Fotos de Facebook de Pescajiloca tras la limpieza de este año, unos días antes de la feria de Caza y Pesca Captur.
Desde hace decenas de años asistimos a la degradación del ambiente acuático, en el río ya puede encontrarse de todo: hasta una nevera o un carro de la compra, como hemos visto este año.
Lo mismo sucede con las acequias del Jiloca, tanto por la margen derecha como por la izquierda. Recuerdo hace mucho tiempo la gente metida en el río con sus botas de agua, rastrillos y azadas limpiando los fondos y sacando toda clase de porquerías, incluyendo multitud de macrófitas que en algunos casos ocupaban todo el cauce y dificultaban la circulación del agua, incluso retenían la basura que se tiraba. Eso ya no se hace. A veces las acequias se dejan secas por completo y de esta forma se recurre al auto-limpiado (pero también acaban con casi toda la vida acuática, aunque haya un seguimiento recogiendo los peces siempre acaban con muchos). Por no hablar del resto de organismos acuáticos.
Nos quedamos muchas veces mirando el pueblo y oímos decir a nuestro alrededor que no hay trabajo. ¿Que no hay trabajo? Hay tantas cosas por hacer... Por ejemplo la limpieza de acequias, del río, la conservación de nuestras riberas... Sólo hace falta que ese dinero que se invierte en otras cosas venga aquí y se invierta en jornales. Una limpieza anual bien gestionada de ríos y riberas de nuestro municipio y de otros muchos daría unos cuantos jornales a mucha gente sin trabajo. Hacen falta acuerdos, movimiento, ideas. Y sobre todo voluntad, de unos y de otros.
Resulta indignante que el río que da nombre a nuestra comarca, el eje vertebrador del valle y la razón de nuestras vegas sea aún visto casi como un desagüe o un vertedero.
Acequia de las Monjas, aguas abajo de “la Cangrejera”
Por no hablar del ambiente piscícola. Durante los años noventa y principios del 2000 el río se vio sometido a una creciente presión con un gran número de pescadores y las capturas llegaron a ser muy escasas. No queda nada en el río, repetían una y otra vez los pescadores, desde los más mayores a los más jóvenes, entre los que me incluyo.
En ocasiones se organizaban concursos de pesca en los que se soltaban truchas arco iris, que desplazaban a las pocas truchas del terreno existentes. Muchos nos contentábamos con coger gobios y madrillas, que dejábamos en un cubo con agua y al final de la jornada los devolvíamos al río o a las acequias de riego (los años famosos de El Trascón o las compuertas de El Salto, donde nos juntábamos hasta cinco o seis corchos pescando en el mismo charco).
Trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss), río Jiloca en el entorno del Puente Romano
Trucha común o del terreno (Salmo trutta), río Jiloca en el entorno de la Fuente del Bosque
Hoy en día, con el coto instaurado, la presión humana sobre el río es menor. Pero a los pescadores les ha salido un gran competidor: los cormoranes.
Comenzaron siendo unos pocos ejemplares invernantes pero finalmente una extensa población de estas aves merodea todo el tramo medio del Jiloca y Pancrudo, teniendo en el pantano una buena colonia.
Según los pescadores, el daño a la fauna piscícola que hacen es enorme. Sería muy interesante estudiar su comportamiento y alimentación, ver hasta qué punto esas afirmaciones pueden ser reales y qué medidas de control deberían imponerse de ser cierto.
3 comentarios:
Tengo la impresión de que el asentamiento de las poblaciones de cormoranes se debe a las repoblaciones.
Quizás algún ecologo podría dar una explicación de acuerdo a la curva predador-presa -aquella de la evolución de liebres y linces en Canada-.
Con las repoblacions también la población de pescadores humanos -otro predador- se incrementa. Y claro surge un conflicto entre predadores, con el agravante de que uno de ellos -que efectua las repoblaciones- se siente propietario de las presas.
No tengo datos sobre las repoblaciones que se han realizado durante los últimos años, pero desde luego lo que dices tiene mucho sentido.
No conocemos lo suficiente nuestro ambiente acuático, pienso que no se han realizado estudios en profundidad y algo tendría que hacerse porque la dinámica repobladora no es la solución.
Cormoranes, Santo Cristo l´Arrabal, cuanto ha cambiado todo.
He de ponerme al día, en esto y en tantas cosas, no parece fácil, empezare por ver el documental de aguas arriba.
Recuerdos
PD El azafran, dió el mango y se seco. Dejaremos que la naturaleza siga su curso a la espera de un milagro.
Publicar un comentario