El 1 de mayo estuve dando una vuelta por Torre los Negros viendo un espectáculo: todo verde. Con todo lo que ha llovido, la cosecha pinta muy bien y desde luego la paleta de colores no tenía desperdicio:
* El amarillo de las aliagas, que me recuerda el dicho de la Señora Pilar: “Cuando la aliaga florece, no habrá quien pan te deje, y cuando grana, ni tu hermana”, haciendo referencia a la época del año en la que las reservas de harina ya iban flaqueando.
* El morado de esas florecitas que son un espectáculo de belleza, de lejos, festoneando el paisaje y de cerca porque son una complejidad que se sabe hacer simple y preciosa.
* El verde nuevo de los chopos, menos impactante que el ocre otoñal, pero haciéndolo posible. Será manía personal, pero están más frescos los escamondados…
* El marrón de las orillas del río, que acaban de beber buenos tragos.
* El blanco de las rocas entre las flores o las flores entre las rocas de los ribazos.
* El marrón y gris de la tierra de los huertos ya iniciados en el trabajo de preparación y siembra.
* El rosa y blanco de las flores de los manzanos.
* La mezcla de verdes entre los chopos del Pancrudo y los campos limítrofes, de un verde intenso.
* El verde de la esperanza en una buena cosecha, que no se ve pero se huele y el verde de las buenas noticias que me han dado sobre la repoblación que se está haciendo de carrascas, pinos, enebros y sabinas por distintos lugares de Torre los Negros.
* El color de la lluvia de los caños de la fuente, saliendo todos.
* Faltaba el azul del cielo, pero el gris también permite valorar mejor los colores.
* No sé qué color ponerle a la aportación desinteresada de la gente que cuida las zonas comunes, que planta simiente de violas, que trasplanta romeros, lirios y los riega y los cuida para podamos disfrutar de ellos… quizá sería todo el arcoíris.
Y no voy a decir nada de los colores del huevo frito con chorizo y longaniza de casa que me hizo mi tía Conchita.
Esta vez me llevé máquina de fotos y aunque no son las estupendas a las que estamos acostumbrados en Natura Xilocae, ahí va mi aportación.
Pilar Sarto
1 comentario:
la paleta de colores ha estado a la altura y el final ha estado muy bien pintado, tambien se podrian haber descrito los olores y los sabores que de alli emanaban.
Publicar un comentario