Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

domingo, 12 de mayo de 2013

EL RUISEÑOR Y LA NEVADA

En alguna zona de pastos húmedos de Senegal o Nigeria. Primera semana de abril. El macho de ruiseñor común está inquieto. Minuto a minuto, el día lleva alargando desde hace tres meses. Sus sensores lo detectan y las glándulas producen hormonas que cambian su metabolismo y su comportamiento. El que durante meses era un tranquilo ejemplar comienza a transformarse en un superhéroe, en un “increíble Hulk”, como diría nuestro amigo el migratólogo Alex Onrubia. 

luscinia megarhynchos

Hay que tomar una decisión de iniciar el vuelo migratorio hacia el territorio de cría. Pero, ¿cuándo?

Partir pronto le asegura llegar el primero a tomar posesión del territorio de cría de todos los años pero puede venir retrasada la primavera y faltarle alimento, justo tras haber realizado un enorme esfuerzo de vuelo durante varios días.

Retrasarse ofrece más garantía de que no faltara el alimento sobre el suelo del huerto pero también supone el riesgo de encontrarse un joven macho que se ha apropiado del territorio y lo pregona con su potente canto.

Hay que arriesgar.

Este año se escuchó el primer ruiseñor común entre las escasas junqueras y zarzas del río Las Monjas la tarde del 13 de abril. En el huerto y jardín de casa, un par de días más tarde. Algo más pronto que otros años.

Desde la madreselva comienza a cantar desde la seis de la mañana (hora oficial) hasta las once, continuando al atardecer desde las seis hasta las diez. El ¡choki-chokichoki! y el potente y aflautado “¡¡píupíupíu!! repetido lentamente recuerdan a otros machos que este huerto con arbustos situado en el borde de la vega del Jiloca, está ocupado.

 

Calamocha

Ruiseñor común. Foto: Rodrigo Pérez

Las hembras todavía no han llegado. De momento el canto tiene una función de comunicación con los competidores.

Durante varios días las medias no bajan de 15 ºC y las máximas superan los 25 ºC. Los invertebrados se movilizan. Abunda el alimento. Se le ve fácilmente recorriendo la superficie del huerto en rápidos salticos. Pero, las más de las veces que no canta se encuentra entre las hojas caídas de la madreselva o bajo el seto de aligustres.

Cambia el tiempo. La madrugada del 22 amanecimos con –2,2 ºC. La siguiente, por si quedaba alguna esperanza de que escapara alguna flor del cerezo, la temperatura fue de –3,4 ºC. Nuestro clima, inclemente, muestras las uñas. San Jorge el laminero se volvió a llevar la fruta del granero.

El sábado 27 es un día desapacible, muy frío. Por la noche comienza a nevar y amanece el huerto cubierto de nieve …..

DSC_1450

en el que estoicas aguantan las jóvenes plantas de cebolla y puerro recién puestas…

DSC_1449

el verdín …

DSC_1451

el montón de troncos ….

DSC_1458

y hasta las ramillas del plátano….

DSC_1448 

Sigue nevando todo el día. En silencio. Sin parar….

No se oye a un alma en el jardín.

Las golondrinas y aviones comunes que llevaban días sobrevolando el pueblo, las supongo lejos del Jiloca, en tierras más bajas donde la nieve sea lluvia. Pero, los gorriones, los carboneros, el ruiseñor, ¿dónde están? 

El domingo es día de estar en casa. Con la estufa encendida y la cortina de la ventana, dedicas la jornada al ordenador con el rabillo del ojo puesto en lo que se mueve por el huerto. Solo copos de nieve, horas y horas.

DSC_1459

No se oye el ruiseñor.

El lunes la nieve se ha hecho lluvia. Sigue cayendo pero por la tarde comienza a abrir ventana.

Vuelven a merodear los gorriones por el huerto, todo parece tomar el ritmo habitual, pero falta alguien….

De madrugada, como un campeón, entre las ramas del aligustre que crece bajo la terraza, brota el potente gorjeo de nuestro querido ruiseñor recordando que ese pequeño territorio sigue teniendo dueño.

¿Cuántos habrán muerto tras este temporal de nieve? Nunca lo sabremos ….

¿Cómo habrá aguantado este par de duros días este pajarico? Pues con sus reservas y con un metabolismo plástico ensayado tras milenios por cientos y cientos de generaciones de ruiseñores que, mediante la simple técnica del ensayo y error van cincelando la anatomía, la fisiología y el comportamiento de la especie.

Estos primeros días de mayo aún no ha llegado la hembra. Cuando se establezca, el macho redoblará en sus gorjeos durante semanas durante el día y la noche.

Vienen días de dormir menos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que post tan bonito! Felicidades!
Pabloscos.

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Felicitaciones.
José Luis L. (Ejulve)

Antonio dijo...

Nunca nieva a gusto de todos, he dado una vuelta por los Ojos de Caminreal y sospecho que se han perdido los nidos de Aguilucho lagunero, aplastados por la nevada, minimo 7