Nuestra amiga Lucía Pérez, zoquera y sollaventera de pro, lleva tiempo buscando fotografías antiguas tomadas en el sur de Aragón en archivos y colecciones fotográficas. Las fotos viejas son una valiosa fuente de información para conocer el uso tradicional de los recursos naturales e interpretar los paisajes de otras épocas. Para los etnólogos -como ella- y para cualquiera que tenga interés por saber cómo vivieron nuestros abuelos. Por ello, hace un tiempo le pedí que se pusiera las "gafas de ver chopos cabeceros" cuando rebuscara entre fotos antiguas. Y así lo ha hecho.
Hace unas semanas Lucía me contestó. Me envió tres fotografías antiguas tomadas en Alcalá de la Selva sobre 1915 y que pertenecen a un fondo depositado en la Biblioteca Valencia.
Son verdaderos documentos que nos ayudan a comprender los usos tradicionales del chopo negro y de otros árboles de ribera. La primera de ellas nos da mucha información.
Es un paisaje de prados laboreados en los que pastan dos équidos, un mulo de pelaje claro y un burro de pelo negro, nos parecen. Una suave planicie de con aprovechamiento agrícola y ganadero se muestra prácticamente deforestada. En un primer plano, dos arroyos confluentes surcan la llanura. En su orilla aparecen pequeños grupos de árboles Parecen olmos, según me confirma mi amigo Armand Paz. El mayor de los árboles tiene su ramas bajeras jóvenes y vigorosas mientras que en la parte superior, menos accesible, se muestran ramas de un mayor desarrollo. Parece probable que sean el resultado de la poda otoñal para obtener forraje a partir de la corta anual o bianual de todas las ramas a nivel del tronco antes de que pierda la hoja. Esta actividad estuvo muy extendida a lo largo de la cordillera Ibérica.
En Bretaña y otras territorios atlánticos franceses se realizaba a lo largo de todo el tronco y recibiendo estos árboles el nombre de "ragosses".
En Bretaña y otras territorios atlánticos franceses se realizaba a lo largo de todo el tronco y recibiendo estos árboles el nombre de "ragosses".
Ragosse en el crepúsculo. Foto tomada del blog Photos par ci par là |
Parece probable que el resto de los chopos, de menor tamaño e igualmente accesibles, también hubieran sido aprovechados de la misma manera. Un uso pecuario. Por otra parte, destaca la intensidad ganadera de la presión a juzgar por la ausencia de arbustos en las orillas de los arroyos. Al fondo, se aprecian los montes poblados por matorral y arbolado, seguramente bujes, inebros y pinos royos.
La segunda foto resultará familiar a cualquiera que haya podido recorrer la carretera que une el pueblo de Alcalá de la Selva con la ermita de la Virgen de la Vega.
Dos hileras de chopos negros (posiblemente lombardos) crecen en las orillas de un amplio camino. Sus densos follajes lo sombrean haciendo más amable el recorrido de los caminantes, que aparecen al fondo. En el siglo XIX se desarrollaron normas que animaban a los concejos a plantar árboles en los caminos. Puede ser este el origen de esta arboleda formada por árboles con varias décadas de edad. un uso recreativo y paisajístico.
Es probable que sean los mismos que vemos en esta otra imagen encontrada en la red ...
o los que actualmente prosperan en la carretera actual ...
Y, por último, el la tercer paisaje corresponde a álamos negros trasmochos.
En la orilla de una acequia que irriga unos huertos cerrados con muros de piedra crecen distanciados varios viejos chopos cabeceros de gruesos troncos y ramas jóvenes, indicadores de haber sido escamondados hace pocos años. A la izquierda, un camino surcado por un carro y el muro de un bancal. Esta forma de manejar al álamo negro debió ser más común de lo que pensamos en el pasado en la sierra de Gúdar. Aún así, todavía quedan testimonios en las riberas de estos ríos de montaña, como en Linares de Mora, en El Castellar o en la propia Alcalá de la Selva. En este caso se trata de un aprovechamiento forestal
Tres fotos antiguos con árboles ribereños. Tres paisajes diferentes. Tres aprovechamientos distintos. Una muestra más de la riqueza cultural.
Gracias, Lucía.
Gracias, Lucía.
2 comentarios:
La primera foto es del valle de la Virgen de la Vega, que en su estado natural debió ser una laguna o pantano. Los campos que se ven están drenados por caños de piedra, que hacen posible el cultivo. Aún así el nivel freático está normalmente a muy poca profundidad.Javier Ibañez localizó restos de infraestructuras de drenaje de época romana, en la zona de la ermita. Ahora mismo el valle está inundado en algunas zonas por la rotura de los drenajes, y se está llenando de arbustos, sobre todo de espino albar.
La segunda foto corresponde al Prado de la Virgen, justo detrás de la ermita de la Virgen de la Vega. Muchos aún están vivos.
Los lombardos de la carretera entre la Vega y Alcalá, se plantaron sobre 1920. Mi abuela plantó alguno de ellos.
En Alcalá no hay boj. No se exactamente porqué, pero no lo he localizado nunca.
Gracias por tus comentarios, José. La laguna original de la primera foto, ¿podría ser una depresión kárstica? Recuerda a los poljes de la sierra de Albarracín y de otras zonas calizas.
Publicar un comentario