Aliaga, volvió a sorprendernos.
La VII Fiesta del Chopo Cabecero y sus cuatrocientos seguidores en esta ocasión, se encontraron el sábado 24 de octubre en Aliaga, allí donde las choperas de cabeceros, como una serpiente amarilla, atraviesan su paisaje geológico.
Ribera del río Guadalope en Aliaga. Foto: R. Pérez
Un “pantallazo” de otoño; una mezcla de ocres, marrores, amarillos, verdes cansados, rojos y rojizos; una mezcla de hojas y olores.
Otoño en Aliaga. Fotos: R. Pérez
La quietud calmada de un día nublado y un montón de organizadores y colaboradores …
Poster, mochila, cartel … organización. Fotos: R. McBride
en torno a “Salvemos Aliaga” y al Ayuntamiento, nos dio la bienvenida, con una megafonía estupenda ¡hay que felicitarla!, que permitió oír y sentir las palabras emocionadas, primero de Chabier explicando el programa del día, luego de José Luis Simón, presentándonos y haciéndonos partícipes de “las piedras que son más que piedras” y a lo largo del recorrido, los comentarios y explicaciones variados que permitieron que pudiéramos disfrutar del día y de todas las actividades que habían preparado.
Pliegues en calizas cretácicas en la Peña del Barbo, declarado Monumento Natural. Foto: R. Pérez
Aliaga, generadora de iniciativas como el Geoparque del Maestrazgo y Geolodía, es la cuna de la divulgación de la Geología en España por su geodiversidad, al máximo nivel en el ámbito europeo. Pliegues, fallas, fósiles, rocas, formas de relieve singulares, nos rodean. José Luis Simón nos ayuda a contemplar desde este mirador los últimos 200 millones de años de historia de nuestro planeta, nos explica “La Olla”, la cresta doblada sobre sí misma, calizas del periodo Cretácico, un pliegue vertical único en el mundo, una escultura de la naturaleza hecha por leyes naturales y tiempo, fuerzas que modelan y le dan una estructura interna y que permiten que se dé el proceso de esculpir.
Descifrando las historias que encierran las rocas frente a La Olla, el emblema del parque geológico. Foto: J.J. Marqués
El agua y el tiempo hacen su trabajo, el Guadalope, en cinco millones de años, vacía la llanura y corta a cuchillo la roca… atraviesa la cresta de la Olla y el estrecho de la Aldehuela generando un ecosistema de ribera que, ¡mira tú por dónde! es el que da cobijo a los chopos cabeceros que venimos a ver, vestidos de otoño para recibirnos.
El otoño en los chopos cabeceros de Aliaga. Foto: R. Pérez
Comenzamos la excursión caminando por la carretera, charlando, mirando y “tomándole el pulso al valle”, que late estupendamente.
Comienza el paseo hacia la ribera. Foto: J.J. Marqués
Al llegar al desvío a Campos alcanzamos la ribera del Guadalope y lo remontaremos por la orilla, entre los huertos y bajo los riscos.
El Guadalope y su ribera saliendo del pueblo de Aliaga. Foto: A. Paz
El paseo integra elementos de gran valor paisajístico, científico y ambiental: un espléndido bosque fluvial de chopo cabecero perfectamente integrado en el conjunto.
Rincones de Teruel donde se vive el otoño. Foto: D. Colás
La segunda parada explicativa la hacemos viendo la panorámica sobre la embocadura y el estrecho de la Aldehuela, donde el Guadalope vuelve a cortar formaciones más modernas, y allí nos volvemos a imaginar el mar y los dinosaurios…
Chabier y Fernando, en la ribera, nos explican los ecosistemas ribereños y nos presentan a “los abuelos”, allí, al lado del puente y el santuario de la Virgen de la Zarza. El hábitat que ofrecen los árboles, su evolución, lo que ha supuesto como recurso forestal …
Los chopos cabeceros encierran historias de gentes, paisajes y de pequeños organismos. Foto: D. Colás
Y es que aquí todo el mundo explica a todo el mundo lo que sabe. Julián Cruz, la restauración del santuario, al que ha dedicado un total de cinco años y a la que ahora dedica sus ratos teniéndola así de bonita, con el jardincillo… José María Carreras explica el arte religioso de la ermita, entre el XVII y el XVIII… y luego vemos el recién restaurado Molino Alto y también habrá voluntarios explicando el funcionamiento y manejando la maqueta.
Santuario de la Virgen de La Zarza. Fotos: R. Pérez
El chopo cabecero, que corre riesgo de desaparecer si no se arbitran las medidas necesarias para su conservación, es un ejemplo más de la grave regresión demográfica que está sufriendo la provincia... la presencia de cuatrocientas personas en Aliaga también tiene este toque reivindicativo.
La Fiesta del chopo Cabecero es también un encuentro de amigos. Foto: J.J. Marqués
A la vuelta del paseo, en el molino da tiempo de tomar una cervecita… este año ha sido más corta la excursión y hay raticos de charrar, de disfrutar del solecito que va saliendo tímidamente y de ver cómo los trepadores de la empresa Xiloforest nos hacen una demostración de escamonda sobre cuatro chopos.
Miguel Ángel Lázaro caudillando una larga viga junto al molino. Foto: J.J. Marqués
Como novedad de este año, los niños del pueblo plantan seis chopos para preparar una nueva generación de árboles.
Hacia una nueva generación de viejos árboles. Foto: J.J. Marqués
Poco a poco la gente va llegando al pabellón y contempla la exposición del II Concurso de Fotografía sobre el Chopo Cabecero. Hay tiempo para comprar unos quesos y unos embutidos, unos libros y unos discos, antes de comer.
Quesos, lomos, longaniza de la tierra. Fotos: R. McBride
La comida, estupenda, mesa por mesa –y así da más tiempo para intercambiar impresiones y reencontrarse- el hojaldre, el lomo, la tarta, el pan y el vino, buenísimo todo.
Javi Fidalgo, un artista en los fogones. Mientras tanto, el personal ya con gana. Fotos: R. McBride y R. Pérez
Y después de la comida, Fran, del Centro de Estudios del Jiloca, hace entrega de los premios del Concurso de fotografía.
Fran, reconociendo a los fotógrafos. Emilio, proponiendo proyectos. Pilar, presentando. Fotos: R. Pérez
Emilio Benedicto explica la nueva asociación naturalista: Entidad de Custodia del Territorio para la Conservación del Chopo Cabecero. Es una forma de organizarnos, unirnos y empezar a desarrollar medidas destinadas a la conservación y protección de estos árboles. Compartimos así iniciativa y experiencias con otros lugares como Burgos, Soria, Zaragoza y Castellón. La intención es que podamos trabajar conjuntamente las administraciones públicas, los propietarios de los chopos, las asociaciones naturalistas locales y los que andamos por el territorio… todos unidos podremos plantear nuevas iniciativas para la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad vinculada a nuestros viejos árboles.
Rafa Serra y José Antonio Montero, responsables de Quercus, la revista ambiental española decana recogiendo el premio “Amigo del Chopo Cabecero 2015”. Foto: R. McBride
A continuación se entrega el título Amigo del Chopo Cabecero 2015 a la Revista Quercus, siendo, además, un homenaje por su larga trayectoria de fomento del estudio, la conservación y la defensa de la Naturaleza y, en particular, por su sensibilidad por el chopo cabecero. Chabier introduce el premio explicando que es la revista de los amantes de la naturaleza, fundada en 1981, Quercus es una revista accesible y vigorosa, que lleva mucho trabajo detrás, en concreto de las dos personas que nos acompañan en esta ocasión: Rafa Serra, director y José Antonio Montero, redactor jefe. Intervienen ellos para agradecer este reconocimiento que supone valorar su trabajo, su apuesta y su empeño personal por mantenerla con la misma fuerza.
Nos decían “aquí nos encontramos con un tipo de gente de la que parte nos conoce y parte, aunque no nos conozca tiene una sensibilidad muy cercana a la de la revista, que es una sensibilidad orientada a la difusión de la biodiversidad, pero también a transmitir argumentos que ayuden a conservarla. Por eso nos sentimos muy acogidos”. Y esta otra opinión, un espaldarazo para las gentes que mueven estas iniciativas “lo que no es tampoco nada habitual es que del propio medio rural surja un movimiento de personas sensibilizadas que no solamente se planteen mantener la tradición, sino también difundirla y hacer que en este caso el chopo cabecero sea un símbolo de unos paisajes, de una forma de entender la vida y aprovechar esos recursos y que, además, hayan creado esta fiesta al árbol, que no es tan habitual”. La supervivencia es algo que une a Quercus y a los chopos cabeceros. Rafa y José Antonio explicaron que desde hace dos años, los propios trabajadores de la revista -dos periodistas y un maquetador-, tuvieron que asumir la tarea de darle viabilidad empresarial como proyecto editorial. Así pues es un proyecto autogestionado.
La revista Quercus y los viejos álamos negros trasmochos, ambos bien adaptados al medio, ambos resistentes. Foto: R. Pérez
Maribel Sáez, como representante de la Plataforma Salvemos Aliaga, manifiesta su agrado por lo bien que ha salido el día y agradece todas las colaboraciones que lo han hecho posible. Sergio Uche, alcalde de Aliaga, nos invita a mantener este tipo de iniciativas que defienden la naturaleza y los valores culturales y nos anima a ser los embajadores de la riqueza natural, geológica y paisajística del pueblo.
Juan Joaquín Marqués, Maribel Sáez y Sergio Uche, responsables de la –magnífica- organización de la fiesta. Foto: R. Pérez
El grupo Bucardo Folklore Aragonés, pone música al que ya es nuestro himno “Somos como esos viejos árboles”, de José Antonio Labordeta …
Carolus, entonando el Somos, con música de gaita aragonesa y de curdión. Foto: J.J. Marqués
y después bailamos fuera del pabellón, que se está muy bien …
Y disfrutando … que de eso se trata. Fotos: J.J. Marqués y R. McBride
y la gente se anima a dar una vuelta, algunos suben hasta el castillo, otros se van a quedar a dormir y dar un paseo al día siguiente…
Aliaga, donde se le toma el pulso al otoño en Teruel. Foto: R. Pérez
¡Y es que Aliaga bien merece una vuelta!
¡Felicidades a los organizadores!
Pilar Sarto (texto) / Rosa Pérez, Juan Joaquín Marqués, Rob McBride, Armand Paz y Diago Colás (fotos)
1 comentario:
No pude asistir. Y bien que me hubiera gustado. "Somos... como esos viejos árboles". Abrazos. Clemente.-
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