Ya hemos pasado el ecuador del verano en la Iberica turolense, la mayoría de las aves han terminado su ciclo reproductor y estamos viendo los primeros pasos de aves migratorias hacia sus cuarteles de invierno.
Hace unos días se hizo eco la prensa aragonesa de una noticia que hablaba de plagas de ratones asolando los cultivos de patatas en el Campo de Bello y de las propuestas de su gestión por el Gobierno de Aragón.
Como no puede ser de otro modo, la Naturaleza controla sus propias plagas, más de 400 aves rapaces están colaborando con los agricultores para reducir esta plaga de ratones, topillos, ratilla campesina y otros micromamíferos terrestres. Muchas de estas rapaces han nacido en el propio entorno de la laguna de Gallocanta.
Sendas de topillo campesino
Otras muchas lo han hecho en tierras más lejanas encontrándose en Gallocanta durante su migración o dispersión juvenil, se han quedado para ayudar a sus congéneres y de paso a los propios agricultores de la zona.
Resulta un verdadero espectáculo natural ver tanta ave rapaz volando junta tras esta preciada comida a base de roedores. La actividad se acrecienta al amanecer y al atardecer. Entre las especies más destacadas está el aguilucho lagunero que aporta casi la mitad de los combatientes de este ejército alado contra los micromamíferos.
Macho de aguilucho lagunero. Foto: Rodrigo Pérez
A esta rapaz hay que añadir otras especies que son comunes en los campos de la zona en esta época del año, como son el aguilucho cenizo, el ratonero común, los cernícalos vulgar y primilla, el milano real y el milano negro.
A ellas se han unido el gavilán, el azor y el águila calzada, que se aproximan desde bosques cercanos para aprovechar este recurso temporal. Hay dos especies singulares que también están presentes. La amenazada águila perdicera, con ejemplares juveniles en dispersión. Y el búho campestre, rara rapaz más propia de latitudes norteñas que, en previsión de esta abundancia por el alto efectivo de roedores durante el pasado invierno y primavera, pensamos que, como mínimo, han criado dos parejas en los prados de la laguna.
Esto es lo que fácilmente puede verse durante el día, pero la batalla continúa durante la noche, con la participación de zorros, paniquesas, gatos monteses, fuinas y ginetas. Y las rapaces nocturnas Lechuza común, Búho chico, Búho real y el cada vez más raro mochuelo.
Mochuelo común. Foto: Rodrigo Pérez
Y a ellos hay que añadir los córvidos, como las picarazas, cornejas y cuervos. E incluso las culebras o víboras, tan poco valoradas e incluso perseguidas por el ser humano, que diezman sin tregua a los ratones y topillos.
Culebra verde (Malpolon monspessulanum) observada en Bello en esta semana. Foto: Amado Lizama
Al banquete, aunque con menos efectividad también se han unido los córvidos (cuervos, cornejas, picarazas, etc…)
Las bajas en la población de roedores pensamos que superan de largo el millar cada día.
¿Cómo respondemos los humanos ante esta colaboración gratuita?
A buen seguro algunos agricultores barajaran la posibilidad de utilizar venenos en esta lucha.
Desde la Asociación de Amigos de Gallocanta debemos recordar que en la naturaleza nada es considerado desperdicio y un ratón muerto por veneno envenenará de nuevo a cualquier depredador que se lo coma y este a su vez a quien vuelva a comer. En definitiva cualquier roedor envenenado y a la vista producirá bajas en nuestros aliados, con lo que, en poco tiempo, con veneno, inclinaremos la balanza del lado de los ratones. Por otra parte está abierta la media veda y aunque por suerte cada vez el colectivo de cazadores esta mas concienciado con el medio ambiente, todavía todos los años por estas fechas siguen ingresando en los Centros de Recuperación de Fauna numerosas rapaces victimas de desaprensivos portando armas de fuego. Como ha ocurrido con un alcotán herido encontrado el lunes en Tornos.
Alcotán encontrado herido en Tornos el pasado lunes. Foto: Ignacio Calvo
En otra ocasión se puede apuntar algunas ideas para colaborar con las rapaces y con otros depredadores en esta lucha contra los ratones. Se puede adelantar que montones de piedras y ribazos anchos plantados con árboles y arbustos serán nuestros aliados. De momento, simples palos o postes plantados ayudarían a descansar a nuestros aliados alados en su lucha sin cuartel contra las plagas de roedores.
Asociación de Amigos de Gallocanta
No hay comentarios:
Publicar un comentario