La populicultura es una variante de la agricultura dedicada a la producción intensiva de madera de chopo. Se trata del cultivo de variedades selectas de chopos, generalmente híbridos, que persigue obtener fustes rectos, sin nudos ni ramas hasta los 6 y 8 metros, y en unas condiciones de máxima productividad mediante unos marcos de plantación más propios de un cultivo de frutales que de un bosque fluvial.
Vega del río Alfambra en Alfambra (Comunidad de Teruel). En primer plano, un viejo chopo cabecero requemado y muerto tras sucesivas quemas de ribazos. Al fondo, chopos canadienses en diversos turnos de desarrollo.
Estos cultivos son ambientes ecológicos muy pobres. Todos los árboles tienen la misma edad, carecen de huecos, tienen cortezas lisas y muy poca madera muerta en descomposición. A pesar de ello, en las vegas con plantaciones de chopos clónicos hay comunidades biológicas variadas por la alta productividad del medio. Pero, en muchas ocasiones, faltan estructuras que ofrezcan hábitat a los vertebrados terrestres.
Cuando tras alcanzar el diámetro deseado se cortan los chopos híbridos, se suele eliminar el tocón para evitar el rebrote y plantar otra estaquilla en el hueco dejado. Los montones de tocones son estructuras leñosas y terrosas que ofrecen refugio a pequeños mamíferos y a reptiles. Los grandes acúmulos de pequeñas ramas crean otras oportunidades también para vertebrados de menor tamaño.
Vega del río Pancrudo en Cutanda (Jiloca)
Estos pequeños espacios perdidos para la producción agrícola tienen un notable valor ambiental ya que favorecen a la vida silvestre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario