El pasado día 20 de junio un temporal descargó una importante precipitación en esta parte de la cordillera Ibérica. Si bien fue tardía para salvar la pobre cosecha de cereal, sí que alivió la sequía de otros cultivos como el girasol, las forrajeras de secano o el mismo almendro. Los aguaceros se sucedieron a lo largo del día y las trombas de agua llegaron a ser intensas. En los cultivos leñosos de secano (vid, cerezo, almendro) y en los dedicados a herbáceas que se encuentran en barbecho, es habitual pasar el cultivador en primavera para eliminar las plantas arvenses y reducir la pérdida de agua en el suelo. Los suelos quedan entonces desprotegidos.
En la cuenca del río Aguas Vivas, estas precipitaciones también fueron importantes. El Sistema Automático de Información Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro (SAIH) indica que la estación situada en Herrera de los Navarros registró 26,8 L/m2 mientras que en el vecino Cucalón (ya en la cuenca del Huerva) se recogieron 30,6 L/m2.
Ayer domingo estuvimos recorriendo el valle del Reajo, afluente del río Cámaras que nace en los montes de Mezquita de Loscos y desemboca cerca de Santa Cruz de Nogueras.
Encontramos numerosas huellas de erosión, tanto profundos surcos como depósitos de sedimentos, en los barbechos labrados como en los campos de almendros o en los nuevos plantíos de carrasca trufera.
En una misma parcela situada pudimos tomar estas dos imágenes que os adjuntamos. Se trata de una finca situada en una ladera con una notable pendiente, similar en casi toda su extensión, con un sustrato geológico similar (acúmulos de ladera sin cementar de cuarcita y basaltos) y, suponemos, idéntico régimen pluviométrico pues distaban menos de cien metros.
Esta primera foto, algo quemada por tomarse a contraluz, muestra regueros de erosión. La ladera tiene un largo recorrido que está interrumpido por un ribazo situado a diferente altura. La longitud y profundidad de los regueros es diferente en cada una de las cuatro porciones. Cuando el recorrido es corto, la erosión es escasa (cuartel superior derecha). En la parcela superior izquierda el tramo recorrido por la escorrentía es bastante más largo, lo que ha creado una apreciable erosión y ha favorecido el paso del flujo de agua hacia la parcela inferior izquierda que, aún siendo más corto, no ha podido absorber todo el manto de agua en circulación. En el cuartel inferior izquierda, los regueros son más numerosos, largos y profundos.
¿Qué hubiera ocurrido si hubiesen existido varios ribazos en esta misma parcela? Con certeza puede afirmarse que la erosión hubiese sido menor y la infiltración –las reservas de agua para la nueva sementera- bastante mayor.
Los antepasados no dejaban ribazos por capricho, sino por necesidad.
La foto siguiente, muestra otro sector de la misma parcela en la que se aprecia la escasa incidencia de la erosión hídrica por la menor longitud de los tramos y por la presencia de un amplio ribazo arbolado.
Es preocupante que en las concentraciones parcelarias realizadas en otros pueblos de la sierra de Cucalón, como las realizadas en Fonfría, Bea o Lagueruela, no haya sido tenido suficientemente en cuenta estos aspectos agronómicos.
1 comentario:
La erosión es un proceso natural pero, la actividad humana puede acelerar y agravar la erosión en ciertos casos. La deforestación, la agricultura no sostenible, la urbanización sin planificación y otras prácticas humanas pueden contribuir significativamente a la erosión del suelo.
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Trabajo en una compañia de gas mexicana.
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