Aún faltan dos semanas para acabar la segunda temporada del Big Year Teruel, el concurso que consiste en ver el mayor número de especies de aves posible durante un año entero, y no es tiempo de reflexiones profundas, pero la casualidad obliga a un breve y singular comentario.
El año pasado nuestro equipo, formado por Carlos y Rodrigo (padre e hijo o hijo y padre, tanto monta, monta tanto), se quedó lejos de las 200 especies, 181, así que en el 2015 nos propusimos como reto el llegar a esta redonda cifra. Como en 2014, las especies van sumándose rápida y cómodamente durante los primeros meses del año: primero las residentes e invernantes más comunes, aquellas ligadas a los medios urbanos: herrerillos, carboneros, gorriones, estorninos, lavanderas….
Con las primeras salidas al campo la lista rápidamente crece con las rapaces más rurales: esmerejones, gavilanes, ratoneros…Las sonoras grullas tampoco tardan en caer.
Pasan los meses y llegan los primeros estivales o especies de paso en nuestra provincia, a veces con algunas sorpresas mayúsculas, como el papamoscas collarino visto el 17 de Abril en el parque municipal de Calamocha. La lista pasa sin dificultades de las 100 especies y, ya para el final de la primavera, alcanza la prometedora cifra de 181. Pero llega el verano, y como muchas de nuestras queridas y buscadas aves, migramos a otros territorios, así que mi gozo en un pozo y ahí que nos estancamos.
Con la vuelta a clase y a la normalidad se reavivan las ganas de alcanzar las 200, pero las cosas ya no son tan fáciles. Cuesta mucho añadir especies nuevas a la lista.
Algún invernante que se escapó al comienzo del año, como el reyezuelo sencillo; alguna especie más localizada, como el mirlo acuático de Albarracín o el verderón serrano en Rubielos de la Cérida, pero poco más.
Algunos amigos nos comentan la observación de un pigargo en Monreal, pero se nos escapa. Así que la lista avanza lentamente. Con el cárabo oído en Moscardón (que con solo oír la especie vale, para los no entendidos en el asunto) llegamos a las 198 allá para el 14 de Noviembre, pero las tres especies que faltan parecen imposibles de alcanzar. Nos acordamos entonces aún más del triste presente de la laguna del Cañizar. ¡Cómo se echa de menos una zona húmeda potente en la provincia!. Sí, está Gallocanta, pero muchas especies no cruzan la frontera de Zaragoza y eso no vale para lo que nos tenemos entre manos. A veces dan ganas de empujarlas un poquito, como el alcaudón real de Berrueco, pero dejemos la fiesta en paz.
Y en estas que hablando con Antonio Torrijo, también participante en el Big Year 2015 y el campeón del 2014 nada más y nada menos, llegamos a la conclusión de que estamos en las mismas, con la ilusión de llegar a las 200. Él también tiene la cifra a tiro, pero se le resiste. Le comentamos nuestras intenciones de acercarnos un fin de semana a La Estanca de Alcañiz en busca de algunas anátidas y nos comenta que a él le falta el ánade silbón y debería ser “presa” fácil allí. Así lo dejamos.
Hasta el fin de semana pasado. Después de un intenso partido de futbito en al pabellón de Utrillas, nos vamos con gran ilusión hacia las saladas y Estanca. Muchas especies en el punto de mira: gangas, algún posible limícola, el ansiado ánade silbón y hasta una avefría sociable que se ha dejado ver estos días atrás entremezclada con avefrías comunes. Pero llegamos y … ¡niebla!, ¡un montón de niebla!. Así que mala pinta saca la cosa. En las saladas nada de nada y en la Estanca otra sorpresa: la están vaciando y los patos quedan muy lejos, apenas visibles entre la niebla.
Con una visibilidad tan baja cambiamos el catalejo por las botas y recorremos la orilla de la laguna. Para nuestra sorpresa ¡cae la especie 199!, un grupo numeroso y confiado de pájaros moscones.
El domingo, cuando las esperanzas iban desvaneciéndose, se disipa algo la niebla y vemos cinco ánades sillones, nuestra ansiada especie 200.
Una ilusión cumplida. Carlos rápidamente le manda un whatsapp a Antonio para decírselo y cuál es nuestra sorpresa cuando días después al vernos en Calamocha nos cuenta que él ya tenía también 200, que llegó la semana pasada … ¡con el ánade silbón en la Estanca de Alcañiz!. Casualidades de la vida. Toda una alegría, más aún por ser compartirda. Pocas especies sumaremos a nuestra lista, si alguna, ya que llegan la vacaciones de Navidad y volaremos en otro de nuestros viajes en busca de aves de otros lugares. Para el año que viene quedarán especies que se nos resisten, como el ánsar común, la chocha perdiz o el águila perdicera.
Y ya sabéis, si aún no participáis en tan divertida competición, donde lo de menos es ganar, sino pasarlo bien y disfrutar de la Naturaleza, ¡animaos!.
Rodrigo Pérez Grijalvo (texto) y Carlos Pérez Naval (fotos).
2 comentarios:
Ha quedado muy bien, Chabi! Aún te quedan 10 días para igualar esas 200!
Ahí estamos .... :-)
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