Con motivo del certamen para la elección del Árbol Europeo del Año 2015, quienes nos sentimos motivados para dar a conocer la candidatura del Chopo del Remolinar de Aguilar del Alfambra, difundimos la propuesta a todos nuestros conocidos. Todos, sin excepción cuya dirección electrónica conocíamos. Entre ellos estaba Alejandro Abadía Paris, director del Grupo Filatélico de Samper de Calanda (Teruel) y uno de los filatélicos más prestigiados de Europa, tanto por sus colecciones de matasellos como por sus estudios técnicos. Fue precisamente Alejandro, después, por supuesto, de votarnos y de difundir la candidatura a sus conocidos (lo primero era lo primero), quien nos planteó la posibilidad de hacer un sello privado dedicado al Chopo cabecero de Alfambra.
¿Qué es esto de un sello privado? Voy a tratar de explicarlo. El Servicio Filatélico Nacional que depende de la Dirección General de Correos, todos los años saca un avance de los temas que desea filatelizar el año siguiente. Naturalmente es muy difícil y hay que tener muchísima influencia para conseguir meter un tema concreto en esta selección. Son los sellos que luego se reproducen por decenas de miles y que usamos en el franqueo del correo postal, los que aparecen en los catálogos oficiales, etc.
Pero desde hace unos años, siguiendo en esto una línea iniciada ya en otros países, permite la edición de sellos particulares, a iniciativa privada, que cuando reúnen unos requisitos mínimos de calidad de diseño, tirada, tema tratado, etc., pueden editarse y usarse en el franqueo normal de cartas o paquetes. Pero como la tirada suele ser corta (a Correos se le paga en función de la misma) y el tema atractivo y de fuerte contenido local, nunca se usan para franqueo pues salen mucho más caros que los sellos convencionales. Es decir, se trata de sellos oficiales (serie A) que pueden emplearse para envíos postales por España pero que no tienen distribución en estancos o en oficinas de correos, sino entre la entidad promotora.
En cualquier caso, siempre suele haber un mínimo de personas interesadas en adquirir estos sellos (filatélicos especializados o personas que se sienten atraídas por el tema porque les resulta cercano), y como tampoco salen muy caros, pues de esta forma se consigue hacer un sello de un tema próximo y atractivo, del que te quedas algunos ejemplares de recuerdo.
Hay que decir que Correos controla todas estas iniciativas (los sellos son útiles para el franqueo y constituyen también una buena fuente de ingresos a la Hacienda Pública), y no resulta fácil desarrollar estas iniciativas fuera de auténticos especialistas. De ahí que personalmente invite a adquirir algún sello de nuestro Chopo del Remolinar que se va a filatelizar con un bellísimo dibujo del gran artista turolense José Gonzalvo.
El sello va a ser emitido después de agosto y, al mismo tiempo, también lo será una tarjeta con el sello y un matasellos especial en el que, ahora sí, saldrá la imagen del Chopo Cabecero del Remolinar. El precio es el de coste: 1,70 euros el sello y 3 euros tarjeta+sello+matasello. Quien tenga interés debe hacer la reserva y enviándose después. Los pedidos se ajustan a las solicitudes, porque después es más complicado el repetir y volverlos a matasellar.
Me gustaría convenceros de la bondad de esta iniciativa. Puede ser un bello recuerdo y, además, también fui filatélico en mi infancia y algo me ha quedado de afición a los sellos desde entonces.
José María de Jaime Lorén
Pd. Quien desee reservar sellos puede escribir directamente al Grupo Filatélico de Samper de Calanda a la siguiente dirección: alejandroabadiaparis@gmail.com
1 comentario:
Era inevitable coleccionar sellos cuando uno era un niño, salir corriendo al patio de casa al oír la puerta y sentir “cartero”, dejando caer las cartas al suelo, todo un tesoro, ver entrar al cartero en el Barrio, bajar la costera, y seguirlo con la mirada, hasta la puerta de casa, verlo pasar de largo era toda una pena.
Romperemos el hielo, al menos un par para mí, por ese precio, uno para la eterna colección de la infancia, y otro para regalar. Ya casi nadie escribe cartas, ya tan solo logro coleccionar un par de docenas de sellos al año.
Recuerdos
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