Durante el pasado mes de julio, mientras seleccionaba los lugares para muestrear los murciélagos de las formaciones de chopo cabecero del río Pancrudo, aproveché para revisar varias construcciones de campo en las que hace más de 20 años había algunas agrupaciones de cría de murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros). Esta es una de mis especies de murciélago favorita.
Miembros de una agrupación reproductora. Foto: L. Lorente
En reposo parece una pequeña pelota peluda y delicada. Cuando hiberna, se envuelve completamente con las alas y parece una crisálida gigante.
Individuo solitario hibernando. Foto: L. Lorente
Las inspecciones no fueron satisfactorias. Varios de estos edificios eran molinos que hacía mucho tiempo ya habían dejado de funcionar. Casi todos se encontraban en un estado de ruina avanzada, por abandono y la falta de mantenimiento. Con los tejados hundidos y a medio hundir, la luz del sol penetra con fuerza, impidiendo las condiciones de oscuridad y aislamiento que los murciélagos necesitan. Los murciélagos han desaparecido de estos refugios. La ausencia de edificios alternativos disponibles también es un hecho.
Pude ver individuos en edificios muy tocados, que pronto caerán. También en construcciones rehabilitadas, pero demasiado expuestas al acceso de personas y proclives a que haya molestias y actos de gamberrismo.
Hembras reproductoras con crías. Foto: L. Lorente
Esa situación contrasta con la sensación de que los hábitats de caza parecen haber mejorado por el abandono de superficie cultivable en algunos tramos regables de la cuenca del río Pancrudo y la aparición espontanea de vegetación natural. También por la mejora de los bosques de especies autóctonas debido al descenso y una mejor gestión de los aprovechamientos tradicionales como la obtención de leña. Los hábitats del murciélago pequeño de herradura son preferentemente los bosques bien estructurados con abundancia de especies vegetales cercanos a ríos y humedales.
Juveniles poco antes de emanciparse. Foto: L. Lorente
Para esta especie, y unas pocas más que también seleccionan casi exclusivamente edificios abandonados para la reproducción el futuro parece bastante incierto mientras no se habiliten a propósito desvanes, graneros o habitaciones en las casas de campo. Es muy probable que durante los próximos años seamos testigos de un importante declive de sus poblaciones si no somos capaces antes de hacer algo para evitarlo.
Luis Lorente
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