Los árboles que nos rodean son símbolos de nuestra relación con el lugar donde vivimos. Las personas estamos orgullosos de los árboles de nuestro entorno ya que son una representación de la belleza de los lugares que amamos, forman parte del patrimonio que recibimos de nuestros antepasados y de la herencia que legamos a las generaciones más jóvenes.
La Fundación Asociación Medioambiental de la República Checa puso en marcha en 2002 el concurso Strom Roku (Árbol del Año) para elegir a los árboles más queridos de entre los propuestos por la población. Los objetivos eran dos. El fomento de la relación positiva entre las personas y los viejos árboles por un lado, así como el fortalecimiento de la conciencia hacia el medio ambiente en general.
No se estaba buscando el más antiguo, ni el más alto, ni el más grande, ni el más hermoso o ni el árbol más raro. Se trataba de encontrar el más querido de los árboles, aquel que forma parte de la historia y de la cultura de una comunidad al mismo tiempo.
El número de personas que han participan en el proceso de elección del concurso en Chequia pasó de 1.400 en 2002 a 87.000 en 2008. En Eslovaquia, la Fundación Ekópolis comenzó la organización de un concurso similar en 2007.
En el año 2011/2012 el concurso adquirió un carácter internacional sumándose Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumanía y Francia a los dos citados. En el del año 2012/13 se incorporaron Italia, Irlanda y Escocia. En el siguiente y último concurso lo hizo además Gales, que se incorporó al última hora.
Este concurso tiene una primera fase en la que los ciudadanos proponen árboles para ellos especiales, bien a título particular bien de forma colectiva desde asociaciones, colegios y otras entidades. Un grupo de expertos visita los árboles y selecciona una docena de entre todos ellos. En una segunda fase, se realiza una votación popular por medio de una página web que requiere la identificación por correo electrónico eligiéndose el árbol que representa a ese país, lo que suele ocurrir a lo largo del mes de octubre.
La organización checa recaba informes de los árboles nominados y organiza la fase final del concurso European Tree of the Year. A lo largo del mes de febrero, los ciudadanos europeos pueden votar el árbol a través de la página www.treeoftheyear.org a su preferido.
El “Viejo Olmo” de Sliven (Bulgaria), fue el ganador del año 2014, recibiendo 77.526 votos.
En la citada página se pueden ver los árboles nominados y los resultados obtenidos.
Hasta la fecha, España no ha participado en el European Tree of the Year. En 2015, por primera vez, habrá Árbol Europeo del Año.
En breve, tendrás noticias.
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