Uno de los arbustos más fáciles de reconocer y representativos de nuestros montes es la bocha blanca (Dorycnium pentaphyllum). En castellano, esta planta también es conocida como escobizo, mijediega o boja, así como cincoenrama (por la disposición de sus foliolos) aunque este nombre también es empleado para nombrar a algunas plantas del género Potentilla. Desconocemos el nombre vernáculo en nuestra zona.
La bocha blanca es un pequeño arbusto que alcanza los 50 cm. de altura. Tiene la base de los tallos leñosa y muy abundantes ramas herbáceas que se distribuyen dando un aspecto globoso o algo almohadillado al conjunto de la mata. Tanto los tallos como las hojas están tapizados de pequeños pelicos que le dan un aspecto verde grisáceo cuando no está en flor. Las hojas están divididas en cinco foliolos, lo que explica su nombre específico (D. pentaphyllum), que está insertos directamente en el tallo ya que carece de peciolo. Cada uno de ellos es bastante linear y ligeramente más grueso hacia el ápice. En primavera y principio de verano a la bocha blanca le nacen unos pequeñas flores blancas papilionadas, tan comunes entre las Leguminosas (o Fabáceas), familia a la que pertenecen. Estas se agrupan formando unos vistosos glomérulos blanquecinos que explican su nombre popular.
Forma parte de los matorrales secos y soleados procedentes de la degradación del bosque sobre suelos arcillosos o margosos, preferentemente sobre sustrato básicos. Pero también lo hace sobre pizarras muy meteorizadas, como encontramos en el Alto Aguasvivas, en Rudilla. Al fin y al cabo, estas rocas metamórficas producen arcillas cuando se alteran.
Produce un néctar muy abundante y un polen que las abejas agrupan formando pequeñas bolas. Es pues una importante especie melífera, muy apreciada por los colmeneros.
Estos días la floración se encuentra en su esplendor. El abril poco frío, las lluvias de mayo y este frescor de principios de junio están alargando la florada para gozo de las abejas. Los montes de la cabecera de la cabecera del Aguasvivas reciben estos días numerosas colmenas de carácter transhumante que suben desde el valle del Ebro o desde la costa levantina para aprovechar la abundancia de néctar de estas semanas.
1 comentario:
Es admirable observar la naturaleza y sobretodo reconfortante.
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