Riera de Nueros. Arcillas y conglomerados poco cementados. Barranqueras abiertas por las aguas de arroyada, tan violentas en ocasiones, como ocurrió en el pasado septiembre. Pequeños tollos.
Laderas de inclinadas pendientes. Rocas impermeables. Exposición en solana. Todo suma para que el agua no se infiltre. Todo suma para dificultar el desarrollo de las plantas.
Pero ahí están.
Los enebros crecen sobre un difícil medio. Crecen lentos, como no puede ser de otra forma. Pero crecen y sujetan el sustrato con sus largas raíces. Raíces inestables, expuestas a cualquier desprendimiento tras el deslizamiento de la arcilla o tras cualquier desprendimiento.
Agrupados unos junto otros para sobrellevar mejor la adversidad. Los enebros son plantas de una familia de resistentes, como las sabinas.
Ahí están. En Nueros. Como unos titanes.
1 comentario:
Me gusto ese paisaje, es increíble que crezca vegetación en un lugar montañoso.
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Trabajo en una compañia de gas mexicana.
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