Tarde de domingo en la ribera del Huerva.
Silencio en la chopera sólo roto por el crujir de las ramillas secas bajo nuestras botas. Silencio y frío.
Entre tallares de chopos negros, jóvenes canadienses y algún retorcido sabimbre se encuentra una pequeña dehesa de chopos cabeceros. En su entorno, recientes talas y huellas del fuego en las cortezas de los viejos trasmochos.
Un sonido extraño surge tras un muro de carrizos.
De repente, ante nuestra sorpresa, levantan el vuelo más de setenta azulones creando un gran alboroto en el ambiente.
Macho de ánade azulón. Foto tomada de T. Edelsten
El río Huerva es tan modesto que casi no es capaz de crear humedales a lo largo de su curso. En la única balsa que hemos encontrado, los ánades se juntan para descansar durante el día, siempre atentos a las escopetas y a los perros. Este domingo no han tenido problemas ….
La balsa es un diminuto oasis en la planicie del secano cerealista del Campo Romanos.
1 comentario:
Gran fotografia, se capto justo cuando volaba el ave, es una especie interesante y hermosa.
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