Durante las pasadas Jornadas y Fiesta en torno al chopo cabecero desarrolladas en Calamocha y Torre los Negros (Teruel) respectivamente, se contó con la presencia de Dominique Mansion, artista plástico y presidente de “La Maison Botanique”, un espacio-museo localizado en la localidad de Boursay (Francia), entre Chartres y Tours, vinculado a la naturaleza y la cultura popular.
Durante los paseos por las riberas del Pancrudo, Dominique continuamente preguntaba por los usos tradicionales de la vegetación del entorno: ¿para qué se usaban aquí las ramas de chopo?, ¿y las cañas?, ...¿cómo se llama aquí a este arbusto?, ¿para qué se usaba?... Fue entonces cuando nos comunicó la idea que tenía de realizar una exposición en la que mostrar los diferentes elementos realizados con materias vegetales del entorno para fabricar escobas. Su idea era mostrar cómo la diversidad y peculiaridades de los espacios geográficos, así como los valores culturales de las sociedades a ellos ligadas, dan lugar a diferentes usos y desarrollan diferentes artesanías. Con un mismo elemento vegetal (caña, chopo, carrasca,...), cada zona posee útiles y artesanías propias. También se da el caso de que para la manufactura de un mismo útil se usen materias primas diferentes, dependiendo de las disponibles en la zona.
La cuestión es que, gracias a la colaboración y trabajo de Jose Antonio, un naturalista y “artesano” de Bañón, pudimos conseguir dos muestras de las escobas que se fabricaban en la zona: una escoba para barrer la era (hecha con guillomo) y una escobilla de barrer las comederas del ganado ovino (hecha con efedra), para dárselas a Dominique.
Finalmente estas escobas viajaron a Francia y se incorporaron en la exposición que, con el título de «Du balai !» (algo así como “De escobas”), se inauguró el pasado mes de diciembre en “La Maison Botanique”. Esta exposición presenta una gran variedad de plantas utilizadas para la fabricación de escobas, brochas, pinceles y otros elementos relacionados con tareas de limpieza. Muestra los métodos tradicionales de fabricación, las materias primas utilizadas (diferenciando por zonas geográficas), así como una serie de juegos e ilustraciones relacionadas con los materiales, los artesanos y algunas historias fantásticas relacionadas con las escobas, centradas en el mundo de las brujas y el mito de las escobas voladoras.
Las fotos de esta exposición nos llegaron hace unos días, lo que hizo que nos alegráramos y enorgulleciéramos mucho, al tiempo que nos sentíamos algo entristecidos al comprobar cómo en nuestro territorio se echan de menos este tipo de iniciativas...
En el Jiloca encontramos cestos, esteras, gayatas,...o escobas hechas con diferentes materiales, con denominaciones locales propias, muy ligadas al medio natural y cultural en el que surgieron, que son muestras de la cultura popular de nuestros pueblos y que, lamentablemente, están desapareciendo por numerosas causas. Es importante dar a conocer todo este patrimonio cultural y ponerlo en valor de alguna manera. Los artesanos y gentes que los fabricaban han dejado de hacerlo, pero podemos conservar esa sabiduría y conocimiento de la naturaleza dándola a conocer. ¿O es que aquí no se valoran este tipo de cosas y en Francia sí? Está en nuestras manos la respuesta a esta pregunta.
Pilar Edo
2 comentarios:
Aqui no se valoran este tipo de cosas en francia si.
Las fotos de la exposición nos llegaron hace unos días, provocando una mezcla de alegría y orgullo, así como una cierta tristeza al notar la falta de iniciativas similares en nuestro territorio. En la región del Jiloca, se encuentran cestos, esteras, gayatas y escobas hechas con diferentes materiales y con denominaciones locales propias, todas ligadas al medio natural y cultural. Sin embargo, estas muestras de cultura popular están desapareciendo por diversas razones.
Es crucial dar a conocer y valorar este patrimonio cultural. Aunque los artesanos que fabricaban estos objetos han dejado de hacerlo, podemos conservar su sabiduría y conocimiento mediante la difusión y promoción de estas tradiciones. La pregunta que debemos hacernos es si valoramos este tipo de patrimonio tanto como lo hacen en Francia, y la respuesta está en nuestras manos.
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