LA COMARCA DEL JILOCA... A VISTA DE GRULLA

Aunque a veces que parece que un viaje termina cuando vas a coger el avión, el tren o el coche de vuelta casa, es posible que aún tengas algo de lo que disfrutar durante el trayecto. Este es el motivo de este artículo. El pasado domingo, día 8 de Febrero, volví a casa tras pasar una semana de vacaciones en Punta Cana. Llegué al Aeropuerto de Madrid-Barajas poco después de las 12h del mediodía, con 3ºC de temperatura y toda la sierra de Navacerrada nevada, habiéndome subido al avión a casi 30ºC en Punta Cana.

Tras unas 3 horas de escala, tomé el avión que me traería finalmente hasta Barcelona, que despegó pasadas las 16h de Madrid. La visibilidad era excelente y tuve la suerte de tener el asiento junto a la ventanilla, en el lado derecho del avión. A los 15 minutos de despegar, alcanzamos nuestra altitud de crucero, 30000 pies (9200 metros) para este vuelo, sobre la vertical de la provincia de Guadalajara. 

Al momento, miré por la ventanilla y me encuentro con esto:

El contorno de la Laguna de Gallocanta se veía perfectamente, inconfundible, con una ligera lámina de agua en la parte central. Aún se podían ver tímidos restos de la nevada de días atrás, aunque nos separasen unos cuantos metros del suelo, se percibía perfectamente la sensación de frío ahí abajo.

Al momento, pude distinguir sin ningún problema Calamocha, en el centro de la imagen, el embalse de Lechago un poco a su izquierda y la inconfundible llanura por la que transcurre el curso alto del río Jiloca, así como la zona de Sierra Palomera, parcialmente nevada.

Con una visión un poco más amplia, se puede distinguir, en la parte inferior de la imagen, el sur del Campo de Romanos, atravesado por la Autovía Mudéjar (A-23), y el claro estrechamiento del Valle del Jiloca, aguas abajo, hacia Daroca.

Poco a poco, vamos sobrevolando la Comarca, de Oeste a Este, prácticamente siguiendo la frontera entre las provincias de Teruel y Zaragoza. La Laguna de Gallocanta esta vez desde otra perspectiva, con el reflejo del sol en sus aguas y también en la ventanilla del avión...

Finalmente, cerrando la Comarca del Jiloca por el Este, aparecen las inconfundibles sierras de Oriche y Fonfría, las cuales forman parte de la Sierra de Cucalón. En estas áreas, unas de las más elevadas de la Comarca, la nieve se aferra al terreno, y aún se resistirá unos días a desaparecer.

Sin duda fue una experiencia muy emocionante poder contemplar la mayoría de elementos geográficos característicos de parte de la Comarca del Jiloca. La buena visibilidad me permitió contemplar entusiasmado la grandeza de este terreno desde una perspectiva por el momento desconocida para mí.