nuevos almendros en sus linderos... es uno de los paisajes más bonitos que se pueden ver a lo largo de toda la autovía Mudéjar.

Marisa dijo...

Pues creo que son más de sesenta años, pero mi tío Ceferino Herrero Sabirón, de Lanzuela, te lo podrá decir seguro, porque sigue cosechándolos y está muy pendiente de ellos. Tiene 80 y pico años y es de los pocos que pasa prácticamente todo el año en el pueblo (sólo pasan en Zaragoza las Navidades). Yo pensaba que lo mío era una opinión subjetiva, que la zona me parecía ser preciosa por ser la tierra de la que provengo, pero me encanta leer que otros piensan igual!! :-)

Chabier dijo...

Hola, Marisa.
Algo más echaba yo. Unos 70-80 años. Sería interesante saber qué motivó a iniciar este cultivo en un territorio tan amplio...

Anónimo dijo...

Quien pudiera ahora mismo darse un paseo por ahi disfrutar y respirar de la paz y nostalgia que trasnmiten los paisajes.

Saludos

office desks sydney dijo...

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