Como volví tan contento de las última Fiesta de las Grullas, Carmen me insistió en subir a verlas una tarde, entre semana. Venga pues. Salimos tarde y, además, nos entretuvimos cogiendo un par de sacos piñas en el pinar de Tornos. Ya no vimos el sol al llegar a Tornos.
¿A dónde ir a esas horas? Por estas fechas, nos dijo Antonio, entran por la ermita de la Virgen del Buen Acuerdo. Pero ya estábamos en el crepúsculo. Aquello quedaba demasiado lejos. Decidimos acercarnos al Balsón de Tobeñas, más a mano, desde el yacimiento celtíbero de El Castellar. Se veían pocas grullas. Mala suerte.
En Tobeñas nos encontramos un coche y a un par de ornitólogos con el catalejo plantado. José Miguel y Galina. Gente de casa. Estaban pajareando. Intentando localizar a un tarro canelo que había visto un ornitólogo inglés, según nos dijeron. No lo vimos. Pero, en cambio, pudimos disfrutar con un ciento largo de patos finos (azulones), tarros blancos y un grupo de chilladeros (ánades silbones), además de varios bandos de grullas, unas comiendo en los rastrojos de Gallocanta, otras entrando a dormir desde Tornos. Habría muchas más especies, pero no se veían bien.
Pero, con lo que verdaderamente disfrutamos fue con un atardecer gris en el que los jirones de las nubes dibujaban trazos que parecían un cuadro en aquella tarde fría. Así de precioso.
Entonces me acordé de Turner. José Miguel se pensó que hablaba de Tina. Nos reímos. Estaba pensando en William Turner, el pintor inglés que tan bien captó los paisajes costeros, la fuerza de la naturaleza y las atmósferas efímeras en sus óleos y acuarelas. El pintor romántico que puso un pie en el impresionismo. Lo vimos en la National Gallery y nos encantó.
Al llegar a casa comencé a buscar imágenes de cuadros de Turner en internet ...
y, a la vez, rebusqué entre mis fotos de la laguna como esta de los prados de Los Aguanares ...
los campos recién labrados cerca del Royo de Santed ...
Las playas de La Reguera (en los tiempos en los que te podías acercar) ....
Los árboles del Arriñalejo ...
Las playas de saliente ....
Y, llevándolo más lejos, un temporal que levantaba olas frente a los "acantilados" de la Loma de Berrueco ...
en una noche oscura y borrascosa bien podría haber reflejado el tormentoso Mar del Norte ...
William Turner fue un gran viajero, pero no llegó a conocer la laguna de Gallocanta. Una lástima.
Pero en nuestro "pequeño mar" hay algo de los grandes océanos. Solo hay que saber encontrarlo.
2 comentarios:
Aún no llegando a conocerla, bien parece que estuvo allí...
Recuerdos
Fantástico pintor, William Turner. Has estado sembrado con esas comparaciones entre sus pinturas y nuestros paisajes. Gracias por el aporte.
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