Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

miércoles, 30 de diciembre de 2015

SORPRESA EN EL RIBAZO ... UN BÚHO CAMPESTRE EN BAÑÓN

Casi siempre que uno sale al monte, al campo, encuentra una sorpresa, regresa con algo nuevo, observado, aprendido,… vivido. A veces incluso uno no se da cuenta de ello, o no es consciente.

Hay muchas maneras de salir al campo, a caminar, para hacer trekking/montaña, con la bicicleta, a ver pájaros, a buscar plantas, insectos,…rastros de fauna,… también a trabajar, a cultivar la tierra. Eso también es salir al campo. Que se lo digan si no a un pastor o a un agricultor.

En estas fechas el campo, las labores agrícolas, están más paradas, tras la siembra del otoño llegan tiempos de reposo para los agricultores. Este año las capitanas, los yerbatos en Bañón, están dando mucha guerra. Su nombre científico es Salsola kali, es una planta de origen euroasiático pero distribuida por todo el mundo (…icono del oeste americano con los yerbatos arrastrados por el viento en los escenarios de múltiples películas). El verano algo húmedo ha propiciado que estas hierbas proliferen por doquier en los campos de labor… toda una pesadilla para el que hace del campo su forma de vida. Entiendo que este año los permisos de quema (que deben solicitarse a los APN´s de zona) han debido de ser bien abundantes. La autorización permite quemar las capitanas en los montones que, previamente, se deben hacer dentro de las parcelas (no está permitido quemar el rastrojo entero).

Capitanas en los rastrojos. Foto: Chabier de Jaime
Precisamente, el pasado 17 de diciembre me encontraba realizando esta labor en la partida de El Balsete/Hoya de los Regaos, en Bañón, cuando llegó la sorpresa del día… y vaya sorpresa!! Nada menos que un búho campestre.

Búho campestre (Asio flammeus). Monreal del Campo. Foto: Uge Fuertes
Asio flammeus es una rapaz nocturna de la familia Strigidae, conocido como búho campestre, lechuza campestre, lechuzón de Pajonal o tuco. Es una de las rapaces nocturnas con mayor actividad diurna. Habita en áreas abiertas, zonas herbáceas sin trabajar, marismas, cultivos, brezales y, sobre todo, en marjales costeros. 
Fuente: brookei.es
Su población en una zona en concreto depende sobre todo de la disponibilidad de presas. Se alimenta sobre todo de topillos, esos pequeños roedores tan perjudiciales para los cultivos, a los que busca entre las altas hierbas (en nuestro caso, de los ribazos y campos de cultivo). Depende de tal manera de estos mamíferos para su alimentación que su abundancia refleja las variaciones de estos últimos: en el caso de que los topillos sean muy abundantes, el búho campestre pone más huevos y lleva a cabo dos crías.
 
Lugares de cría del búho campestres. Atlas de aves reproductoras de España. Onrrubia et alii



Búho campestre en España. Fuente: quedadanatural.net


Esta especie singular presenta el aspecto de una gruesa lechuza, con su redonda cabeza en la que apenas se distinguen las ”orejas” y, al contrario que su pariente, el búho chico, vive en terrenos despejados.



Eran las tres y media de la tarde de ese 17 de diciembre cuando, en un ribazo bastante alto y amplio poblado de herbáceas, con alguna aliaga y alguna zarza, pude verle. Bueno, más bien me vio primero él a mí…. La cosa es que cuando nuestras miradas se cruzaron, antes de que me diera tiempo a sorprenderme… el bicho voló (suele pasar). Él estaba tan camuflado que pareció como si del herbazal salieran unos ojos con alas… con todo pude verle su característica “cara de lechuza”, sus colores claros por debajo,… y enseguida me vino a la cabeza la imagen del búho campestre… no podía ser!!... pero mientras volaba le seguí con la vista, hasta que, pasando delante del tractor, se posó en el rastrojo de enfrente. Eché mano de los prismáticos rápidamente (una estupenda herramienta para llevar en el tractor…) y ahí estaba, vaya vuelco que me dio el corazón!... efectivamente … una campestre!! (siempre pienso en femenino este pájaro… porque la aprendí en su día como lechuza campestre…y ahí se quedó). 

Paraje de El Balsete, lugar del avistamiento. Foto: Pilar Edo
Volvió a volar y se tiró a un ribazo, no muy lejano, dejándome con una sonrisa congelada y una emoción que creo que incluso me hizo temblar el pulso… nunca había visto este bicho en Bañón… de hecho la he visto antes en Caminreal y en Gallocanta, asociada a zonas de prados y herbazales de carácter más húmedo. Por eso, una pequeña duda me invadió y no pude por menos que comentárselo a Antonio y Sabi (compañeros de fatigas y, sin duda, mejores pajareros que yo). Antonio me decía que porqué dudaba… que cual creía que podía ser la especie con la que lo confundía… la verdad es que me había parecido, desde el principio, una campestre, pero cuando no controlas, siempre hay dudas. 

Entre los herbazales... camuflada... Foto: Uge Fuertes
Búho campestre. Monreal del Campo. Foto: Uge Fuertes
 La observación había sido sorprendente (o a mi me lo parecía)… y creo que una buena observación (había buena luz, no estaba excesivamente lejos… la pude ver por segunda vez con prismático, posada, en vuelo,…), “… quizá un búho chico”, le dije. “Bueno…”, como suele decir él. Le pregunté si no era más propia de sitios húmedos, me dijo que no tiene porqué, que necesita un territorio de campeo con abundante comida (y de eso en El Balsete había bastante, sólo hacía falta ver cómo salían los topillos al paso del cultivador).  Y ahí se quedó la cosa. Yo “henchida” con mi campestre en Bañón…. 

Atardecer en Gallocanta. Foto: Uge Fuertes
Y ahí sigo, cargada de emoción… más cuando, el pasado día 27, regresé a la misma zona y allí estaba de nuevo, saliendo del ribazo y sobrevolando rasa… cerca de mi… para posarse en otro ribazo donde, a pesar del prismático, no pude localizarla. Tan bien se camuflan… pero sé que está ahí, y que me ha hecho vivir uno de esos momentos en el campo que una no olvida.  

... Por la sorpresa, y por lo “privilegiada” que una se siente de poder disfrutar de estos momentos, breves e intensos, que te proporciona la observación de la fauna silvestre en su entorno natural. Una fauna silvestre que, una vez más, se muestra como una firme aliada del ser humano, de su actividad agraria, y por supuesto, del equilibrio de ese medio natural que nos rodea y acoge.


Pilar Edo
(Gracias a Uge por sus impresionantes fotos)

9 comentarios:

Chabier dijo...

¡Enhorabuena por la observación, Pilar!¡Y por el precioso artículo!

Javier Escorza dijo...

Precioso relato Pilar , además de interesante observación ��������

Javier Escorza dijo...

Acompañado de espectaculares fotos de Uge!!

Diego Colás dijo...

Genial Pilar!!! Eso es lo que se siente ante lo magnífico e inesperado!!!

Unknown dijo...

Pilar me alegra que vivieses y disfrutases de un momento tan emocionante, el campo siempre nos sorprende. Aunque a mi corto entender... buena señal no parece.

Pilara dijo...

Porque dices que no parece biena señal, Sergio?

Victoria dijo...

Gracias por compartirlo!!! Me encantan los buhos y lechuzas y lo has contado con tanta pasión como lo hubiera hecho yo misma...

Unknown dijo...

¡Que maravilla de artículo Pilar! Un beso desde Estonia

Pilara dijo...

Miguel!!! :-)... que alegría saber de ti!... espero todo bien por aquellas tierras, a ver cuando te acercas a vernos!! Un abrazo grande