Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

jueves, 30 de diciembre de 2010

HISTORIA DE UN PAJAREL

En Calamocha, pajarel es el nombre popular del pardillo común (Carduelis cannabina). En Caminreal es conocido como rojiñol y en la cuenca de Gallocanta es llamado charrabís. Es una avecilla muy bien reconocida por su abundancia, por vivir cerca de las personas y sus cultivos y por su bonito canto. De hecho, hasta hace poco en algunos pueblos aún se veían algunos enjaulados.

Macho de pajarel (Carduelis cannabina) en periodo reproductor. Foto tomada de Birdingspain

Es una especie que prefiere las zonas abiertas con algunos matorrales y que está presente durante todo el año en el Jiloca. Nidifica en todo tipo de matorrales (aliagares, tomillares, aljezares, enebrales, parameras, etc), en cultivos de secano siempre que disponga de algún arbusto y en bosques abiertos (sabinares y carrascales).

Durante el invierno forma grandes bandos y recorren los eriales, rastrojos y matorrales abiertos. En ocasiones, se agregan varios cientos, sobre todo cerca de los campos sembrados de pipas poco antes de la recolección. Se aproximan a los pueblos donde encuentran comida en los yermos en los que crece la vegetación nitrófila (capitanas, cardos, etc.). Con su canto y con su carácter inquieto alegran los ribazos y los terrenos incultos próximos a nuestras casas.

Hace unos años, varios naturalistas pusimos en marcha una estación de anillamiento en los Ojos de La Rifa en Caminreal. Con periodicidad quincenal montábamos las redes japonesas entre los carrizos para conocer la composición y la variación de la comunidad de aves de este humedal.

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Durante el invierno, la ausencia de insectos limitaba enormemente la abundancia de aves. Eso sí, al caer la tarde se aproximaban al carrizal nutridos bandos de trigueros y de escribanos palustres, acompañados de algunos bisbitas ribereños. Dormían entre las cañas, aprovechando el microclima algo menos riguroso que se forma sobre el agua del manantial.

Red 6 Ojos Altos

Antonio con el colector tras la red en los Ojos Altos

En esta estación, el carrizal funciona como un dormidero pero poco más.

Como nos aburríamos soberanamente decidimos montar un pipero para las aves granívoras. Esto es, un espacio (tabla) en el que con regularidad dispensábamos semillas de girasol y descartes de la seleccionadora de semillas de la cooperativa de Bañón. Antonio Torrijo se acercaba cada dos o tres días a echar semilla. Y cuando tocaba, montábamos las redes.

Acudían sobre todo pardillos y gorriones molineros, pero también cardelinos, pinzones, carboneros y herrerillos comunes. Hay que decir que comían como limas. Aunque también se lo aprendió el jabalí, que tenía allí refugio y comida.

La tarde del 12 de diciembre de 2008 fue de lo más desustanciada en cuanto a capturas. En las redes del carrizal no se cogió ningún ave, ni siquiera funcionó como dormidero. En el pipero, cayeron y fueron marcados cuatro pajareles. Tres eran jóvenes y una hembra adulta. Esta es nuestra protagonista.

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Hembra de pajarel recién anillada

Anillar aves es parecido a mandar un mensaje dentro de una botella y lanzarla después al océano. Hay mucha incertidumbre pues tan sólo se tendrá información del 1% de los ejemplares marcados. Y casi siempre, se tratará de autorecuperaciones. Es decir, aves recapturadas por el propio anillador en el mismo lugar donde fueron anilladas

Esta pasada primavera recibí una notificación desde la Oficina de Especies Migradoras (Ministerio de Medio Ambiente). La hembra de pajarel había sido controlada el 15 de abril de 2009 por un anillador en Heuseux, pequeña localidad situada junto a la industriosa ciudad de Lieja (Luik), en la parte valona de Bélgica, pero muy cerca de Holanda y de Alemania. No hay información pero es muy probable que se encontrara en plena cría. Lo que sí podemos decir, a tenor de las imágenes proporcionadas por Google Earth, es que el paisaje natural sería un conjunto de campos con bosquetes y setos.

Heuseux (Lieja)

Este dato queda confirma los registros de pardillos invernantes en la península Ibérica obtenidos mediante anillamiento.

Es decir, un buen número de los pardillos que componen los bandos que revolotean los campos y eriales del Jiloca proceden de los países de la vertiente atlántica europea.

pajarel ruta

Me gusta pensar en la gran variedad de paisajes que recorren estos pajaricos en sus viajes.

Caminreal

Vega y secano de Caminreal. En el extremo superior izquierdo se encuentra el pequeño humedal de Los Ojos de La Rifa

Y, según apuntan los investigadores, muchos de los ejemplares que nidifican en la mitad norte de la península Ibérica, pasan el invierno en la mitad sur y no pocos cruzan el estrecho pasando al Magreb. ¿Por qué lo harán? ¿Por qué no permanecerán en la comarca evitándose el esfuerzo migratorio?

miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL CHOPO CABECERO DE BEA

En nuestros pueblos siempre ha habido árboles destacados por su tamaño, por su forma, por su localización o por alguna tradición especial. Los más conocidos han sido aquellos que convivían con los vecinos en los espacios públicos. Especialmente, las olmas. Su desaparición, bien por cambios urbanísticos bien por los efectos de la grafiosis, supusieron un sentido golpe en las comunidades humanas. El cariño forjado al criarse, crecer, madurar y envejecer bajo su sombra es un hecho.

Pero en los últimos años, en Aragón algunos árboles singulares situados fuera de los núcleos urbanos se han ido promocionando dentro de catálogos oficiales, de estudios o de publicaciones. Su difusión es una oportunidad de acercar a las personas al campo y de difundir el valor de estos árboles, muchas veces añosos y monumentales. Es también un ejercicio de autoestima entre los vecinos. En los pueblos, incluso en los más pequeños, hay muchos tesoros naturales. Algunos amenazados, casi todos por descubrir.

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El caso de Bea es singular. Al calor de la configuración de la Ruta Botánica, se habilitaron unas rutas para senderistas en las que se incluyeron dos árboles notables. Una gran carrasca (“La Abuela de Bea”) y una notable sabina albar(“La sabina de Bea”). Estos nombres les hacían gracia a nuestros jóvenes alumnos cuando visitamos la zona, pues siempre hay alguna Beatriz entre ellos.

Nosotros queremos añadir un nuevo ejemplar a la lista de árboles notables de esta localidad: el Chopo Cabecero de Bea.

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Está situado muy cerca del pueblo, aguas abajo del núcleo urbano, en la margen izquierda del Huerva muy cerca del río. Damos las sus coordenadas (0655324/4544578) pues no es muy conocido. Tiene un perímetro de 520 cm. y un diámetro normal de tronco de 195 cm. El diámetro de copa es de 6 m. y la altura de la cabeza de 420 cm.

Es un árbol viejo y su estado no es muy saludable. Solo mantiene viva un tercio de su cabeza, que se haya bifurcada en dos grandes tozas, de donde brotan las ramas verdes de vigas no muy gruesas. El tronco tiene un hueco central. En buena parte del tronco, la corteza se desprende. En su entorno, crece un vigoroso sotobosque de escaramujo (Rosa canina) y de zarzal (Rubus ulmifolius) que le otorgan una cierta inaccesibilidad.

Este viejo chopo sobrelleva la última fase de su vida con gran elegancia. Testigo vivo de otros tiempos, forma parte del patrimonio natural y cultural de Bea.

En el Huerva no hay muchos chopos cabeceros monumentales. Este el más notable que hemos encontrado. No crece solo pues forma parte de una arboleda constituida por más de treinta ejemplares.

Uno de ellos es de un tamaño notable (diámetro normal de tronco de 150 cm. de diámetro) también tiene una gran hueco, está puntiseco y tiene ramas desgajadas. Tiene una copa con una disposición más abierta.

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Otros ejemplares más para el catálogo de árboles monumentales de Bea.

sábado, 25 de diciembre de 2010

VUELVEN LAS OVEJAS A LA VEGA

Estos días un diario aragonés se publicita en la televisión con unas imágenes en las que el Paseo de la Independencia de Zaragoza es atravesado por un rebaño de ovejas. Una estampa navideña, al parecer. En cualquier caso exótica. Desde siempre la ciudad, por definición, tiene un profundo desdén por lo rural. Y en este caso, esta tendencia es inaudita.

Creo que todos vamos comprendiendo la crisis de la ganadería extensiva de ovino. Los ganaderos se jubilan, no hay relevo, cae la demanda en una sociedad con nuevos hábitos alimenticios, suben los precios del pienso, cierran los mataderos locales… Un sinfín de problemas.

Estos días se está recolectando el panizo en las huertas del Jiloca. Las máquinas entran en las piezas y cosechan el preciado grano, una vez que ha reducido su contenido en humedad tras el transcurso de un otoño seco.

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Y, acto seguido, entran los ganados a los campos recién segados. Las ovejas pacen mañanas enteras buscando pinochas de maíz enteras o rotas entre las cañas cortadas y las hojas caídas y trituradas. A veces queda sobre el campo hasta un 15% del grano.

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En la vega del Jiloca la agricultura y la ganadería siempre han tenido una importante complementariedad. Los restos de las cosechas (cebada, remolacha) y algunos cultivos propios (alfaz o pipirigallo) formaban buena parte de la dieta invernal del ganado cuando los montes ofrecen pocos recursos.

Las ovejas y los ganaderos forman parte del paisaje y de la cultura de esta tierra. Y también están amenazados.  

miércoles, 22 de diciembre de 2010

MÁS BUITRES MUERTOS

Nos llega la imagen de los restos de un buitre leonado encontrado muerto en Bañón.

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Pueden verse las marcas alares. Desde hace unos meses, los técnicos del Departamento de Medio Ambiente están capturando ejemplares de esta rapaz necrófaga para marcarlos y conocer la dinámica de sus poblaciones, evaluar la eficacia tanto de los comederos y las consecuencias de la aplicación de la normativa sobre retirada de animales muertos.

Este ejemplar fue marcado el 3 de noviembre de 2010 en Calamocha.

Fue encontrado el pasado 13 de diciembre por José Antonio Sánchez en el paraje de Las Clarianas (Hoya de Cañaterraza) dentro del término de Bañón, aunque cerca de los de Fuentes Claras y Calamocha. Se encontraba a unos quinientos metros de una línea eléctrica. Llevaría entonces unas dos semanas muerto. Las plumas cubrían un campo y no se han encontrado ni las patas, ni la cabeza ni el resto de la carcasa. Muy probablemente hayan sido arrastradas por otros carroñeros hacia algún ribazo donde habrán sido devorados.

Nos cuenta José Antonio que en el último año tiene noticias de siete buitres que han sido encontrado muertos. Nos preguntamos, ¿cuántos cadáveres de buitres no habrán sido localizados?

Según los técnicos, los buitres capturados dan unos pesos próximos a la media lo que apunta a que no están debilitados como para atribuir a la falta de alimento la causa de su muerte. Pueden existir otras razones …. ¿líneas eléctricas? ¿venenos? ¿furtivismo? …. Siete buitres muertos encontrados en un territorio alejado de las colonias de cría parece una cifra alta.

En cualquier caso es claro que la nueva normativa es un negocio para SIRASA pero una ruina económica que soportan los ganaderos y resto de ciudadanos (con los impuestos), además de un perjuicio para las aves necrófagas.

domingo, 19 de diciembre de 2010

CRECIENDO EN EL ESCARPE

En su cabecera el río Huerva recorre el fondo de un amplio valle donde afloran dos litologías muy diferentes.

En la margen izquierda se extienden unos materiales detríticos silíceos de tonos rojizos que corresponden a arenas, arcillas y conglomerados depositados en ambientes continentales durante el Paleógeno (Terciario) resultantes de la erosión de los primeros relieves formados en los inicios de la orogenia Alpina. En la margen derecha, predominan una serie de calizas y margas acumuladas en ambientes marinos durante el Cretácico y estratos están visiblemente buzados hacia el suroeste formando las famosas Rochas (chevrons).

El río tiene el cauce sobre los materiales silíceos, pero muy cerca de los carbonatados.

En las Rochas de la sierra de Oriche son muy abundantes los ejemplares de sabina negral. Sobre estas formaciones hicimos un artículo en el blog escolar Diario de un paisaje.

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Aguas abajo, entre Bea y Lagueruela unos conglomerados silíceos bien cementados forman un pequeño escarpe sobre el propio río. En una grieta, sobre roca madre sin prácticamente suelo, una vieja sabina negral se ha instalado. Su tronco desciende hacia el vacío pero sus ramas remontan buscando la luz.

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Este ejemplar dispone, eso sí , del beneficio del próximo nivel freático al que probablemente accederá con sus largas raíces.

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José Antonio Sánchez, con el jalón, es una referencia del tamaño esta singularidad arbórea.

viernes, 17 de diciembre de 2010

NOVIEMBRE FRÍO

El mes de noviembre en Calamocha ha sido 1,4 ºC más frío que la media de la mínima mensual histórica (0,4 ºC frente a 1,7 ºC) y un comportamiento similar han tenido las temperaturas máximas (11,6 ºC frente a 13 ºC).

En lo que respecta a precipitación, el otoño termina siendo muy seco, con escasas precipitaciones, especialmente en los meses de octubre y noviembre. Este año apenas salieron nuestros preciados hongos.

Durante los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre una entrada fría polar afectó a toda la península Ibérica y dejó temperaturas muy bajas también en nuestra comarca. Uno de esos días más fríos fue el pasado 4 de diciembre, especialmente durante las horas nocturnas, con una buena capa de nieve caída durante la madrugada del día 3 y repartida por toda la Ibérica, que aun hizo descender más las temperaturas mínimas por efecto albedo, llegando a temperaturas de hasta –12 ºC.

Ese día me subí a Gallocanta a disfrutar de una tarde gélida, un sol frío enmarañado en la nubosidad blanquecina y un ambiente que bien podría parecerse al invierno casi perpetuo escandinavo. Las grullas además aderezaban y daban un toque más especial si cabe a la tarde.

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Durante estas situaciones se llegan a crear auténticas bolsas frías en las zonas de menor altitud, fruto de la inversión térmica y el enfriamiento progresivo de las zonas nevadas. Esa tarde, en el entorno de Las Cuerlas, la temperatura exterior bajó hasta los –8 ºC mientras que tan sólo unos kilómetros más allá, ya en la carretera de Molina y a mayor altitud, la temperatura subió hasta los –2 ºC.

Estas otras fotografías son del viernes día 18 por la mañana. A –9 ºC el agua de los Ojos de El Poyo – Fuentes Claras (que sale en esta época aproximadamente a 14 – 16 ºC) se convierte en vapor y da un toque especial y místico a este entorno. El vapor se deposita en forma de pequeñas gotas sobre el carrizo y se hiela instantáneamente.

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Un espectáculo de la naturaleza muy cerca de nosotros. Nuestra pequeña Siberia particular.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

STELLARIUM

Stellarium es un planetario, un programa multiplataforma y de código libre que muestra un cielo realista en 3D tal como se aprecia a simple vista, con binoculares o telescopio.

Stellarium

Podemos colocar las coordenadas y altitud del lugar donde nos encontremos y el programa nos muestra el cielo tal y como se ve, en tiempo real o bien la fecha seleccionada que queramos.

Es un buen programa para disfrutar y aprender en las noches frías y estrelladas que nos ofrece el invierno.

Puedes encontrarlo en http://www.stellarium.org/es/

lunes, 13 de diciembre de 2010

sábado, 11 de diciembre de 2010

UNA LECCIÓN DE ECOLOGÍA EN UN ZURUTO

A primeros de noviembre visité la ribera del Huerva a su paso por Bea y pude comprobar la espléndida fructificación de la gazpotera (o espino albar) que prospera en aquel soto. Ya sin hojas, estos arbustos estaban colmados de unas bolitas rojas que contrastaban con el tono apagado de este otoño parco en lluvias.

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Acercándome al arbusto que fotografiaba, sobre una rama observé algo que llamó la atención.

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Alargada y recurvada, como una integral matemática invertida, colgaba sobre una ramilla un excremento de un pájaro forestal. Por el tamaño, parecía de un túrdido. Tal vez fuera de mirlo común, por su abundancia en estos setos, aunque no se descarta que lo fuera de zorzal común, escaso pero habitual nidificante en la zona. Dentro de un mes, con la invernada de zorzales (alirrojos, comunes y reales) procedentes del centro y norte de Europa, se ampliaría el espectro de posibles autores.

Estaba completamente compuesta por las semillas. No sé a qué especie de planta pueden corresponder. En el entorno era abundantes los aligustres y estaban también cubiertos de frutos maduros. El epicarpio parece negro y por el tamaño de la semilla, también podría ser. Aunque parecen más lisos y aplanados que los de este arbusto. ¿Qué os parece?

Lo que sí que es cierto es que la dieta de las aves forestales sigue fielmente los ritmos de la Naturaleza. La abundancia ocasional de recursos es aprovechada.

Por otra parte, como ya apuntaba el profesor Herrera, se constata el importante papel de las aves en el funcionamiento de los ecosistemas mediterráneos. Muchas plantas herbáceas y leñosas presentan sus semillas envueltas por frutos donde se acumulan glúcidos digeribles y lípidos. Son el alimento de una amplia comunidad de frugívoros alados, tanto de poblaciones locales o como de otras norteñas que recalan en la cuenca mediterránea durante la invernada.

lunes, 6 de diciembre de 2010

DE AVES INVERNANTES Y DE CULTIVO DE PIPIRIGALLO

El pipirigallo o esparceta es una forrajera vivaz que participaba en la rotación de cultivos de los secanos turolenses por su valor nutritivo, la fertilización del suelo y su rusticidad. Este cultivo sufrió una acusada regresión en las últimas décadas.

Entre los campesinos existe la opinión de que es muy favorable para la fauna silvestre aunque no hay estudios que avalen tal opinión.

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Durante un los cursos 2005/2006 Y 2006/2007 el alumnado de la asignatura “Botánica Aplicada” de 4º E.S.O. desarrolló una experiencia educativa sobre el valor ambiental de esta planta forrajera. Tres de aquellos alumnos, Alfonso Parrilla, Anchel de Jaime y Adrián Domingo, me propusieron continuarlo durante su 2º de Bachillerato centrándose entonces en la influencia de este cultivo en las aves silvestres. En concreto, en las aves invernantes, por aquello de que eran aquellas que podían estudiarse a lo largo del curso (2008/2009).

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El trabajo pretendía comprobar la opinión de los agricultores, ganaderos y cazadores de que sobre el pipirigallo hay una gran riqueza de animales silvestres. En este caso, se quiso demostrar si esto es cierto para las aves invernantes.

El objetivo era caracterizar y comparar las comunidades de aves invernantes que mantienen el pastizal de pipirigallo y el cultivo de cebada en la comarca del Jiloca. Al haber sido realizado por estudiantes de Bachillerato, perseguía también una finalidad educativa como es el aprendizaje y aplicación del método científico mediante un estudio de Biología de Campo.

El método de trabajo consistió en registrar las aves observadas en bandas de 50 metros mediante transectos realizados al amanecer y a pie a través de ambos cultivos durante doce jornadas entre octubre de 2008 y febrero de 2009. Fue realizado en diversas parcelas de la partida de La Nava, cerca de la rambla de la Cirugeda, en el término de Calamocha.

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La abundancia de aves ha sido de 107,85 individuos para el pipirigallo y de 32,67 ejemplares para la cebada referido a un kilómetro de transecto. La riqueza para el conjunto de jornadas fue de 18,8 especies para el pipirigallo y 12,0 para la cebada, sobre un kilómetro recorrido de cultivo. La diversidad ecológica también es mayor en la forrajera (2,4073) que en el cereal (2,2873) aunque las diferencias son menores.

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La alondra común, la calandria y el pardillo común suponen el 83,09% de la avifuna invernante en pipirigallo y el 80,04% en cebada.

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Alondra común (Alauda arvensis)

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Calandria o corbatera (Melanocorypha calandra). Foto: Rodrigo Pérez

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Pardillo común o pajarel (Carduelis cannabina)

En pipirigallo la alondra común es la especie más abundante, seguida de la calandria común y el pardillo común. La bisbita común, siendo mucho menos representativa, muestra una gran dependencia al dicho cultivo.

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En cebada, la calandria común supera en población al resto de las especies.

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Ambos alaúdidos parecen reducir la competencia interespecífica cuando hay cultivos de forrajeras intercaladas en secano cerealista.

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El pipirigallo ofrece en la invernada una mayor variedad de alimento a especies granívoras y una estructura vegetal más compleja que favorece la protección ante depredadores en un medio muy expuesto especialmente en especies menos gregarias como es el caso de la alondra común.

Durante estos días se está celebrando en la localidad leridana de Tremp el XX Congreso Español de Ornitología organizado por SEOBirdLife. Este trabajo fue seleccionado en su momento por el comité organizador para su exposición oral y ayer fue expuesto ante un buen número de ornitólogos.

El trabajo de este equipo ha dado sus frutos científicos y educativos.

viernes, 26 de noviembre de 2010

DESAGRADABLE SORPRESA

El domingo, 21 de noviembre, regresaba hacia Bañón tras una grata excursión por el Arguilay de Báguena. A la altura de la venta Rivera en Calamocha (km 196 de la N-330) me encontré con una "sorpresa" bastante desagradable... una nutria atropellada en la carretera. Esto suele ocurrir a menudo, ver animales atropellados en las cunetas y arcenes de nuestras carreteras se ha convertido en algo casi "habitual" (desgraciadamente, claro). Esa mañana le había tocado a una nutria. Lo primero que hice fue darle un buen susto, acompañado de una tremenda tristeza. Era la primera vez que veía una nutria "al natural" en la zona del Jiloca, y no era la forma en que me hubiera gustado hacerlo, desde luego.

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Inmediatamente llamé a Paco, uno de los APN de nuestra zona, para dar cuenta del hecho y que ellos se hicieran cargo, registrando correctamente el lugar y motivos de la muerte de la nutria. 

Creo que no es el primer atropello de un individuo de esta especie (Lutra lutra), en nuestro territorio. No deja de ser un hecho desgraciado, aunque, como muchos apuntan, quizá sea una señal o indicio de que el número de individuos de nutria en el Jiloca haya aumentado, esté en expansión,... Aunque esas cosas las dejamos para los biólogos y naturalistas expertos en estos temas.

Hasta ahora los indicios que personalmente había tenido de presencia de nutria en el Jiloca y Pancrudo eran a través de sus huellas, rastros y excrementos, dejados en las orillas del río, bajo los puentes, o en los lugares transitados por estos animales tan huidizos. Y resulta tan grato encontrar estos "indicios" de su presencia... ellas están ahí, aunque no las veamos, hacen su vida en el entorno del río, aunque vemos que tambien se alejan del mismo en ocasiones... Y con eso debemos quedarnos. Siempre es mejor ver esos rastros que no "estos otros", con ausencia de vida..., espero que la próxima vez que tenga ocasión de ver una nutria sea correteando o nadando por el Jiloca...

Pilar Edo

lunes, 22 de noviembre de 2010

LA ZUMAQUERA ENTRA EN ESCENA

Cuando el río Jiloca abandona los amplios llanos de su tramo alto y se interna entre las pizarras paleozoicas el valle se estrecha y las laderas se inclinan. Esto ocurre desde Luco de Jiloca hasta Villafeliche. Es un paisaje diferente. Vegas pequeñas, antaño cubierta de frutales y ahora cultivadas con panizo y choperas de canadiense, indicios ambos del abandono del medio rural. Los campos de secano tampoco son muy extensos, tuvieron un no lejano esplendor con sus viñedos en un tiempo en el que los pueblos estaban completamente llenos. Hablamos de localidades como Burbáguena, Báguena, San Martín del Río, Villanueva de Jiloca, Manchones, Murero o Val de San Martín.

Las laderas de este tramo del valle presentan muchas antiguas parcelas agrícolas que han sido abandonadas hace decenios por su escasa rentabilidad. Hoy, un herbazal de lastón salpicado por tomillo y aliaga tapiza las tierras desnudas y prospera ahora que las ovejas desaparecen del paisaje.

En el otoño esta comunidad vegetal adquiere un tono marrón grisáceo que enmascara ligeramente el pardo de las arcillas y de las pizarras. Así continuará durante meses hasta que mayo reverdezca estos cerros.

Sin embargo, entre octubre y noviembre, durante unas pocas semanas, un arbusto hasta el momento desapercibido vira el verde oscuro de sus hojas hacia un rojo intenso poco antes de caer con los primeros hielos: es la zumaquera (Rhus coriaria).

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Hojas e infrutescencia de zumaquera. Foto: Rodrigo Pérez

Este arbusto, propio de Oriente Próximo y del Mediterráneo oriental, fue extendido desde muy antiguo mediante cultivo por su riqueza en taninos en muchos países del sur de Europa llegando hasta la península Ibérica. En Aragón es escaso y puede encontrarse en enclaves supramediterráneos algo menos fríos de la cordillera Ibérica, sobre sustratos silíceos. Las poblaciones actuales son asilvestradas y proceden de cultivares abandonados. En el Jiloca, parecen mantenerse, a diferencia de lo que ocurre en Andalucía, donde están en retroceso.

El uso como curtiente debió de ser muy importante en el pasado y parece el origen de su presencia en el Mediterráneo occidental. En Marruecos aún es muy empleado para preparar el cuero, aunque en el Jiloca desconocemos la importancia de esta industria en el pasado. En Turquía, Irak o Jordania tiene además un uso culinario pues se aprovechan los frutos maduros para condimentar ensaladas, pescados o carnes concediéndoles un sabor agridulce.

Esta planta exótica instalada en el Jiloca nos habla de otras tierras de climas áridos y fríos situadas al otro extremo de la cuenca mediterránea. Países con los que compartimos paisajes y culturas. Es un complemento oriental al mudéjar de nuestras torres.

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿DÓNDE ESTÁN LOS TRICOPTEROS?

Cuando un pescador “mosquero” se adentra en el río durante los meses de verano, espera ver uno de sus insectos preferidos “El Tricoptero” o frigánea, dado que es una de las moscas que más utilizamos para pescar, además de ser una de las mas socorridas y más numerosas en nuestras cajas.

Tanto en mis diarios paseos por la ribera del río como en conversaciones con mis amigos y compañeros mosqueros he llegado a la conclusión que este año no se han visto tricopteros en el río, a lo sumo uno o dos en algún día concreto. ¿Dónde están?, por supuesto tampoco vemos sus canutos, formados por pequeñas piedras y vegetales donde se encuentran en su primera fase.

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Dicen los expertos que a mayor calidad del agua más cantidad de estos insectos la habitan, debemos pensar por consiguiente que la calidad del agua de nuestro río es más bien mala, debido a la ausencia de los mismos.

¿Es posible que la calidad del agua sea la adecuada pese a los vertidos industriales, de los barrios que no poseen depuradoras o que no se encuentran encauzadas sus aguas fecales hacia una depuradora, puede ser un exceso de purín en los campos o bien de las toneladas de abono químico de los campos?

Lo que me queda claro que nuestro río esta enfermo, el porque no lo se, pero si los insectos en general nos indican la calidad del agua de los ríos, el tricoptero nos esta demostrando con su ausencia que nuestro Jiloca no se encuentra muy bien de salud.

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Ante todo quiero dejar claro que estas líneas ni son ni pretenden ser una critica, sino una reflexión sobre el mayor tesoro que tenemos en Calamocha, El Jiloca, sin río no hay vida y aunque lo veamos guapo, hermoso y saludable, con sus riberas limpias (solo en el casco urbano de Calamocha) y su magnifico caudal, no nos debemos engañar, la naturaleza nos esta indicando todo lo contrario.

Nacho Bernardos