Traemos a este blog un proyecto educativo en el que estamos inmersos Isabel Herrer, Loreto Riveira y yo mismo, profesores de Biología y Geología y de Ciencias Aplicadas de 4º ESO del IES Valle del Jiloca. Se trata de una colección de cultivos de plantas herbáceas que actualmente se siembran (o antaño se hacía) en los campos de secano de la comarca del Jiloca.
No es un huerto escolar. Es algo diferente: un "secano escolar", si vale la broma, pues la idea es no regar los cultivos salvo que resulte imprescindible para su viabilidad. Es como un jardín botánico de plantas de interés agrícola. Le hemos llamado el Parque Agrícola de los Secanos del Jiloca.
No es un huerto escolar. Es algo diferente: un "secano escolar", si vale la broma, pues la idea es no regar los cultivos salvo que resulte imprescindible para su viabilidad. Es como un jardín botánico de plantas de interés agrícola. Le hemos llamado el Parque Agrícola de los Secanos del Jiloca.
Un secano de unos 3.000 m2 enclavado en unos terrenos situados junto al edificio nuevo del IES. Unos terrenos que han estado yermos durante décadas y que los hemos ido preparando desde el final de primavera. En una zona sobreviven algunos chopos canadienses que fueron plantados hace unos veinticinco años y que desde entonces han llevado mala vida.
Antes de labrarlo tuvimos que retirar las numerosas ramas y troncos de chopo que se habían caído durante los últimos años. Incluso tuvimos que cortar un par de chopos muertos pues amenazaban caída. Retiramos la madera al extremo de la finca haciendo pequeños refugios para la fauna.
Lo mismo hicimos con las piedras gordas que nos fueron saliendo: amontonarlas.
Era un herbazal con una colección de plantas propias de los eriales frescos, con mucha grama y mielga. En abril se le dio una labor profunda con arado. Bueno, profunda donde se pudo para evitar levantar las raíces de los chopos.
En mayo se le dio una pasada con el cultivador a los terrenos que iban a ser plantados antes del verano. Hubo que retirar muchos cepellones de grama. Se marcaron las dos parcelas con estacas y cuerdas y se sembraron.
En una, con los alumnos de 1º ESO, sembramos semillas de alfaz (alfalfa) que compramos.
En la otra, con las alumnas de 2º de Bachillerato de Biología, en uno de sus últimos días por el IES, sembramos frutos de pipirigallo (esparceta) que nos regaló un agricultor de Vaillanueva del Rebollar. Todo a voleo.
Y después rastrillamos con garbo.
Como la primavera y el verano vinieron muy secos y no queríamos comprometer estos cultivos que debemos mantener varios años, los regamos con un aspersor durante los meses de junio y julio: las plantas nacieron bien, tanto el alfaz ...
como el pipirigallo ...
En agosto sembramos unas pequeñas parcelas con colza y nabo. El primero, es un cultivo emergente por la utilidad de sus semillas para la fabricación de piensos. El segundo, en regresión, pues ya no se les dan las raíces al ganado como antaño.
A finales de septiembre se le ha dado una pasada con el cultivador para eliminar las hierbas que han crecido durante el verano y para alisar el terreno...
Y, por último, lo hemos dividido en una veintena de parcelas empleando estacas de madera y cuerdas para delimitar cada una de ellas. Hemos dejado un pasillo para evitar pisar los cultivos.
Hemos abierto un blog a modo de cuaderno de campo para recoger todas las fases del desarrollo, pero también para conocer la morfología de las plantas, sus aprovechamientos y algunas experiencias de agroecología que vamos a poner en marcha.
Os adjuntamos el enlace por si lo queréis consultar.
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