Primer año para mí en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Una de las asignaturas del primer cuatrimestre fue Etnología, dedicada a conocer las razas de cada especie animal. Una materia muy motivadora para los novatos, pues consiste en ver y conocer muchas cosas sobre vacas, perros, gatos, ovejas… y varias especies más.
Entrados ya en materia, el profesor Carlos Sañudo nos dice que tenemos que hacer un trabajo centrado en conocer una o varias razas de una determinada especie. Entonces se me ocurrió que podía hacerlo sobre las gallinas de corral que tanta gente cría en el ámbito rural. ¿Dónde centrarlo? En la Comarca del Jiloca, por supuesto.
Comencé entonces a planificar las visitas a diferentes corrales en las localidades de Calamocha, Tornos y Odón. Mi objetivo era conocer si la tendencia en los corrales era la de tener gallinas de razas puras o gallinas seleccionadas por algún aspecto productivo.
También era importante conocer más de cerca en qué consistía eso de criar gallinas. Por lo tanto comencé por preguntar sobre alimentación, ambiente y cuidados a los animales.
Después de haber recogido un montón de información sobre qué comen, donde viven y qué hacen, pasé a la parte fundamental del trabajo: las razas. Esta fue sin duda la parte más sorprendente, al encontrar razas de criadores aficionados realmente curiosas.
En Odón vi estas gallinas de raza Araucana, que no tienen cola y además ponen los huevos… ¡de color azul!
Otras, con ornamentas espectaculares y de pequeño tamaño, como esta hembra de raza Paduana:
También vi en la localidad de Calamocha, gallinas Sedosas, nombre que hace honor al plumaje de los ejemplares.
Y quizá la más llamativa de todas las que vi, fue la raza Guineana:
Además de estas y otras razas (curiosas cuanto menos), sin duda las reinas de los gallineros en el Jiloca, son las gallinas híbridas: cruce de varias razas para conseguir ejemplares más productivos. O como dice mi abuela, las de toda la vida.
A lo largo de todo el trabajo observé un total de 14 razas en 8 corrales. Además de las anteriores vi otras como la Serrana de Teruel, Castellana, Euskal Oiloa, Sussex, Brahma o Leghorn.
La gran conclusión del trabajo, fue que las estirpes de gallinas híbridas presentan el mayor censo y difusión con amplia diferencia. Así pues, el interés por las gallinas de raza se reduce a las personas que ponen verdadero interés en conseguirlas: no es común tener gallinas de razas puras.
También pude comprobar que la tradición es el motivo fundamental que induce a los criadores a producir gallinas, pero que razas autóctonas como la Serrana de Teruel, no tienen gran influencia porque son más difíciles de conseguir.
Tras todo lo que he aprendido en la realización de este trabajo, me queda de nuevo demostrado que hacer trabajo de campo, es la mejor forma de conocer algo en profundidad.
Alicia Benhamou
Estudiante de 1º de Veterinaria
Universidad de Zaragoza
1 comentario:
El INIA ha estado 35 años estudiando 15 razas autóctonas españolas y tiene publicaciones interesantes. Es curioso porque en ninguna de ellas sale la Serrana de Teruel. Conozco al coordinador y hablando un día con el tampoco conocía nada al respecto. ¿Podría tratarse de algún subtipo o forma similar de las reconocidas oficialmente?
http://www.mapama.gob.es/es/ganaderia/temas/zootecnia/razas-ganaderas/razas/catalogo/
www.inia.es/gcontrec/pub/CATALOGO_INIA_Gallinas_1290596384804.pdf
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