A su paso por Torralba de los Frailes, las Hoces del río Piedra tienen dos ambientes muy distintos.
Los grandes acantilados, tan del gusto de las aves rapaces y de naturalistas y escaladores, los encontramos aguas abajo del molino, en un paseo que puede realizarse por el fondo del valle o por el borde del cañón. La intensa deforestación histórica es la causa de la desaparición del bosque de ribera, a excepción de algunos chopos lombardos y de jóvenes fresnos que comienzan a salpicar los prados.
Sin embargo, si en el molino remontamos el valle entramos en otro ambiente. Es un cañón fluvial de relieves más modestos pero que, en cambio, conserva una vegetación de ribera mucho más desarrollada, tal vez por la menor presión del ganado y por la existencia de unas condiciones más umbrías que se asocian a la mayor angostura del estrecho.
Pegadas a las paredes calizas prosperan unas viejísimas hiedras de gruesas ramas. Son monumentales.
Algunos ejemplares tienen pocos troncos que se ramifican progresivamente…
Otros ejemplares tienen numerosos tallos que surgen desde el suelo y parecen formar un enreligado tallar de ramas ….
En ocasiones, los desprendimientos del cantil arrancan algunas ramas y reactivan puntualmente el crecimiento. En otros casos, se entrecruzan ramas diferentes …
A veces se superponen, en otros casos se conectan sus vasos.
Unas y otras, con su sombra, mantienen el frescor en estas rocas poco soleadas ofreciendo hábitat a currucas y petirrojos. Y entretenimiento a los naturalistas, siempre curiosos, siempre indagadores …
La hiedra prospera especialmente bien en este paraje.
Desde las paredes calizas se extiende tapizando el suelo hasta alcanzar la base de los troncos de los árboles.
A veces son los escasos chopos, robustos cabeceros pasados de escamonda pero muy sanos y hermosos …
Aunque las más de las veces lo hacen sobre los jóvenes fresnos que crecen crecen espigados bajo el peñasco. Y, junto a ellos, también lo hacen las hiedras que, tras tapizar el suelo, remontan los troncos …
El desarrollo del fresno y de la hiedra es simultáneo. Los troncos de uno y otra se engrosan a la vez, pero la hiedra invierte más energía en hoja y menos en leño. El fresno alcanza más altura, sombreando a la enrededera, que asciende más lentamente.
Ahora bien, bajo la fronda de la hiedra no hay rama verde de fresno. Es implacable.
Con los años la superficie foliar de la hiedra se multiplica y la fronda adquiere una densidad que recuerda a la de los hayedos.
Las finas ramas de la hiedra se desprenden de las ramas mayores, como en una pared, que están bien agarradas a las ramas del fresno. Pero el peso puede acabar con unas y otras. Entonces la hiedra muere de éxito.
Y no solo le puede ocurrir a una rama. También puede tronzarse un fresno completo .…
En los bosques ocurren complejas relaciones interespecíficas. Algunas, como la depredación, son espectaculares por su velocidad y dinamismo. Otras son más lentas y calladas, pero no menos dramáticas. Como la pugna por la luz entre la hiedra y el fresno y su fatal desenlace.
Pero la vida sigue. El fresno terminará sus días pero veremos cómo termina esta historia la hiedra. Este documental se rueda a velocidad lenta.
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