El barranco del Reajo nace en la vertiente norte de la Cruz de San Juan (1.368 m.), entre Piedrahita y Mezquita de Loscos. Y desemboca en el río Cámaras, en el término de Nogueras, afluente por la margen izquierda del río Aguas Vivas, resolviendo un desnivel de 530 m. en unos diez kilómetros de recorrido.
En este territorio, una pequeña subcuenca dentro del amplio valle del Aguas Vivas, afloran rocas sedimentarias formadas fundamentalmente por la acumulación de limos, arenas y, en menor medida, de fangos carbonatados en una plataforma continental dominada por la acción de las mareas durante el final del periodo Silúrico y al inicio del Devónico. Esto es, aproximadamente hace entre 430 y 410 millones de años. El depósito de materiales más recientes compactaron y favorecieron la cementación de estos sedimentos transformándolos primero en rocas sedimentarias (limolitas, areniscas y calizas) y, algunos de ellos, en rocas metamórficas (pizarras y cuarcitas), siendo este un metamorfismo regional de baja intensidad.
Durante la orogenia Hercínica, al final del Carbonífero (unos 110 millones de años después) estas y otras rocas fueron comprimidas y elevadas como resultado de la colisión de las grandes placas de Laurussia y Gondwana.
Tras estos esfuerzos compresivos, ya casi en el periodo Pérmico (hace 292 m.a.), en esta parte de la actual cordillera Ibérica se produjo un proceso de ajuste de bloques, abriéndose por distensión (tracción) unas fracturas por las que ascendieron magmas. Estos procesos intrusivos se produjeron en distintas fases. Los materiales fundidos se abrieron paso a través de las propias fracturas preexistentes.
En el sector oriental del valle del Aguas Vivas (Huesa del Común) pueden encontrarse rocas subvolcánicas que tienen este mismo origen, como ya se comentó en otro artículo.
Al noroeste de Loscos, cuando el barranco del Reajo cruza la carretera que une Loscos y Bádenas y cambia de nombre para ser el de barranco del Cañuelo, hay otro espléndido afloramiento de rocas magmáticas.
En esta parte del valle, entre las calizas, margas, pizarras y areniscas, aparecen un conjunto de intrusiones magmáticas que aparece de forma discontinua aunque con afloramientos de más de un kilómetro de longitud. En este caso, la dirección del barranco coincide con la de las intrusiones magmáticas. Es como si las aguas superficiales hubieran aprovechado las mismas líneas de debilidad por las que millones de años atrás salieron los magmas para trazar ahora la dirección del arroyo.
Este afloramiento de materiales magmáticos tiene unas características diferentes ya que se trata de andesitas anfibólicas. Estas rocas tienen un color más claro, un carácter menos masivo y una cierta tendencia a la exfoliación por la orientación preferente de los minerales que las constituyen: la plagioclasa, el anfíbol y la biotita. Están meteorizadas en profundidad y de forma generalizada….
… desmenuzándose en superficie por la oscilación térmica …
… o en profundidad ….
Recorriendo estos parajes teníamos la sensación de estar en otras tierras. Las aguas han creado un modelado del relieve muy diferente al que puede observarse sobre las rocas más habituales en nuestras comarcas, las sedimentaria y las metamórficas.
Formas alomadas, ausencia de estratos, abundancia de cubetas sobre la misma roca.
Formas que me recordaban a las que aparecen en los granitos de la sierra de Gredos.
Días antes de nuestra excursión, a finales del pasado junio, se había producido una copiosa tormenta que permitió que barranco mantuviese una corriente de agua durante algunos días. Con el tiempo la corriente perdió continuidad en superficie pero siguió entre las gravas del subálveo.
Algunas plantas como el tamariz (Tamarix gallica), bien instalado en la grieta de la roca, dispondrían durante semanas de agua en el subsuelo….
Una serie de pozas cubrían el fondo de las depresiones. A veces, se encadenaban uniéndose por cortos rápidos. En estas aguas corrientes acechaba la culebra viperina (Natrix maura) ….
… reptil que podía verse también en las pozas….
La presencia de esta pequeña culebra de agua es un buen indicador de la calidad de las aguas de estos arroyos. Los efectivos no son importantes ya que son arroyos estacionales que pueden encontrarse secos durante la mayor parte del periodo libre de heladas.
Me pregunto. ¿Dónde se encuentran estas culebrillas cuando el cauce es un cascajal? ¿Qué actividad realizan?
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