Revista de observación, estudio y conservación de la Naturaleza de las Tierras del Jiloca y Gallocanta (Aragón)
Natura xilocae
Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)
martes, 7 de abril de 2015
CERRANDO EL CÍRCULO
El pasado sábado Aguilar Natural y el Ayuntamiento de Aguilar del Alfambra organizaron una jornada festiva bajo el título “Chopo del Remolinar. Candidato a Árbol Europeo del Año. ¡Hicimos podio!”.
Era la ocasión de cerrar un círculo que iniciamos en octubre de 2014 cuando se postuló su candidatura. Era el momento para juntarnos las personas que durante el pasado mes de febrero estuvimos inmersos en ese trance que se llamó “Árbol Europeo del Año” y que, con un entusiasmo colectivo impresionante, llevamos en volandas desde Aguilar del Alfambra hasta Bruselas a un robusto chopo cabecero, hasta hace poco desconocido, hoy bien popular: el Chopo del Remolinar.
No estuvimos todos. Pero sí que recordamos a todos los no presentes. Pero, aún así fuimos muchos.
Personas que residen a diario en el pueblo. Personas de Aguilar que la vida les ha llevado aquí y allá pero que tienen a su pueblo en el corazón … y en sus proyectos. Personas forasteras que ya conocían y amaban a estos paisajes y a sus gentes. Personas que, por primera vez, visitaban Aguilar, este rincón hermoso del sur de Aragón. Personas todas que, durante unas semanas, volcamos nuestras energías en hacer de una cultura rural y de una historia campesina el centro de atención dentro de una sociedad, como la actual, en la que lo urbano impera. Y lo conseguimos haciendo protagonista a un viejo chopo, un héroe centenario. Un símbolo de una cultura y un paisaje.
Fue una jornada de encuentros entre personas que durante aquel febril febrero remamos en la misma dirección. De personas que no se conocían pero que compartieron un proyecto, algunas sin saber quién era ese árbol, otras sin siquiera saber dónde está Aguilar. Era un encuentro de gentes que sueñan con darle vida a los pueblos, con darle futuro a un paisaje.
Comenzamos la jornada en la sala de Los Granericos, llena a rebosar. Me tocó comenzar a mí.
Como representante del Centro de Estudios del Jiloca hice una crónica de la candidatura del Chopo Cabecero del Remolinar en el concurso European Tree of the Year 2015. Dando a conocer las vicisitudes de las gestiones iniciales, las singulares circunstancias que concurrían y la decisiva influencia de Rob McBride. El cómo se fue trabando a lo largo de enero un equipo cada vez más amplio y autónomo, que fue perfilando una estrategia y proyectando iniciativas para difundir a nuestro árbol. Y cómo vivimos aquel estallido de entusiasmo e ilusión que supimos mantener durante cuatro semanas dando a conocer a Aguilar del Alfambra y sus hermosas choperas, a los recios paisajes del sur de Aragón, a ser los protagonista de una “champion” de árboles queridos por la gente. Nosotros, los aragoneses, tan reacios a mostrar afecto a nuestro paisaje, a nuestra cultura.
Siguió Ivo Aragón. Comentó que este caudal de energía, esta extraordinaria difusión conseguida es un activo que hay que saber gestionar para dar un futuro a estos árboles singulares. Con dos objetivos concretos. Uno primero, conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Gobierno de Aragón al conjunto de saberes y prácticas que han permitido hacernos llegar un patrimonio como son las arboledas de chopo cabecero en la cordillera Ibérica aragonesa. Y, más adelante, relanzar el Proyecto de Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra que en su día firmaron los ayuntamientos de Galve, Camarillas, Jorcas, Ababuj, Aguilar del Alfambra, Cedrillas, El Pobo y Montegudo del Castillo.
Y nos fuimos hacia el río a ver al Árbol siguiendo la dulzaina valenciana de Albert y el tabalet de Nacho.
Era una mañana luminosa. Las cebadas, aún tras las lluvias de marzo y el sol de esta última semana, medran despacio pues las noches aún son frescas y el día alarga poco.
La chopera nos acogió con sus ramas desnudas, con sus ropajes de invierno.
Fue un rato estupendo. Cada cual contaba su vivencia sobre el concurso. Su anécdota personal. Y por fin llegamos.
El árbol, a través de una emotiva carta leída a sus pies, agradeció en nombre de todos sus compañeros, los viejos chopos camochos del Alfambra, el reconocimiento recibido durante el concurso Árbol Europeo del Año.
Y, a continuación tuvo lugar un momento emocionante. En mi opinión, el más emocionante de una ya de por sí emotiva jornada.
De la dulzaina de Albert y del tambor de Nacho sonaron los acordes de “La Muixeranga” de Algemesí … posiblemente la composición musical más solemne para la mayoría de los valencianos. La que reservan para los momentos más especiales. Como era aquel.
A los pies de la Virgen de la Peña, a la orilla del Alfambra cuyas aguas riegan las huertas de La Ribera Alta, la música y el agua uniendo gentes de Aragón y Valencia, como el sábado pasado, como hace siglos. Fue impresionante.
Enlazamos el vídeo de un concierto en el que un conjunto de músicos reproducen esta antigua marcha procesional de Algemesí. Escuchadla, no os decepcionará.
Fue también el momento de hacer una foto de familia bajo las enormes ramas del chopo.
Y el de los de abrazos al árbol.
Abrazos, como los de Ernesto y de Diago, que estuvieron enormes durante aquellos ajetreados días de febrero.
Y, cerrando el círculo de la gratitud y el cariño, cumpliendo una promesa adquirida en aquel frío febrero, nos encaminamos siguiendo el cauce el río, algo represado (haciendo “enteso”, como se dice por el Jiloca) por el abundante caudal recibido …
hacia los estrechos, que parecían engullírselo …
Volvimos tranquilos, disfrutando de esa mañana tibia de abril en esa amable dehesa de viejos chopos …
apreciando las huellas de la reciente crecida …
saboreando las conversaciones entre paisajes centenarios …
En alguna solana asomaba tímida la primavera haciendo florecer a la Potentilla tabernamontani …
o haciendo crecer los céspedes en las repisas retenidas por el peñasco …
Y nos llegamos al pueblo. Aguilar ofrece preciosas muestras de arquitectura popular serrana …
en cada uno de sus rincones …
Junto a la plaza, un montón de tarugos de chopo nos recordaba que aún queda invierno, nos hablaba del pasado y, posiblemente, del futuro de estos árboles. Es la energía que alimenta las banderas de humo que aún ondean en el Solanar de la Sierra.
… haciendo mover a los cabezudos y encorrer a la chavalería.
La sorpresa de reencontrarse viejos amigos …
o el sabor de la biera roya de El Pobo apagando el reseco de una mañana de tanto hablar …
Todo junto. Todo en magnífica compañía.
Y nos fuimos a comer al pabellón. Nos juntamos un centenar de personas para degustar unas judías blancas y unas costillas con salsa. En el mismo lugar donde se celebró la 1ª Fiesta del Chopo Cabecero, en otro día histórico.
A seguir charrando y debatiendo estrategias. Entre bocado y bocado, hablando de ideas, de construir puentes, de sumar esfuerzos. Y de postre, un bosque de chopos cabeceros … ¡de chocolate!
elaborados en la cocina del Multiservicio de Aguilar.
Después de tanto hablar y comer decidimos subir a la ermita de la Virgen de la Peña, el castillo y el impresionante páramo recorrido por un lejano rebaño de ovejas, sus escultoras….
Y al abismo abierto por el río sobre la caliza…
… que sobrevolaba por la pareja de alimoches, recién llegada de África para criar en esos peñascos.
Mirando al sur, nos despedimos grabando en la retina las dehesas de cabeceros de Jorcas, las nieves de los altos de Sollavientos y el enorme cúmulo que se formaba sobre el Maestrazgo de Castellón.
Una gran jornada. Unos grandes amigos.
Fotos: Ernesto Romeo, Chusé Lois Paricio, Beatriz Pamplona, Multiservicio Aguilar y Chabier de Jaime
Me siento orgulloso de haber colaborado un poco en una iniciqtiva tan hermosa como la del chopo de Aguilar. EL CHOPO CABECERO, ÁRBOL EUROPEO ... casi. JM
2 comentarios:
Qué bien lo pasásteis!! y en la despedida una nube a lo lejos diciendo adiós... volveremos a verte!
Me siento orgulloso de haber colaborado un poco en una iniciqtiva tan hermosa como la del chopo de Aguilar.
EL CHOPO CABECERO, ÁRBOL EUROPEO ... casi.
JM
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