Ayer domingo, junto a la carretera que une Santa Eulalia y Orihuela, cerca del desvío a Monterde (en la partida de La Jara), Pepe Delgado pudo fotografiar a este gran bando de cigüeñas blancas mientras descansaba en un campo de labor. Era a primera hora de la tarde, una hora nada habitual para verlas descansando en su viaje migratorio ya que aprovechan las horas de calor en las que se forman las corrientes térmicas de aire, pues son aves planeadoras que evitan batir las alas. Seguramente tuvo que ver con la tormenta que en ese momento se estaba preparando por esta parte de la sierra de Albarracín. .
En pocos días llegarán hasta el estrecho de Gibraltar y, en algunos más, hasta más allá del desierto del Sahara donde les esperan las sabanas, las lluvias y las langostas, su alimento preferido.
El verano va llegando a su final y esta es una de sus señales …
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