Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

sábado, 25 de febrero de 2012

DE ZARZAS Y NOMBRES

En los libros de plantas suele llamarse zarza a la planta que produce moras, también conocida como zarzamora (Rubus ulmifolius). A este arbusto trepador, en muchos pueblos del valle del Pancrudo se le llama morera, lo que a veces confunde con el árbol que produce las hojas que come el gusano de la seda, también presente en algunos pueblos de la zona y que los técnicos llaman moral (Morus alba y M. nigra).

Sin embargo en esta comarca, el nombre popular de zarza se reserva a los arbustos espinosos de cierto porte. Y el más conocido de todas ellas es la zarza escalambrujera. En el Jiloca es conocida simplemente como escalambrujera y a sus frutos, los escalambrujos. Sin embargo, en las Cuencas Mineras recibe el nombre de galabardera, denominación de origen nítidamente aragonés también compartida con los pueblos del Somontano Oscense. Estos nombres populares corresponden al nombre castellano de rosal silvestre o escaramujo (Rosa canina).

Dsc_7062

Es ahora cuando se comprende la necesidad que bien pronto tuvieron los científicos de asignar un nombre universal a cada especie de ser vivo. Lo cual no deja de ser compatible con mantener la gran riqueza cultural que supone los nombres populares, a los que hay que emplear para conservarlos al tiempo que prestigiarlos como tesoro que son.

Me gusta la frase de Rafel Vidaller, profundo estudioso de los nombres de las plantas y animales en Aragón que dice algo así como “ Sólo hay dos nombres buenos para cada ser vivo, el científico y el de tu pueblo”.

Los naturalistas, educadores y divulgadores acabamos empleando los términos recogidos en los libros. Esto tiene grandes ventajas en cuanto a comunicación pero favorece el abandono de los nombres vernáculos entre los usuarios y la adquisición del término “oficial” por aquellas que lo aprenden, lo que fomenta todavía más el retroceso de nombres preciosos y únicos. En fin, una retroalimentación negativa para los nombres populares (y la cultura local). Los alumnos del IES Valle del Jiloca, sobre todo los de Calamocha, prácticamente desconocen el significado original de ababol o cardelina, empleando de forma generalizada en su lugar amapola y jilguero. Picaraza sobrevive de milagro, tal vez por lo mal que nos suena por aquí eso de urraca.

A lo que íbamos. La zarza escalambrujera es un arbusto de tallos algo arqueados y con muchas espinas fuertes y recurvadas que alcanza una altura de entre uno y cinco metros. Las hojas son divididas presentando un número par de foliolos y un par de hojillas en la base del peciolo; todas las partes de la hoja carecen de pelillos. Las flores tienen cinco sépalos, cinco pétalos de color blanco o rosado, numerosos estambres y muchos carpelos que están rodeados por el extremo del tallo quedando ocultos (ovario ínfero). Los frutos (escalambrujos) son unas piezas ovoides de aspecto de trompo y color rojo. Es una especie muy variable y que con facilidad se confunde con otras rosas silvestres.

DSC_7063

Su hábitat dentro de los ecosistemas maduros corresponde a la orla arbustiva de los bosques maduros. Es decir, forma parte de la primera barrera defensiva junto con otras plantas espinosas y trepadoras. Pero también puede encontrarse en los claros abiertos en el seno de los bosques donde es una planta pionera en el proceso de recuperación. Una especie de cicatriz vegetal para cubrir con urgencia el suelo desnudo. Ya se sabe, el horror vacui de la vegetación.

En los terrenos cultivados, sobre todo en aquellos que crecen cerca del monte, se instala en los ribazos pudiendo a llegar a formar setos arbustivos más o menos cerrados. Estas líneas de vegetación leñosa de los márgenes ejerce numerosos beneficios ambientales en su entorno: frena el viento, mantiene la humedad del suelo, le aporta fertilidad y ofrece hábitat a los depredadores que controlan a las plagas. Esto lo han comprendido muy bien en Monreal del Campo donde, de la mano de Julio Sánchez (Agente de Protección de la Naturaleza) desde hace años se viene desarrollando un ambicioso proyecto de construcción de linderos en tierras de labor de propiedad municipal.

gileta_57-28

Tomada de la revista Gileta

Sin embargo, la zarza escalambrujera no goza de buena fama entre los agricultores ya que, al tratarse de una planta pionera, entra pronto en los barbechos a los pocos años de abandonar el laboreo. También influye la persistencia que tiene este espino. Si se corta, brota al poco con gran vigor. Si se le quema, ocurre otro tanto. Existe una gráfico refrán que dice algo así:

La zarza / si la cortas / la podas / y si la quemas / la femas.

Dentro del ecosistema, estos espinos cumplen múltiples funciones. Ofrecen alimento durante el invierno a roedores y pequeñas aves, son el hábitat de múltiples insectos, sobre todo durante la primavera, crean ambientes discretos que esconden los nidos de los escribecartas, crean espacios inaccesibles que favorecen la apertura de madrigueras en el suelo y, como, ya se ha comentado continúan el proceso de protección y recuperación del suelo evitando la erosión y aportando mantillo, favorecen el desarrollo de los hongos y la posterior entrada de los árboles. Es decir, forman parte de la comunidad de arbustos que facilitan la recuperación espontánea y natural del bosque, sin necesidad de hacer costosas e inciertas plantaciones de pinos, cultivos de escaso interés ambiental.

DSC_7100

En estos días de invierno, el intenso color royo de los frutos de la zarza escalambrujera destaca entre los tonos pardos y grises de nuestros montes. En los países atlánticos y centroeuropeos, el acebo resume con el lustroso verde de su hoja y el rojo de los frutillos la belleza invernal del bosque. En los secos montes del valle del Pancrudo, montes repelados durante siglos por el diente de la oveja, el escalambrujo aporta esas pinceladas de color que nos atrae la mirada. Es nuestro arbusto navideño.

2 comentarios:

Fer dijo...

En http://naturaxilocae.blogspot.com/2012/02/en-memoria-de-goran-lundin.html Carmina nos contaba que el tristemente fallecido Göran Lundin les enseñó a preparar sopa de escaramujo, algo que debe ser bastante frecuente en los países nórdicos (la recogida de los frutos rojos allí es casi deporte nacional).

Desconozco si por estas tierras se llegaba a tomar de alguna forma, pues siempre he oído que se le solía llamar "tapa culos"

Anónimo dijo...

Fernando se come la pulpa madura que es muy dolce,rosigando el escalambrujo,dejando las simientes llenas de pelos y despues fijo te pica el culo,a todos nos paso de zagales,dice el dicho : Escalambrujos come la zorra le pica el culo y muebe la coda.