Lo global y lo local se dan la mano en el conocimiento humano.
Una columna ascendente de materiales del manto terrestre procedente del océano Atlántico cruzó bajo el Mediterráneo occidental dirigiéndose hacia Europa hace 23 millones de años. Fue la responsable de abrir una gran fractura en la corteza desde el Rhin hasta el actual golfo de Valencia.
Y, de forma indirecta, el origen de algunas alargadas depresiones en la cordillera Ibérica, como la de Alfambra-Teruel-Mira. El empuje del penacho ascendente del manto creó un abombamiento de gran radio en la corteza, adelgazándola, fracturándola y hundiéndola en la bóveda central pero elevando el sector occidental de la península Ibérica. Así se crearon los principales relieves del sur de Aragón: sierras de Gúdar, Javalambre y Albarracín). Como reajuste de los bloques se reactivaron depresiones entre los macizos y se formaron otras nuevas, como la de Calatayud-Teruel, nuestra fosa tectónica.
Ese territorio donde vivimos unos cuantos resistentes.
Ese territorio donde vivimos unos cuantos resistentes.
San Ginés, en el margen occidental de la fosa. |
Peña Palomera, en el margen oriental de la fosa. |
Aquí arranca una larga historia que explica el origen de los manantiales de Fuentes Claras, Caminreal o Monreal del Campo. Zonas de descarga de los acuíferos que alimentaron los extensos y perdidos
humedales del fondo del valle del Jiloca, de los que son los últimos
testimonios. El origen del nacimiento natural del río Jiloca en los Ojos de Monreal del
Campo.
Se explica cómo las fallas provocaron el hundimiento de
bloques de materiales de diferente permeabilidad permitiendo el afloramiento de
las aguas que subterráneas que circulan a través de calizas jurásicas y de
gravas y conglomerados sin cementar cuaternarios.
O el origen de la tosca. Una roca sedimentaria formada por
la precipitación del carbonato cálcico sobre la vegetación acuática de una zona
húmeda del final del Pleistoceno que se extendería entre Caminreal y Calamocha. Un Lugar de Interés
Geológico en Aragón.
Manantiales de los que surgen aguas de temperaturas regulares entre 14 y 20
ºC, algunas algo salobres, oxigenadas y de pH algo básico.
Manantiales que generan microclimas singulares. Con sus nieblas de fondos de valle, sus escarchas
invernales, sus elevadas humedades elevadas, sus heladas precoces y tardías.
Pequeños humedales rodeados de pastos hasta su transformación
en tierras de cultivo (huertas) durante los siglos XIX y XX. Terrenos húmedos
propensos al desarrollo del carrizal. Algunos abandonados y otros dedicados a
cultivos de chopos híbridos.
Calizas, margas y vegetación palustre crean ambientes turbosos. Unas singulares turberas calcáreas de masiega (Cladius mariscus). Un hábitat de Interés Comunitario propio de márgenes de agua de humedales litorales e interiores. Una de las escasas representaciones en la cordillera Ibérica.
Ambientes donde prosperan tres especies de árboles. El sargatillo (Salix atrocinerea), una sarga arbórea
propia de las riberas del Jiloca muy aprovechada como leña y por estabilizar
cauces. El álamo (Populus canescens),
de hoja redondeada y corteza blanca, que forma bosquetes que se extienden desde
las raíces de otros ejemplares. El chopo negro (Populus nigra), manejado a veces en su forma de trasmocho (cabecero) para
producir vigas tras desmoches periódicos.
Ambientes que son hábitat de la avifauna. En el invierno alberga escribano
palustre, triguero, bisbita alpino, avefría, cerceta común, aguilucho pálido y
milano real. En los pasos migratorios al pechiazul, archibebe común, buscarla
pintoja y abejaruco. Zona de cría de ánade real, rascón, aguilucho lagunero,
carricero común y lavandera boyera, entre otros muchos.
Ambientes donde antaño prosperaron poblaciones importantes de rata de agua, hoy casi
desaparecidas por la irrupción del visión americano. Prados con abundancia de topillos y de paniquesas. Refugio invernal de jabalí. La nutria, casi desaparecida,
se ha beneficiado de la expansión de un cangrejo llegado desde la otra orilla del Atlántico.
Ambientes, pues, en los que las plantas se organizan en anillos según la tolerancia a la sequedad y a la inundación. Acuáticas, carrizales y masegares inundados, juncales y herbazales. Una importante población de plantas propias de marjales litorales, como Linum maritimum. O de la orquídea Anacamptis palustris.
Historias globales y locales donde vivir la fascinación por la Tierra y los seres vivos.
Historias como las que se irán desgranando en la primera actividad de Paseos Xiloca. Ya sabes, pasado mañana, el sábado 13-F, a las 9 h. en la plaza del Ayuntamiento de Fuentes Claras. Con tu bocata, tu chubasquero y tus propias historias.
Ya sabes, la inscripción llamando en el 978730645 o cumplimentando el formulario en la página del Centro de Estudios del Jiloca.
Nos vemos el sábado.
Nos vemos el sábado.
1 comentario:
¡Ojala os caigan chuzos mañana en la excursión por los humedales ...! Buena envidia me dais. Un abrazo a todos.
J.M.
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