Puente de Todos los Santos. Escapada familiar a Heidelberg. Como no sabes nada de aquello empiezas a buscar en la Lonely Planet recién comprada. Entre bosques frondosos y las aguas del río Neckar, con su veterana universidad y su evocador castillo romántico es una de las ciudades más entrañables de Alemania.
Estamos en la confluencia de tres estados. Renania-Palatinado, hacia el noroeste. Hesse, hacia el nordeste y Baden-Würtemberg (al que pertenece Heidelberg) al sur. Nos moveremos por la amplia llanura aluvial que recubre la fosa tectónica abierta por el rift abortado del Rin.
¿Y qué más podemos ver en estos tres día y medio? Cerca están Maguncia y Coblenza. También Francfort, pero lo dejamos para otra ocasión. También los estrechos del Rin, con sus viñedos y sus románticos castillos.
Pero, ¿habrá algún paraje natural cerca? Parques nacionales, ninguno. Las montañas que asoman al valle del Rin por el este tienen un parque natural: el Geo-Naturpark Bergstrasse-Odenwald. Me pongo a buscar información y compruebo que se trata de un geoparque de 3.500 kilómetros cuadrados centrado en los paisajes graníticos y de arenisca levantados tras la orogenia Alpina y que corresponden al horst asociado a la citada fosa tectónica. Bosques caducifolios, arroyos de montañas, praderas y pueblos bonitos pero, sobre todo, ríos de piedra, rocas volcánicas, cuevas y otros lugares de interés geológico. Camufladas entre todas las imágenes que me servía Google encontré esta:
Y remite a un paraje de topónimo: Kühkopf-Knoblochsaue. Bueno, imagino que igual de difícil de pronunciar les resultará a los alemanes nombres como Villanueva del Rebollar y de la Sierra.
Me pongo a buscar. Es el principal espacio natural del estado de Hesse. Se trata de un meandro abandonado del río Rin y los prados y bosques de su entorno, en un territorio densamente poblado (430.000 habitantes) con agricultura intensiva y gran actividad industrial. Es una reserva natural de 2.440 hectáreas compuesta por praderas y bosques inundables situada junto al río, declarada reserva europea por su importancia ornitológica y que está dedicado a la conservación y al esparcimiento. Forma parte de la Red Natura 2000.
En Alemania son escasos los árboles trasmochos. Y en este espacio natural los hay y además es reconocido su interés. Habrá que ir a verlo.
El Rin, al discurrir plácidamente por esta amplia planicie, formó un gran meandro cerca de la ciudad de Darmstdat.
Mapa histórico de 1829. Fuente: Wikiwand |
Este meandro fue rectificado para ganar tierras agrícolas y mejorar la navegabilidad del Rin dejando un amplio brazo con varios canales y una isla central: Kühkopf.
Accedimos desde la localidad de Stockstadt (7.900 habitantes, 420 por km cuadrado). Desde el puente ya pudimos ver las aguas remansadas y en donde había varios grupos de ánades azulones, gansos del Nilo y garzas reales ....
mientras en sus orillas crecían sauces blancos, fresnos y chopos canadienses, muy afectados por el muérdago. Ningún árbol trasmocho. Un panel informaba del uso recreativo que tenía este brazo fluvial para las comunidades de obreros a principios del siglo XX en plena etapa del higienismo.
Nos acercamos al centro de interpretación. Realmente era un conjunto de edificios históricos. Alguno palaciego, al parecer residencia temporal de un zar ruso que emparentó con la familia del emperador alemán a finales del siglo XIX. Otros eran casas de campo y granjas.
Un cartel indicaba que esta reserva forma parte del Geo-Naturpark Bergstrasse-Odenwald, vamos Un Geoparque, como el del Maestrazgo.
Una amabilísima señora mayor nos ofreció información en inglés y abundante documentación en riguroso alemán. La lengua en la que encontramos todos los textos de los paneles.
El centro de interpretación era enormemente didáctico. Le dedicamos tiempo. Merecía la pena. La información comenzaba fuera, dedicando un panel a comprender los materiales geológicos (arenas, limos y gravas) que forman el sustrato del terreno ...
Obsérvese la fosa tectónica central abierta por el rift del Rhin (graben) y los dos macizos tectónicos laterales. |
y la muestra al lado, para comprobar sedimentos depositados da lo largo de distintas etapas ...
Empezábamos con droga dura. Por la raíz, la historia geológica. Como debe ser.
El interior era un despliegue de diseño creativo, en el que los antiguos establos habían sido transformados en un museo de lo más original.
La historia del río es la historia de este espacio natural. Por eso dedicaba paneles a explicar su geografía, los materiales que acarrea, las cualidad del agua y, sobre todo, su dinámica. Las crecidas primaverales marcan el ritmo del ecosistema. Las grandes crecidas, episodios esporádicos, son los agentes que introducen las transformaciones ecológicas de mayor alcance.
A ello dedicaba varias maquetas interactivas. Desde aquella construida a escala, y en la que se reproducían con todo detalle todos los elementos geográficos, que reflejaba la extensión de la inundación tras una gran crecida con agua real sobre el modelo ...
Era inevitable recordar las crecidas del Ebro y el estéril debate social generado en Aragón crecida tras crecida. |
o aquella otra en la que se observaba la distribución en bandas de la vegetación de ribera en función del tiempo de permanencia de las aguas tras una inundación. En orden de proximidad al río, los auces, los chopos, los fresnos, los olmos y los robles. Esta se accionaba manualmente. Los ingenios mecánicos aquí triunfan ...
Y a los cambios producidos en las comunidades biológicas tras el ascenso prolongado del nivel del agua ... mediante sendos ¡rompecabezas!
La dinámica natural del río y la alta complejidad estructural son la explicación de la elevada diversidad biológica.
Bosques mixtos caducifolios en las zonas afectadas solo esporádicamente por las inundaciones ...
con robles, hayas, arces ...
Bosques mixtos caducifolios en las zonas afectadas solo esporádicamente por las inundaciones ...
trabados por plantas trepadoras, como la enreligadera (Clematis vitalba) o el lúpulo (Humulus lupulus) ...
y acompañados por toda suerte de arbustos, como la zarza (Rubus ulmifolius), la escalambrujera (Rosa canina), la gazpotera (Crataegus monogyna) o el bonetero (Euonymus europaeus) ...
En el museo se insistía en la importancia de los árboles viejos y de la madera muerta al ser la base de una compleja comunidad de organismos saproxílicos ...
entre los que destacaban a los hongos ...
y acompañados por toda suerte de arbustos, como la zarza (Rubus ulmifolius), la escalambrujera (Rosa canina), la gazpotera (Crataegus monogyna) o el bonetero (Euonymus europaeus) ...
a los numerosísimas especies de insectos asociados a estos ambientes (sobre todo coleópteros), a los pájaros carpinteros que se alimentan de su larvas y a las doce especies de murciélagos que los emplean como refugio.
Había mucha información de los invertebrados acuáticos y de los peces del Rin, con problemas unos y otros por la pérdida de hábitat y por la contaminación de las aguas, por el tráfico fluvial, la industria y la agricultura intensiva.
Se trabaja desde la administración en recuperar las especies perdidas, sobre todo las migratorias, como el salmón..
Las extensas lagunas temporales que se forman tras las crecidas ofrecen el hábitat a una variada comunidad de anfibios (ranas, sapos y tritones) que realizan sus puestas sobre la vegetación inundada ...
y que se alimentan de la pléyade de pequeños insectos acuáticos, sobre todo mosquitos, que habitan en estos humedales. Eran unos de los protagonistas del centro de interpretación.
Hubiéramos podido dedicar una hora más a visitar este estupendo museo pero nos apetecía salir al campo y pasearlo.
La señora que atendía en la oficina nos regaló un mapa muy completo del citado espacio natural que además contenía información de los veinte paneles repartidos por el mismo. Adjuntamos enlace a dicho documento para ampliar información. Al interesarnos por el ciervo volante (Lucanus cervus) y el escarabajo Osmoderma eremita nos obsequió con un librito de 40 páginas dedicado a una especie de reserva integral situada en la isla de Karlswörth y que no pudimos visitar. Os la enlazamos igualmente pulsando en este otro nuevo enlace para su consulta aunque no se entienda el alemán. Merece la pena darle una ojeada. Pero, para aún apabullarnos más, nos regaló el programa de actividades (talleres, censos, excursiones guiadas, etc.) ofrecidas a todos públicos de este espacio natural para la temporada 2016.-2017 de una extensión de ... ¡70 páginas!
Tomamos un paseo entre el bosque. Como dicen las etiquetas de los reactivos de laboratorio, otoño en estado "químicamente puro" en pleno bosque caducifolio.
El camino estaba elevado sobre los bosques del entorno. Parecía una mota, pues no estábamos lejos del antiguo cauce. Como ya le habíamos mostrado por conocerlos, la guía nos orientó muy bien hacia ellos. Tras un desvío, dimos con este cartel ...
y, junto a él, allí estaban los "kopfweiden". Es decir, los sauces trasmochos o, como diríamos por el Jiloca, los sabimbres escabezados.
Estos sauces trasmochos formaban unas dehesas en zonas con el nivel freático muy alto. Estaban prácticamente encharcados. Bajo ellos crecían zarzas, carrizos y ortigas.
Volvimos saborean el sol tibio de otoño que quiso asomar. Padres con niños, ancianos, jóvenes ... muchas personas disfrutando de este privilegiado paraje. Integrando a la población local, suponemos que aún a riesgo de producir molestias en la vida silvestre. Con sesenta kilómetros de caminos para caminar o ir en bicicleta. Es otro modelo, como también vimos en Inglaterra, el permitir que las personas disfruten y vivan directamente los espacios protegidos. De ganarlos a la causa de la conservación, como sostiene el biólogo mallorquín Joan Mayol.
Kühkopf comenzó a tener un régimen de protección ya en 1952, si bien buena parte de sus tierras fueron dedicadas al cultivo de patata, remolacha, maíz y de chopo canadiense hasta la gran riada de 1982. A partir de 2005 se tiende claramente hacia un modelo de gestión que favorezca el desarrollo de los procesos naturales de sucesión ecológica, y se dedican a pastos buena parte de las tierras cultivadas.
Al terminar el paseo nos encontramos con la última sorpresa: una colección de variedades de manzanos.
Cada una con un cartel con el origen y las cualidades de la fruta ...
Nos quedamos con ganas de conocerla mejor, de recorrer el bosque de galería de Karlswörth, de indagar sobre la historia de aquellos árboles trasmochos, de pajarear con dedicación, de preguntar sobre los programas de seguimiento de los ciervos volantes ... ¡hay tanto por conocer!
La señora que atendía en la oficina nos regaló un mapa muy completo del citado espacio natural que además contenía información de los veinte paneles repartidos por el mismo. Adjuntamos enlace a dicho documento para ampliar información. Al interesarnos por el ciervo volante (Lucanus cervus) y el escarabajo Osmoderma eremita nos obsequió con un librito de 40 páginas dedicado a una especie de reserva integral situada en la isla de Karlswörth y que no pudimos visitar. Os la enlazamos igualmente pulsando en este otro nuevo enlace para su consulta aunque no se entienda el alemán. Merece la pena darle una ojeada. Pero, para aún apabullarnos más, nos regaló el programa de actividades (talleres, censos, excursiones guiadas, etc.) ofrecidas a todos públicos de este espacio natural para la temporada 2016.-2017 de una extensión de ... ¡70 páginas!
Tomamos un paseo entre el bosque. Como dicen las etiquetas de los reactivos de laboratorio, otoño en estado "químicamente puro" en pleno bosque caducifolio.
Estaban todos ellos desmochados hace un par de años. Y los ramas habían sido dejadas en la zona, posiblemente, para su aprovechamiento por hongos e insectos saproxílicos.
Estos árboles fueron plantados en el pasado para el aprovechamiento de los mimbres en cestería y por su capacidad de ofrecer estacas para los cercados agrícolas, ramas para formar paredes junto con barro y alimento para el ganado. Dichos usos se han perdido, sin embargo se mantiene su cuidado por fines paisajísticos, culturales y de conservación de la vida silvestre. Comprobamos el aprecio ya en el propio centro de interpretación, pues eran el motivo de uno de los paneles más destacados ...
Es más, esta era la imagen del folleto informativo de un taller de pintura y grabado en madera que se organizaba en dichas instalaciones ...
Había muchos. No los contamos. Posiblemente, más de dos cientos. En la foto aérea tomada de Google Maps, se les puede ver en la mitad derecha, todos con el mismo aspecto al haber sido desmochado al mismo tiempo. No nos acercamos a ver los que estaban en la parte izquierda, pero también parecían sauces trasmochos aunque parecían no haber sido cuidados en más tiempo.
Había muchos. No los contamos. Posiblemente, más de dos cientos. En la foto aérea tomada de Google Maps, se les puede ver en la mitad derecha, todos con el mismo aspecto al haber sido desmochado al mismo tiempo. No nos acercamos a ver los que estaban en la parte izquierda, pero también parecían sauces trasmochos aunque parecían no haber sido cuidados en más tiempo.
Era como estar en el valle del Pancrudo, aunque con el suelo saturado de agua. La cultura de los árboles trasmochos se extendió por toda Europa, incluso en Alemania, país en el que la gestión forestal y la ganadera no siempre se integraba ...
En el resto del viaje los buscamos "kopfweiden" en las campiñas situadas de la llanura del Rin, entre Maguncia y Spyra. Sin éxito. Grandes campos, bosquetes, a veces algún lindero arbolado. Pero no dimos con árboles trasmochos. Solo los de Kühkopf. Eran magníficos ....
Después supimos que los sauces trasmochos se extienden desde el Báltico (Pomerania) hasta los Alpes (Baviera). Su cuidado depende más de iniciativas para la conservación de la vida silvestre (insectos, murciélagos y búhos) que de la rentabilidad económica.
Salimos de nuevo al brazo abandonado del Rin asomándonos a un puente que accedía a otro pueblo: Riedstadt.
Volvimos al espacio natural para terminar el paseo. Sobre el propio puente encontramos docenas y docenas de una especie de "santanica" (coccinélidos). Muchas posadas, las más volando mientras formaban verdaderas nubes de sobre el cielo. ¿Qué habrá ocurrido este verano para que se originen estas concentraciones de mariquitas?
Salimos de nuevo al brazo abandonado del Rin asomándonos a un puente que accedía a otro pueblo: Riedstadt.
Volvimos saborean el sol tibio de otoño que quiso asomar. Padres con niños, ancianos, jóvenes ... muchas personas disfrutando de este privilegiado paraje. Integrando a la población local, suponemos que aún a riesgo de producir molestias en la vida silvestre. Con sesenta kilómetros de caminos para caminar o ir en bicicleta. Es otro modelo, como también vimos en Inglaterra, el permitir que las personas disfruten y vivan directamente los espacios protegidos. De ganarlos a la causa de la conservación, como sostiene el biólogo mallorquín Joan Mayol.
Kühkopf comenzó a tener un régimen de protección ya en 1952, si bien buena parte de sus tierras fueron dedicadas al cultivo de patata, remolacha, maíz y de chopo canadiense hasta la gran riada de 1982. A partir de 2005 se tiende claramente hacia un modelo de gestión que favorezca el desarrollo de los procesos naturales de sucesión ecológica, y se dedican a pastos buena parte de las tierras cultivadas.
Al terminar el paseo nos encontramos con la última sorpresa: una colección de variedades de manzanos.
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