Al hilo de los últimos post de Chabier, hablemos de frío.
Hoy en día es noticia. Lamentablemente estamos sufriendo un proceso mediático de “mediterranealización” que nos hace olvidar que el nuestro también es un país de frío continental invernal, no todo es sol y playa. La gente vive en las ciudades y allí normalmente las temperaturas se atenúan. Eso y el cambio climático, que parece que obliga a que tengamos que ir los inviernos en manga corta.
Unos días antes de lo que pueden llegar a ser los días más fríos del invierno (las predicciones indican heladas fuertes y nevadas en cotas bajas) hablemos del frío invierno, de esa estación que este año casi la tenemos desaparecida pues el anticiclón nos acompaña desde hace meses y pese a que las heladas nocturnas no suelen faltar echamos de menos la nieve y los temporales norteños. Es normal que nos preguntemos qué fue del “mal tiempo”. En el valle del Ebro algunos almendros cercanos a Zaragoza comienzan a florecer y dentro de la ciudad a algunos árboles aun no se les ha caído completamente la hoja, algo impensable en nuestras tierras a estas alturas de la estación.
A día de hoy, pese a lo que puede parecer, en buena parte del Jiloca y Gallocanta la temperatura media de lo que llevamos de invierno será similar a la histórica, acaso levemente más elevada. Diciembre ha sido más cálido en general, pero enero está siendo más frío.
El pasado mes de diciembre fue un mes muy seco, habría que remontarse hasta 2001 para encontrar un mes similar, y si rebuscamos en el archivo hasta los meses de diciembre de 1972 (4,6 mm.), 1957 (4 mm.), 1966 (1,9 mm.) y 1974 (0,1 mm.), como extremo diciembre de 1961, cuando no cayó ni una gota. Estos meses de diciembre fueron, por lo general, bastante más fríos que el pasado mes (5,2ºC de media): diciembre de 2001 -1,1 ºC, diciembre 1957 1ºC, diciembre de 1966 3,4 ºC, diciembre de 1972 3,5 ºC, diciembre de 1974 3,7 ºC, diciembre 1961 5,1 ºC.
Nuestros páramos y valles helados son parte del interior frío peninsular, un frío con denominación de origen Teruel. Nuestros antepasados han convivido siempre con los rigores climáticos del invierno, el de las noches bajo cero, la rosada, las fuentes y lavaderos helados y los temporales de nieve.
Cuencabuena – Campo Romanos, 2010
Pero echemos la vista atrás a los episodios invernales más significativos, consultando los datos meteorológicos de los observatorios de Calamocha “VOR” y Calamocha “San Roque”.
Meses invernales con 31 días de helada:
enero año 2000 (temperatura media 0,7 ºC, media de las máximas 7,1ºC, media de las mínimas –5,7 ºC, mínima absoluta -9ºC)
diciembre año 1970 (temperatura media –1,3 ºC, media de las máximas 5 ºC, media de las mínimas –7,5 ºC, mínima absoluta –23 ºC)
Mínimas absolutas:
-30 ºC (17-12-1963), mes de diciembre con 24 días de helada. Temperatura media del mes: –0,1 ºC
-24,5 ºC (04-01-1971) mes de enero con 25 días de helada. Temperatura media del mes: 0,4 º C
-23,0 ºC (30-12-1970) mes de diciembre con 30 días de helada. Temperatura media del mes: –1,3 ºC
-20 ºC (28-01-1952) mes de enero con 10 días de helada. Temperatura media del mes: –0,2 ºC
-20 ºC (16-01-1985) mes de enero con 22 días de helada. Temperatura media del mes: 0,5 ºC
-20ºC (25-12-2001), mes de diciembre con 30 días de helada. Temperatura media del mes: –1,1 ºC
Días de nieve:
11 días de nieve en diciembre de 1950, 8 días en enero de 2010. Más situaciones de nevadas en la zona puedes consultarlas aquí.
Para hacernos una idea de la tendencia que llevamos en cuanto a las temperaturas mínimas por debajo de los 0º C hemos recurrido a la estación meteorológica de Daroca, que en 2009 cumplió un siglo de observaciones ininterrumpidas, en el que ha logrado una de las series climatológicas más largas de la red española, figurando entre las cuatro estaciones termopluviométricas más antiguas.
Si analizamos los días de helada anuales desde entonces (en este caso desde el año 1920) nos encontramos con esto:
Si echamos un vistazo a las temperaturas mínimas absolutas vemos esto:
¿Tendrán razón nuestros abuelos cuando dicen que estos inviernos no son los de antes? La percepción de la gente es algo fácilmente modelable e influenciable con el paso del tiempo, pero los datos de las estaciones meteorológicas no, están ahí.
Ojos de El Poyo – Fuentes Claras. 17 de diciembre de 2010 (-9ºC)
Aun queda mucho invierno por pasar y los modelos auguran la llegada de mucho frío… siberiano.