Este invierno, mientras inventariaba masas de árboles trasmochos en el valle del Huerva con José Antonio Sánchez encontramos una agrupación de nidos globosos en las ramas altas y desnudas de unos chopos cabeceros que crecían en el término de Cucalón.
Tenían un tamaño medio y estaban confeccionados con hierbas. Se parecían a los de las cotorras urbanas, pero eran mucho más pequeños. Habría una veintena. No se había visto por aquí nada igual.
Preguntándole por el tema a José Luis Rivas nos mostró su sorpresa y nos dejó caer la posibilidad de que se tratase de una colonia de gorrión moruno (Passer hispaniolensis).
Estos primeros días de junio José Miguel Pueyo y Antonio Torrijo tuvieron la curiosidad de visitar la arboleda en plena temporada reproductora para resolver la duda. Efectivamente, se trataba de una colonia de gorrión moruno. Posiblemente la primera conocida en Aragón. A los pocos días Rodrigo Pérez encontraba un nuevo estímulo para captar imágenes de Naturaleza consiguiendo algunas fotografías de estos inquietos y esquivos pajaricos. Aquí os mostramos uno de ellos.
El gorrión moruno tiene un tamaño similar al gorrión común. Solo es fácil distinguir a los machos, pues las hembras y los juveniles son muy parecidos. El macho de moruno tiene las plumas de la parte superior de la cabeza completamente marrón castaño, un babero negro grande y ancho que se conecta con los hombros negros; tiene las mejillas blancuzcas, una estrecha ceja blanca y los flancos moteados de negro.
Construye nidos cerrados a partir de paja y ramillas, tanto en agujeros de edificios como en matorrales altos, casi siempre cerca de ríos y zonas húmedas. Tiene una dieta omnívora con una importante base en semillas y otros alimentos vegetales.
Es una especie de distribución mediterránea que se extiende hacia el centro (China) y suroeste de Asia (India). Es una especie dinámica que ha colonizado los archipiélagos macaronésicos a principios del siglo XIX y hace unas décadas la región balcánica. En la península Ibérica prospera en el cuadrante suroccidental, principalmente en las cuencas del Guadiana, el Tajo y el Guadalquivir. En la cuenca del Duero hay poblaciones dispersas y en la zona de Levante ha desaparecido.
En Aragón es una especie muy rara. Ejemplares aislados han sido observados en los escarpes del Galacho de Juslibol en Zaragoza. Javier Blasco anilló en Pina de Ebro un par de ejemplares en un dormidero invernal de gorrión común. En Laspuña (Sobrarbe) fue observado un macho en junio de 2004, mientras que en Andorra se constató el primer caso de cría con una población de tres parejas ese mismo verano siendo la primera cría comprobada.
En el Jiloca tan solo se conocían las observaciones repetidas y esporádicas de un ejemplar en el casco urbano Berrueco por Jeremy Brock durante varios inviernos.
El hallazgo de la colonia de Cucalón es muy interesante. Es la primera colonia conocida de Aragón y de la cordillera Ibérica. Y también desmonta algunos mitos. No estamos hablando de las amplias y cálidas vegas del medio y bajo Ebro. No. Estamos hablando de unas altas planicies cerealistas situadas a unos 1000 metros de altitud surcadas por un río de escaso caudal y que albergan un estrecho soto.
Posiblemente sea una especie en expansión. Pero su entrada en Aragón es muy poco estudiada y parece estar ocurriendo de una forma dispersa y extensa en el territorio.
Hasta este punto tenía preparado el texto del artículo para su publicación y me veo obligado a completarlo. El domingo pasado recorrimos los precisos montes y barrancos de Monforte de Moyuela. Tras una jornada de calor y trabajo, recalamos por el pueblo y nos encontramos a Jesús Gadea, vecino y amante de la Naturaleza de este precioso rincón de la cordillera Ibérica. Cámara y teleobjetivo en mano, nos enseñó algunas fotos de aves silvestres captadas esta primavera mientras nos comentaba, entre otros temas, …¡la presencia de gorrión moruno en el pueblo!
Efectivamente, en las acacias del pequeño parque podían verse tres nidos de este ploceido construidos esta primavera, a los que se añade otro –al menos- hecho en los muros de una casa situada en pleno casco urbano. Nos comenta que comenzó la cría el año pasado. Así pues, se trataría, esta sí, de la primera colonia de gorrión moruno registrada en Aragón.
Con esta son dos las localidades de cría conocidas en Aragón y ambas se encuentran en la comarca del Jiloca. Una en el valle del Aguas Vivas (Monforte de Moyuela) y otra en la del Huerva (Cucalón). Posiblemente haya más en otros parajes no visitados por los observadores de aves. Estemos atentos este invierno a los nidos globosos colgados de los árboles desnudos.
Pensamos que los registros de esta especie en Aragón se van a incrementar conforme lo haga la superficie prospectada por los naturalistas. Como suele ocurrir en otros ámbitos, es demasiado país para tan poca gente …..