Ver tres comadrejas en cosa de un mes es una cantidad similar
a la que he visto en toda mi vida. Esto me lleva a la curiosidad de hacerme una
pregunta. ¿Hay muchas comadrejas este año o ha sido una casualidad?
A mediados de octubre saliendo del coche en la Laguna de
Gallocanta veo un bichillo correr. No me da tiempo a identificarlo, ha sido
demasiado rápido, por el tamaño y color podría ser una comadreja.
A penas una semana más tarde, esta vez con más suerte, comiendo
al aire libre veo cruzar por el campo una comadreja que pronto se refugia en el
rastrojo.
Entrados en el mes de noviembre, vuelvo a ver otra comadreja,
la persigo con la mirada y me da tiempo a ver donde se esconde, me acerco al
lugar… ¡es increíble lo pequeño que es el agujero¡, me paro a pensar ¿cómo
narices se ha metido por ahí? calculo que el túnel apenas tendrá entre 3 o 4
centímetros de diámetro y si no lo hubiese visto diría que es de ratón.
Paniquesa. Foto: R. Pérez
El minúsculo agujero por el que se mete el bichillo me hace
dudar que sea una comadreja ¿pero qué podría ser sino?. Llego a casa, busco un
poco y “vualá”. Sí, es una comadreja y cada línea que leo sobre ellas me parece
más interesante.
¡QUÉ CURIOSO¡
Resulta que las comadrejas se pueden catalogar como una de las
especies más eficaces en frenar las plagas de roedores, tan temidas por los
agricultores. La comadreja junto con la víbora es la única que puede
introducirse sin dificultad en el interior de las galerías de ratones y
topillos. Es en este laberinto subterráneo donde la comadreja pasa la mayor
parte del tiempo, al abrigo del frío y la intemperie.
Se alimenta de pequeños roedores. Es curioso y lógico a la vez,
pero la comadreja ataca principalmente a las hembras gestantes, ya que son mucho
más lentas y, por tanto mucho más fáciles de capturar. Además elimina cantidad
de crías de las que están en el nido.
Cuando hay abundancia de alimento, las comadrejas pueden
aumentar el número de crías de 3 o 4 que es lo habitual hasta 8, 9 o 10, incluso
12. Además en años de mucho alimento disponible puede sacar adelante dos
camadas en lugar de una.
EN SU CONTRA:
Las comadrejas son tan esquivas y difíciles de ver que, en
general, no sabemos mucho de ellas. O al menos este es mi caso. Estos pequeños
carnívoros junto a la garduña, la marta, el turón, el tejón y el zorro han sido
castigados durante años por la sociedad con la cruel reputación de ser alimañas
y dañinos. Hasta los años setenta se usaron todo tipo de inventos para su exterminio: trampeos, cebos
envenenados, batidas, gases en las madrigueras…, En la actualidad todavía se
pagan las consecuencias en las poblaciones de algunas de estas especies.
Su agilidad para colarse en palomares y gallineros y la leyenda
de que las comadrejas saltaban al cuello de las liebres para obtener su ración de sangre
caliente también jugó en su contra para su exterminio.
Hasta mediados de los ochenta las comadrejas no fueron
incluidas en el anexo III del Convenio Berna de especies protegidas, hasta
entonces fueron maltratadas y eliminadas por allí por donde se les viese.
Una vez más la naturaleza nos da la lección de que todos los
seres vivos son importantes en el ecosistema. Las comadrejas desempeñan una
función crucial en el control de roedores y junto a lechuzas, cernícalos,
aguiluchos, búhos chicos y un sin fin de rapaces son los aliados perfectos para
los agricultores.
En los últimos años en la laguna de Gallocanta ha habido una
plaga de topillos. La propia autorregulación del ecosistema, ha hecho que las
poblaciones de rapaces crezcan por la abundancia de alimento. Cuando hay mucho
ratón o topillo las rapaces tienen más alimento y es fácil que saquen más
polluelos adelante. ¿Es posible que haya ocurrido lo mismo con las comadrejas? o
¿es una casualidad? Independientemente de la respuesta nos ha servido para
conocer más sobre estos pequeños mustélidos.
Carmen Alijarde
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