Final de mes de agosto. Con las temperaturas mucho más suaves y las noches cada vez más largas comienzan los movimientos migratorios. Las noches por las tierras del gran Norte son cada vez más largas y frías. Las aves poco a poco descienden en latitud buscando territorios con temperaturas más suaves.
Por el Jiloca también se observan esos movimientos, a veces con poca fortuna. El día 24 en el Grupo de Facebook de Orniaragón se informa de la aparición de 3 cigüeñas juveniles muertas bajo la línea eléctrica de Monreal del Campo a Ojos Negros. 2 de los ejemplares son aves anilladas este verano en Suecia.
Son días en los que los campanarios del Jiloca se llenan de grupos de cigüeñas en paso, la mayoría procede de países del norte de Europa. Que yo sepa nunca han llegado a criar en la zona.
Grandes bandadas de abejarucos cruzan a buena altura por encima de la laguna de Guialguerrero durante la mañana del día 30, un día despejado con una suave brisa del Este. Apenas se dejan ver, pero se oyen. En migración, los abejarucos vuelan alto. Abajo, en las aguas reposadas y siempre oscuras de la laguna juegan las fochas y se lucen a ratos los espectaculares somormujos lavancos. A ratos, porque pasan buena parte del tiempo sumergidos en busca de alimento. Los ejemplares juveniles que se observan les ve más tranquilos.
Un día antes, en la cara norte del puerto de Rudilla, junto al cortado de la sierra de Oriche y con el valle del Arroyo de Prado Medio a nuestros pies, algunos grupos de aviones y golondrinas vuelan decididos hacia el sureste, a poca altura sobre la umbría de la sierra.
Vista hacia el sureste, camino de estas pequeñas aves
Vista hacia el noroeste, con la Modorra de Cucalón al fondo
Son semanas de trasiego. Nuestra tierra ofrece cobijo y alimento a muchas aves. Aves que aun tienen un largo viaje por delante.
¡Hasta el año que viene!
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