Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

martes, 28 de febrero de 2012

INTERÉS AMBIENTAL DEL PIPIRIGALLO

Hace unos años pusimos en marcha un bonito proyecto educativo con el alumnado del IES Valle del Jiloca de Calamocha.
Sabíamos por los agricultores mayores que el pipirigallo o esparceta (una forrajera tradicional), además de un magnífico alimento para el ganado era un cultivo que mejoraba el suelo, protegía de la erosión, fomentaba la vida silvestre y .... que estaba en clara regresión.

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Durante dos años, desde una asignatura optativa (Botánica Aplicada de 4º ESO) nos dedicamos a intentar demostrar que el cultivo de esta leguminosa era beneficioso para el medio ambiente. En realidad fue un eje conductor para conseguir muchos objetivos educativos, ambientales y sociales.

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El Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón acogió con interés la publicación de esta experiencia y ha quedado plasmado en el libro "Interés ambiental del cultivo de Pipirigallo (Onobrychis viciifolia): una investigación en el aula".

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El próximo 12 de marzo tendrá lugar su presentación a las 19 horas en Ámbito Cultural (2ª planta de El Corte Inglés en Pº Independencia, 11) junto con una conferencia a cargo del investigador Ignacio Delgado, una autoridad sobre las plantas forrajeras. 

Os informamos por si os resulta de interés el tema. Hablaremos de suelo, biodiversidad, paisaje, ganadería, enseñanza de las ciencias y medio rural.

¡Estáis invitados!

sábado, 25 de febrero de 2012

DE ZARZAS Y NOMBRES

En los libros de plantas suele llamarse zarza a la planta que produce moras, también conocida como zarzamora (Rubus ulmifolius). A este arbusto trepador, en muchos pueblos del valle del Pancrudo se le llama morera, lo que a veces confunde con el árbol que produce las hojas que come el gusano de la seda, también presente en algunos pueblos de la zona y que los técnicos llaman moral (Morus alba y M. nigra).

Sin embargo en esta comarca, el nombre popular de zarza se reserva a los arbustos espinosos de cierto porte. Y el más conocido de todas ellas es la zarza escalambrujera. En el Jiloca es conocida simplemente como escalambrujera y a sus frutos, los escalambrujos. Sin embargo, en las Cuencas Mineras recibe el nombre de galabardera, denominación de origen nítidamente aragonés también compartida con los pueblos del Somontano Oscense. Estos nombres populares corresponden al nombre castellano de rosal silvestre o escaramujo (Rosa canina).

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Es ahora cuando se comprende la necesidad que bien pronto tuvieron los científicos de asignar un nombre universal a cada especie de ser vivo. Lo cual no deja de ser compatible con mantener la gran riqueza cultural que supone los nombres populares, a los que hay que emplear para conservarlos al tiempo que prestigiarlos como tesoro que son.

Me gusta la frase de Rafel Vidaller, profundo estudioso de los nombres de las plantas y animales en Aragón que dice algo así como “ Sólo hay dos nombres buenos para cada ser vivo, el científico y el de tu pueblo”.

Los naturalistas, educadores y divulgadores acabamos empleando los términos recogidos en los libros. Esto tiene grandes ventajas en cuanto a comunicación pero favorece el abandono de los nombres vernáculos entre los usuarios y la adquisición del término “oficial” por aquellas que lo aprenden, lo que fomenta todavía más el retroceso de nombres preciosos y únicos. En fin, una retroalimentación negativa para los nombres populares (y la cultura local). Los alumnos del IES Valle del Jiloca, sobre todo los de Calamocha, prácticamente desconocen el significado original de ababol o cardelina, empleando de forma generalizada en su lugar amapola y jilguero. Picaraza sobrevive de milagro, tal vez por lo mal que nos suena por aquí eso de urraca.

A lo que íbamos. La zarza escalambrujera es un arbusto de tallos algo arqueados y con muchas espinas fuertes y recurvadas que alcanza una altura de entre uno y cinco metros. Las hojas son divididas presentando un número par de foliolos y un par de hojillas en la base del peciolo; todas las partes de la hoja carecen de pelillos. Las flores tienen cinco sépalos, cinco pétalos de color blanco o rosado, numerosos estambres y muchos carpelos que están rodeados por el extremo del tallo quedando ocultos (ovario ínfero). Los frutos (escalambrujos) son unas piezas ovoides de aspecto de trompo y color rojo. Es una especie muy variable y que con facilidad se confunde con otras rosas silvestres.

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Su hábitat dentro de los ecosistemas maduros corresponde a la orla arbustiva de los bosques maduros. Es decir, forma parte de la primera barrera defensiva junto con otras plantas espinosas y trepadoras. Pero también puede encontrarse en los claros abiertos en el seno de los bosques donde es una planta pionera en el proceso de recuperación. Una especie de cicatriz vegetal para cubrir con urgencia el suelo desnudo. Ya se sabe, el horror vacui de la vegetación.

En los terrenos cultivados, sobre todo en aquellos que crecen cerca del monte, se instala en los ribazos pudiendo a llegar a formar setos arbustivos más o menos cerrados. Estas líneas de vegetación leñosa de los márgenes ejerce numerosos beneficios ambientales en su entorno: frena el viento, mantiene la humedad del suelo, le aporta fertilidad y ofrece hábitat a los depredadores que controlan a las plagas. Esto lo han comprendido muy bien en Monreal del Campo donde, de la mano de Julio Sánchez (Agente de Protección de la Naturaleza) desde hace años se viene desarrollando un ambicioso proyecto de construcción de linderos en tierras de labor de propiedad municipal.

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Tomada de la revista Gileta

Sin embargo, la zarza escalambrujera no goza de buena fama entre los agricultores ya que, al tratarse de una planta pionera, entra pronto en los barbechos a los pocos años de abandonar el laboreo. También influye la persistencia que tiene este espino. Si se corta, brota al poco con gran vigor. Si se le quema, ocurre otro tanto. Existe una gráfico refrán que dice algo así:

La zarza / si la cortas / la podas / y si la quemas / la femas.

Dentro del ecosistema, estos espinos cumplen múltiples funciones. Ofrecen alimento durante el invierno a roedores y pequeñas aves, son el hábitat de múltiples insectos, sobre todo durante la primavera, crean ambientes discretos que esconden los nidos de los escribecartas, crean espacios inaccesibles que favorecen la apertura de madrigueras en el suelo y, como, ya se ha comentado continúan el proceso de protección y recuperación del suelo evitando la erosión y aportando mantillo, favorecen el desarrollo de los hongos y la posterior entrada de los árboles. Es decir, forman parte de la comunidad de arbustos que facilitan la recuperación espontánea y natural del bosque, sin necesidad de hacer costosas e inciertas plantaciones de pinos, cultivos de escaso interés ambiental.

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En estos días de invierno, el intenso color royo de los frutos de la zarza escalambrujera destaca entre los tonos pardos y grises de nuestros montes. En los países atlánticos y centroeuropeos, el acebo resume con el lustroso verde de su hoja y el rojo de los frutillos la belleza invernal del bosque. En los secos montes del valle del Pancrudo, montes repelados durante siglos por el diente de la oveja, el escalambrujo aporta esas pinceladas de color que nos atrae la mirada. Es nuestro arbusto navideño.

miércoles, 22 de febrero de 2012

FRÍO Y SOLEDAD

Atrás van quedando los días más fríos del invierno en varios años. La ola de frío siberiano se ha alargado durante casi 2 semanas. En unos días hablaremos en este blog de cómo se ha comportado respecto a la media tanto en temperaturas como en precipitaciones.

Nuestros páramos son frío y soledad en invierno. Más aun cuando este muestra su cara más agresiva y genuina, cuando se hace fuerte y las hordas de viento y nieve nos invaden apoderándose de cada rincón de estas tierras. Resuenan ratos de tertulia en el hogar, junto a la chimenea, recuerdos de otros inviernos, mientras afuera el viento se lleva las hojas azotando, silbando en las esquinas y apagando silencios. El hielo se apodera y en algunos pueblos me comentan que han estado sin agua durante varios días.

En el calor del hogar uno piensa a veces en todo ese mundo exterior. Ahí fuera la vida sigue: la vegetación duerme el invierno, el milano planea por encima de los tejados, el zorro acecha el corral y los pequeños cardelinos se arremolinan en bandos buscando calor y comida, a menudo mezclados con cogujadas, pinzones, parillos... Son días duros para todos ellos. Días de examen y superación, la más cruda selección natural.

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A cuatro grados bajo cero y un viento que roza los ochenta kilómetros por hora la sensación térmica ronda los treinta grados bajo cero. No lo sabe, pero apura los últimos rayos de sol detrás de las rocas, al abrigo del cierzo seco y frío, como si fuese la última perdiz o ser vivo del mundo.  A lo mejor recuerda entre los pedruscos los tiempos mejores, en pareja, días verdes de cogujadas, trigueros y alondras. O algunos peores, como el sonido de escopetas y perros, tan sólo hace unas semanas, las que hace que concluyó la temporada de caza menor.

Se mire como se mire es una superviviente. Ya no habrá disparos y pronto llega la noche. Y tan sólo el viento… frío y soledad.

lunes, 20 de febrero de 2012

PRIMER CURSO DE ESCAMONDA EN CHOPOS CABECEROS ADRI JILOCA GALLOCANTA

ADRI Jiloca Gallocanta, ha decidido ampliar las actividades formativas ofreciendo un curso práctico y teórico de “ESCAMONDA DE CHOPOS CABECEROS” Con esta formación se pretende ampliar la especialización de las personas interesadas en los trabajos forestales como salida profesional, así como fomentar el cuidado de un recurso patrimonial como es el chopo cabecero.

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El curso tendrá lugar en Calamocha, en el parque municipal de la localidad y la ribera del Jiloca y será impartido por la empresa XiloFor. El curso tendrá lugar del 5 al 10 de marzo. El horario será de 9h a 13h y de 15h a 17h. El precio del curso serán 25 euros que se abonaran una vez informados de estar admitidos.

La duración total será de 30 horas de las cuales el 85% del curso corresponderá a prácticas y entrenamiento sobre árboles. Para que el curso sea más dinámico, se optimicen los recursos y por lo tanto aumente la calidad del mismo, se plantea el desdoble del grupo de alumnos a cargo de dos instructores de poda.

Objetivos

· Conocer los árboles singulares en el entorno del Jiloca, el aprovechamiento tradicional del “Chopo Cabecero” y las técnicas de escamonda en los árboles trasmochos de la Comarca

· Adquirir el conocimiento, habilidad y destreza en el manejo de herramientas de corte, la utilización de los equipos de protección individual y las técnicas de apeo de árboles

· Conocer las técnicas de poda más utilizadas en arboricultura, la utilización de equipos de escalada de árboles y las medidas de seguridad a tener en cuenta

· Planificar el aprovechamiento forestal, tratamientos silvícolas, gestión de la madera y leñas, limpieza de restos de poda y valoración de los productos

Formadores

Miquel Casas López. Motoserrista profesional y empresario. Trabaja como instructor y evaluador del Certificado Europeo de Motoserrista en las Escuela Catalana de Cortadores de Árboles. Posee todas las calificaciones del European Chainsaw Certificate (ECC), incluido trepa y poda en altura.

Miguel Ángel Lázaro Palacios. Ingeniero de Montes. Desde los últimos cinco años viene trabajando en la formación de cuadrillas forestales para prevención y extinción de incendios forestales y ha sido profesor en el Instituto de formación Agroambiental de Jaca.

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Programa

DURACIÓN DEL CURSO: 30 horas, repartidas en 5 días, 6 horas diarias. Incluye clases teóricas, clases prácticas, entrenamiento sobre los árboles y demostración en CAPTUR

Módulo 1 (Aula-Campo) 6h

El chopo cabecero: entorno, fisiología, características, épocas de poda

Herramientas de corte

Equipos de seguridad

Prevención de riesgos

Técnicas de apeo (árboles pequeños y medianos)

Derramado y tronzado

Mantenimiento de herramientas

Módulo 2 (Aula-Campo) 6h

Equipos de poda en altura

Los materiales de trepa: cuerdas, eslingas, mosquetones, puños Jumar, prusik, etc.;

Taller de nudos

Inspección del árbol

Pasar la cuerda (lanzamiento de la hondilla, salvarramas…)

Técnicas de ascensión

La escalera

Técnica de acolladores

Impulso corporal

Técnica de una sola cuerda

Espuelas de trepa

Ascensores

Posicionarse en el árbol

Seguridad con la motosierra en altura

Progresión por las ramas

Técnicas de descenso

Módulo 3 (Campo) 6h

Serruchos y podadoras telescópicas

Maquinaria forestal / utensilios de arrastre

Abatimiento dirigido con polipastos/tractel

Poda desde plataforma elevadora

Abatimiento dirigido con tractor y cable

Módulo 4 (Campo) 6h

Casos prácticos de Escamonda / Entrenamiento poda en altura

Módulo 5 (Campo) 6h

Casos prácticos de Escamonda / Entrenamiento poda en altura

Se ruega que se rellene la FICHA DE INSCRIPCIÓN adjunta y se envié a:

formacionadrijg@yahoo.es o formación@adri.es

Para cualquier consulta: ADRI: 628 980 240 / 978 86 36 76 / 978 73 22 37

domingo, 19 de febrero de 2012

PRESENTACIÓN DE UN CUENTO SOBRE LA LAGUNA DEL CAÑIZAR

El próximo miércoles día 22 de febrero a las 10.30 horas tendrá lugar en el cine de Villarquemado la presentación del cuento “Chocera, la garcilla cangrejera” escrito por los alumnos y alumnas del colegio C.R.A. Santa Eulalia de Villarquemado e ilustrado por la alumna de Bellas Artes, Elena Arrudi.

cubierta con solapas 1cm.indd Otra iniciativa más, en este caso de carácter educativo, para conocer mejor ese extraordinario y extenso humedal que está ubicado entre Cella y Villarquemado y que ha sido impulsada por la Fundación Laguna del Cañizar..

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sábado, 18 de febrero de 2012

DIVERSIDAD GENÉTICA EN LOS HORTALES DE LA IBÉRICA

El Banco de Semillas de Cerveruela comenzó a funcionar en 2011 recogiendo semillas de diferentes variedades, ecológicas o futuras ecológicas, con el fin de darle después difusión gratuita y altruista entre los hortelanos interesados.

Se trata de repartir biodiversidad y cultivar nuestros huertos de forma ecológica y sana.

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Imagen otoñal de un huerto en Corbatón

Estamos en fecha de preparar el plantero y el Banco de Semillas de Cerveruela abre su puerta para repartir sus simientes.

Os convocamos a un encuentro de hortelanos de la zona Huerva-Jiloca-Jalón (según estructura de la Red de Semillas de Aragón, pero lógicamente esta abierto a todo el mundo) para repartirnos las semillas que tenemos y charrar un rato, será la mañana del 25 de febrero. Quedamos si os parece a las 10:30 h en la misma plaza del pueblo o en el Centro Social El Horno si hace frio.

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El restaurado palomar de Cerveruela: el banco de semillas de las redoladas del Jalón-Jiloca

Hay, entre otras, semillas de tomate verde, tomate de pera rojo y amarillo, tomate redondo rojo, tomate naranja, nabo, guijas, col de hoja lisa, esquerola, espinaca, judía, col rizada, melón francés, calabaza gigante redonda de comer, calabaza roja, calabaza naranja, guindillas, panizo para pajaretas, judía riñonera, judía cuarentena y judía buenos aires. En su mayor parte proceden de Chodes (Comunidad de Calatayud), Cerveruela (Campo de Daroca), Bañón y Caminreal (Jiloca).

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Hortal de Calamocha en pleno mes de agosto

Lógicamente podéis traer vuestras semillas si queréis repartirlas con otros hortelanos o depositarlas en el banco.

Si confirmáis vuestra asistencia al correo electónico info@casalarrueda.com os lo agradeceremos.

Saludos, nos vemos el 25!  A plantar fuerte!

A.C. La Chaminera que Humea / Banco de Semillas de Cerveruela

jueves, 16 de febrero de 2012

RECORDANDO A TÁPIES

Falleció Antoni Tàpies i Puig, que había nacido en 1923.

Siempre me ha sorprendido la obra de este pintor, escultor y activista. Ha sido uno de los principales artistas españoles, exponente del “informalismo” y la “pintura matérica”.

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Tuvo una vida muy curiosa, fue de formación autodidacta y creó un estilo vanguardista propio, mezclando el pasado y el futuro, la tradición y la innovación dentro de un estilo abstracto, lleno de símbolos y de fuerza. Su obra comunica, dice cosas. Tapies daba mucha importancia al sustrato material de la obra. “Cabe destacar el marcado sentido espiritual dado por el artista a su obra, donde el soporte material trasciende su estado para significar un profundo análisis de la condición humana” (Wikipedia).

Tàpies utilizaba una nueva forma de expresión, ya que usaba para sus obras materiales que no están considerados como artísticos, sino más bien de reciclaje o de desecho, como pueden ser cuerdas, maderas, papel, tierras, polvo de mármol, arena, ropa, paja… mezclados con los materiales clásicos de pintura. Comenzó con ello en los años 50 y continuó hasta su muerte. Fue un precursor del graffiti, ya que decoraba paredes, muros e incluso sus grandes cuadros eran como fragmentos de esas mismas paredes, lienzos donde comunicaba y expresaba sus pensamientos, sus sentimientos, sus deseos… como él decía:

“El muro es una imagen que encontré un poco por sorpresa. Fue después de unas sesiones de pintura en las que me peleaba tanto con el material plástico que utilizaba y lo llenaba de tal cantidad de arañazos que, de pronto, el cuadro cambió, dio un salto cualitativo, y se transformó en una superficie quieta y tranquila. Me encontré con que había pintado una pared, un muro, lo cual se relacionaba a la vez con mi nombre”.

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En sus pinturas hay muchos signos como bucles, rayas, cruces, lunas, letras, números, figuras geométricas, asteriscos, son como símbolos o iconos que para él tienen una significación alegórica relativa al mundo interior del artista, evocando temas tan trascendentales como la vida y la muerte, o como la soledad, la incomunicación o la sexualidad. “Pienso que una obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar sobre el sentido de la vida”. Otro rasgo distintivo en Tàpies era la austeridad cromática, generalmente se movía en gamas de colores austeros, fríos, terrosos, como el ocre, marrón, gris, beige o negro. El artista nos da su propia explicación:

“Si he llegado a hacer cuadros sólo con gris, es en parte por la reacción que tuve frente al colorismo que caracterizaba el arte de la generación anterior a la mía, una pintura en la que se utilizaban mucho los colores primarios. El hecho de estar rodeado continuamente por el impacto de la publicidad y las señalizaciones características de nuestra sociedad también me llevó a buscar un color más interiorizado, lo que podría definirse como la penumbra, la luz de los sueños y de nuestro mundo interior. El color marrón se relaciona con una filosofía muy ligada al franciscanismo, con el hábito de los frailes franciscanos. Hay una tendencia a buscar lo que dicen los colores alegres: el rojo, el amarillo; pero en cambio para mí, los colores grises y marrones son más interiores, están más relacionados con el mundo filosófico”.

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Tàpies definía su técnica como “mixta”: pintaba sobre tela, en formatos medios, en posición horizontal, disponiendo una capa homogénea de pintura monocromática, sobre la que aplicaba la ”mixtura”, mezcla de polvo de mármol triturado, aglutinante, pigmento y óleo, aplicado con espátula o con sus propias manos. Cuando estaba casi seco hacía un grattage con tela de saco, aplicada sobre la superficie, y cuando estaba adherida la arrancaba, creando una estructura de relieve, con zonas rasgadas, arañadas o incluso horadadas, que contrastan con los cúmulos y densidades matéricas de otras zonas del cuadro. A continuación, hacía un nuevo grattage con diversos útiles (punzón, cuchillo, tijeras, pincel). Por último, añadía signos (cruces, lunas, asteriscos, letras, números, etc.), en composiciones que recuerdan el grafiti, así como manchas, aplicadas goteando o salpicando el cuadro.

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No añadía elementos de fijación, por lo que las obras se degradaban rápidamente –la mixtura es bastante efímera–; sin embargo, Tàpies defendía la descomposición, como pérdida de la idea de la eternidad del arte, le gustaba que sus obras reflejasen la sensación del paso del tiempo, incluso dejaba sus propias huellas en la obra, con incisiones que para él eran un reflejo de la naturaleza.

Y aquí enlazo con el motivo de esta colaboración: cuando murió el pasado 6 de febrero, las noticias recogían algunas de sus obras y una de ellas, ésta que se reproduce, me recordó un fragmento del cartel de la III Fiesta del Chopo Cabecero celebrada en Valdeconejos el 5 de noviembre.

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Me dice Chabier que todos los chopos cabeceros de nuestras riberas tienen dueño con nombre y apellidos y que algunos, para remarcar su sentido de propiedad (lindes confusos, herencios, etc.), los señalan con pintura o marcas sobre la madera. El de la señal amarilla que fue la referencia que a mí me vino cuando vi los cuadros de Tapies corresponde a Jorcas, es una especie de “ele” amarilla. Me imagino al señor de Jorcas ¿Luis, Laureano, Leandro, Leoncio…? dejando su huella al igual que Tapies reflejaba sus letras, A y T, las de su nombre y su mujer, Teresa o la X como misterio, incógnita, o como forma de tachar algo.

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También los colores que utilizaba son los de nuestros bosques de chopos cabeceros en otoño y esas texturas que creaba podrían ser las de las cortezas de los viejos trasmochos que nos saludan desde su senectud.

Una vez más, la naturaleza y el arte se dan la mano…

Pilar Sarto

lunes, 13 de febrero de 2012

JAVALAMBRE, PARQUE NACIONAL

A estas alturas uno duda de la eficacia del modelo vigente de la conservación de la Naturaleza basado en la protección de ciertos espacios y de ciertas especies. Pero esto es lo que les gusta a los políticos y es lo que hay.

Cuando se observa el caso de Aragón, el panorama no puede ser más desolador. Los responsables intentan confundirnos con siglas como LIC, ZEPA y otros términos técnicos que permiten pintar con colores los mapas, pero la realidad es terca. Parques nacionales sólo hay uno (Ordesa) y parques naturales cuatro (Guara, Moncayo, Posets-Maladeta y Valles Occidentales). Es decir, cuatro lugares considerados parques protegidos. Por cierto, todos son zonas de montaña.

Sí, ya sé. Hay también reservas dirigidas, paisajes y monumentos naturales. Pero, en la mentalidad de todos son figuras menores y en muchos casos de superficies minúsculas. Es decir, con escasa capacidad de neutralizar la presión en su entorno.

Y si analizamos el caso de la provincia de Teruel. Para qué hablar. Ningún parque nacional ni natural

Vamos a analizar el caso de sierra de Javalambre.

Una de las cimas más señeras en la mitad meridional de la cordillera Ibérica y la segunda más alta de la provincia de Teruel.  Es el mayor macizo centro oriental de la península Ibérica y es altamente representativo de la alta montaña mediterránea.

Estas montañas presentan un gran interés geológico. Sobre un basamento de arcillas y yesos del Triásico descansa una potente serie de calizas del Jurásico rica en fósiles de invertebrados marinos. El agua de infiltración atraviesa estos materiales fisurados creando un modelado kárstico (lapiaces, dolinas, cuevas o poljes).

Al acceder a las arcillas queda retenida conformando acuíferos y surge en na red de fuentes cuando quedan expuestos. Estas calizas ofrecen un modelo kárstico muy completo. Las glaciaciones del Cuaternario crearon en estas latitudes formas del relieve periglaciares (morrenas de nevé) que han sobrellevado la erosión de los periodos templados.

Por ello, numerosas zonas de la sierra han sido consideradas Lugares de Interés Geológico por sus recursos litológicos, geomorfológicos, hidrológicos o paleontológicos.

La sierra de Javalambre presenta un paisaje vegetal único en la península Ibérica.

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Alberga amplios bosques de carrasca, pino negral, pino albar, sabina albar (los más extensos del mundo) y sabina rastrera organizados siguiendo el modelo altitudinal característico de esta parte de la cordillera.

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En estos montes pueden encontrarse las cinco especies de enebro y de sabina propias de la península Ibérica: el enebro común el enebro de la miera, la sabina negral la sabina albar y la sabina rastrera.

En las cimas calizas esta cupresácea encuentra el hábitat apropiado. Las condiciones son durísimas. Los suelos ofrecen un desarrollo muy escaso, la caliza permite la infiltración de las precipitaciones, el intenso viento tiene un efecto desecante, las temperaturas son muy bajas con solo dos meses libres de heladas. Su extrema austeridad y sus adaptaciones le han permitido desarrollarse formando unas matas achaparradas, unos bosques horizontales y centenarios, con función protectora y creadora de un microclima para otras herbáceas. Y crea un paisaje vegetal conocido como piel de leopardo, algo único en Europa.

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Javalambre presenta una comunidad florística única. Durante los episodios de atemperamiento climático del Cuaternario en estas montañas se recluyeron plantas que ocuparon amplias zonas de menor altitud durante las correspondientes glaciaciones. Su aislamiento genético propició su diferenciación lo que ha permitido encontrar un gran número de endemismos vegetales con una corología muy restringida y un área muy puntual. Sideritis javalambrensis, Erodium celtibericum, Veronica javalambrensis, Androsace vitaliana u Oxytropis javalambrensis.

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Erodium celtibericum. Foto: Rodrigo Pérez

La obra Centres of Plant Diversity (S.D. Davis, V.H. Heywood & A.C. Hamilton, I.U.C.N., 1994) reconocen únicamente tres hotspots o grandes núcleos de alta prioridad botánica mundial en la península Ibérica. Los Pirineos, Sierra Nevada y Javalambre. No incluye a la cordillera Cantábrica, ni a Doñana ni a otros lugares emblemáticos de reconocida importancia por su flora o vegetación. No.

Javalambre es el único de los mencionados hotspots en toda Europa que no goza de ningún tipo de protección. Sin comentarios.

El valor ambiental de este territorio se ve incrementado al considerar los invertebrados, poco estudiada todavía pero que, al menos en lo concerniente a la fauna de lepidópteros, ofrece comunidades singulares con muchos elementos que han encontrado refugio en las praderas y bosques de estas montañas.

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Vemos que Javalambre reúne los requisitos científicos para ser considerado un parque nacional.

El que la voz de los científicos sea ahogada por los políticos impidiendo que llegue a la sociedad aragonesa, el que no existan grandes vertebrados, el que no haya una gran ciudad próxima con un amplio sector social que demande su conservación …. no oculta el enorme error que supone mantener sin protección este espacio natural único.

En el año 1995 fue finalizado el estudio técnico previo del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la sierra de Javalambre. El Decreto de inicio de procedimiento de aprobación nunca llegó a promulgarse.

En el año 2000 el Gobierno de Aragón declaró Lugar de Interés Comunitario a la sierra de Javalambre como espacio de interés dentro de la Red Natura 2000, lo que le obligaba a establecer un régimen de gestión y protección. Han transcurrido diez años no ha avanzado nada.

Mientras tanto, la industria del esquí promovida por el Gobierno de Aragón e Ibercaja ha causado graves daños en la flora, el paisaje y las formas del relieve.

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Aparcamientos, carreteras, edificios, remontes, cañones de nieve artificial suponen movimientos de tierras, destrucción de la cubierta vegetal, contaminación por basuras, líneas eléctricas ….

Obras en cerca de la cima. Foto: Miquel Ferrer

Esta costosa inversión de dudosa rentabilidad económica en el presente y con unas negras expectativas en un marco de calentamiento climático, están aparcando otras formas de aprovechamiento turístico que sean compatibles con la conservación de los valores naturales. Como puede ser su promoción por enorme importancia ecológica, geológica y cultural.

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Vitaliana primuliflora. Foto: Rodrigo Pérez

Pero esto no acaba. Ahora mismo está en proyecto la creación de una carretera de acceso desde la parte sur de la sierra. Cerca de 10 millones de euros (1.600 millones de pesetas, recordemos), tan solo para fomentar el desarrollo urbanístico de algún pueblo (con una burbuja inmobiliaria ya agotada) pues la mayor parte de los esquiadores valencianos seguirán accediendo por la autovía Mudéjar.

No acaba. Nuevos planes de implantación de industrias eólicas se ciernen sobre los altos y cabezos de la sierra. Ahora bajo el barniz de energía renovable.

Hacen falta otros modelos que gestionen con racionalidad los recursos económicos y naturales de esta sierra. Hace falta, de una vez por todas, asegurar la conservación del extraordinario laboratorio de la evolución que es esta sierra acabando con el menosprecio colectivo que está suponiendo su degradación por la industria del esquí.

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En esta ocasión, celebro el precioso cartel elaborado desde OTUS pero creo que hay que ir más lejos: ¡Javalambre, parque nacional ya!

Un par de programas de “En el rebollar” (Javalambre I y Javalambre II) de Onda Cero Calamocha dedicamos a los valores ambientales de este magnífico espacio natural …… desprotegido.

sábado, 11 de febrero de 2012

PREMIO “GRULLERO MAYOR” PARA EL CENTRO DE ESTUDIOS DEL JILOCA

Como anunciábamos la pasada semana, el sábado día 4 el Centro de Estudios del Jiloca recibía de manos de la Asociación Amigos de Gallocanta el premio “Grullero Mayor”, esencialmente por el trabajo de divulgación e investigación que el CEJ lleva realizando durante años en la cuenca de Gallocanta, como parte de su ámbito de acción.

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Recibió dicho premio (una bonita escultura de una grulla en bronce de Alberto Gómez Ascaso) José María Carreras, Presidente del Centro de Estudios del Jiloca, quien agradeció a la Asociación Amigos de Gallocanta el otorgamiento de dicho premio.

Poco antes y con unas palabras de Javier Mañas se rindió un emotivo homenaje a los Grulleros Mayores fallecidos durante los últimos años (el naturalista aragonés Adolfo Aragüés y el estudioso de las grullas Göran Lundin). De modo simbólico se esparcieron en los alrededores de nuevo Centro de Interpretación de Gallocanta unos puñados de semillas, simbolizando ese espíritu de sembrar naturalismo allí por donde pasaron.

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Un frío siberiano con fuertes vientos nos acompañó durante casi todo el fin de semana, y como guinda una buena nevada dominical. Guialguerrero lucía espléndida el sábado por la tarde, en pleno proceso de congelación total:

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Gracias a la Asociación Amigos de Gallocanta por el premio y su amable acogida. Desde el Centro de Estudios del Jiloca seguiremos investigando y difundiendo, con vuestra ayuda y la de otros muchos, las maravillas de nuestros más bellos y valiosos rincones naturales.

jueves, 9 de febrero de 2012

CENSO DE AVES ACUÁTICAS EN LA LAGUNA DEL CAÑIZAR

El próximo sábado 11 de febrero se van a celebrar un Censo Invernal de Aves Acuáticas y otro de Grullas en la Laguna del Cañizar (Villarquemado-Cella).

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Los horarios serán:

Día: sábado 11 de Febrero

  • Para el Censo de Grullas: Contactar con SEO-Teruel

  • Para el Censo Invernal de Aves acuáticas:

Hora: 9.00
Lugar: Bar Roma (Villarquemado)

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Para el censo de Grullas harán falta unas 4-5 personas, si os apetece venir a este censo más tempranero avisarnos para teneros en cuenta.

Grupo Local SEO-Teruel

miércoles, 8 de febrero de 2012

POR LA SIERRA DE VICOR

En los viajes entre Calamocha y Zaragoza siempre me ha llamado la atención esa sierra alargada y oscura que se levanta detrás de Cariñena. Es la sierra de Vicor. Tenía ganas de conocerla y como nos gusta aprovechar las vacaciones navideñas para salir al campo, nos encaminamos hacia allá la madrugada de la pasada Nochebuena.

Comenzamos la excursión en Aluenda, pueblecico situado en la umbría de la sierra a una altitud de 815 m. Antaño inmerso en el bullir de la N-II, tras la apertura de la autovía, ha quedado algo distanciado del tráfico y ha ganado en tranquilidad.

Buscaremos las señales del GR 90.2 que nos harán recorrer el núcleo urbano para dejarlo por una pista agrícola. La mañana es fría y el cierzo sopla con fuerza. El itinerario deja a la derecha la pista y sigue un sendero que surge a la izquierda y que se introduce en un carrascal denso, formado por rechizos pero también con algunos ejemplares arbóreos, algunos de cierta talla.

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La frondosidad del carrascal es notable. En amplios tramos de la ruta forma un dosel completo que limita el acceso de la luz al suelo. El humus permanece húmedo a pesar de la sequedad de ese mes de diciembre. Su descomposición está en marcha por hongos, bacterias e invertebrados, lo que liberará los nutrientes minerales atrapados en la biomasa muerta y que reabsorberan las plantas. La humedad edáfica queda retenida por las copas de los árboles creándose un microclima atemperado que favorece el desarrollo de los líquenes epífitos.

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Las cuarcitas y pizarras paleozoicas afloran entre el bosque. Su alteración libera las arcillas y arenas que forman el suelo. La sílice, al combinarse con el agua, produce ácido silícico y le confiere una cierta acidez. Esto determina la comunidad vegetal. La tríada silicícola que también encontramos en los montes paleozoicos: biércol (Calluna vulgaris), cantueso (Lavandula pedunculata) y estepa (Cistus laurifolius).

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Es un barranco umbría. El sol está bajo y la penumbra multiplica la sensación de frío. Por lo menos dentro del carrascal se aminora el efecto del viento. El bosque cubre completamente las dos vertientes del barranco de Aluenda hasta las propias crestas. Es muy frondoso y parece recuperarse de antiguos aprovechamientos.

El sendero remonta decidido hasta alcanzar un collado (1.100 m.) en donde nos introduciremos en un cultivos forestales de pino rodeno (Pinus pinaster) y saldremos a una pista que se toma a la derecha que nos acercará a una carretera de estricto uso militar. Se cruza  y seguiremos ascendiendo por un monte afectado por un reciente incendio forestal. La escasez de hojarasca, lamida por las llamas, evidencia un suelo arenoso resultado de la alteración de la compacta cuarcita.

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La línea verde indica que este tramo del GR 90 forma parte de un sendero local (SL)

La pista avanza en llano por la umbría del cerro de Santa Brígida. A media ladera prosperan los campos de cerezos y almendros cultivados en terrenos con fuerte pendiente. Algo más abajo se observa Pietas, colonia de chalets situados alrededor de la ermita de Nuestra Señora de Pietas que luce coqueta en la ladera del barranco.

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La pista bordea el monte cubierto ahora completamente por el pinar compuesto por pino rodeno pero cada vez más por pino royo o albar (Pinus sylvestris). Está conífera es bastante exigente en humedad y muy tolerante a las bajas temperaturas. Aprovecha la menor evaporación de estas vertientes en umbría y ha prosperado muy bien, a pesar de la excesiva densidad. Las ramas bajeras de los pinos están muertas mostrando cada árbol únicamente un plumero verde en la copa.

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El sotobosque es casi inexistente estando el suelo completamente de pinocha, salvo corros con alfombras de musgo.

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Salimos al sol. Al girarnos observamos las “bolas”, radares que fueron instalados por los americanos y que ahora gestiona el ejército español.

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Entre los pinos comienza a observarse un lustre especial. Es el acebo (Ilex aquifolium) cuyos pies femeninos muestran por estas fechas sus característicos frutos rojos. Hace años eran cortados y comercializados en Navidad y los ambientalistas mostraban su preocupación ante la sociedad indicando que es un arbusto escaso y digno de protección en el entorno mediterráneo. Ahora todo el mundo lo sabe. Alguna batalla se gana. Quien tiene perspectiva afirma que más de las que parece.

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La pista pasa junto a un pequeño refugio. Una pequeña mesa interpretativa nos indica que estamos en el paraje de El Acebal. Damos fe. Bajo uno de estos arbustos y unas piedrecicas apiladas encontramos un pequeño belén montañero que los aficionados locales montan cada año a primeros diciembre.

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La pista forestal sigue llaneando a mitad de ladera. Un desvío posibilita bajar a El Frasno y nos advierte de la proximidad de nuestra meta: el pico del Rayo.

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Seguimos avanzando. Hacia el noroeste, tras un collado, se yergue el Moncayo con la cima parcialmente cubierta con nieve.

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Más cerca, los radares y el centro militar de telecomunicaciones de Santa Brígida, y los extensos pinares de la sierra de Vicor, seccionados por la pista que nos ha traído.

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El barranco de El Acebal recoge las aguas de todas estas vertientes y las encamina hacia el río Grío, pasando junto al pueblecico de Inogés, que se levanta sobre un saliente.

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Al poco, un desvío a mano derecha no encamina hacia el pico del Rayo por un sinuoso sendero a través de unos pastos cubiertos de erizos (Erinacea anthyllis) y azotados por el cierzo. Acostumbrados como estamos a encontrar esta mata almohadillada en las parameras calizas nos sorprende verla crecer sobre un sustrato tan silíceo como son estos montes de cuarcita. El factor limitante es la tolerancia al viento no la química del suelo.

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Llegamos a la cima de El Rayo (1.427 m.) junto a un grupo de montañeros de procedentes de Morata que nos cuentan que cada año tienen el gusto de ascenderlo la víspera de Navidad. Nos ofrecen posibles rutas de retorno a través de estas montañas que parecen conocer como la palma de su mano. En la cumbre hay un puesto de vigilancia de incendios. Tomo una foto de Chabi, con una panorámica del angosto valle del Grío y su desarrollada red de torrenteras.

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Y al poniente, otra del valle del Jiloca antes de unir sus aguas en el Jalón, con su capital a los pies del castillo de Ayud.

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Retornamos a través del pinar. Las cuarcítas muestran afiladas lascas resistiendo estoicamente la erosión al tiempo que se colonizan por líquenes unos espartanos líquenes propios de sustratos silíceos y de ambientes de alta exposición.

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Al internarnos en el pinar observamos los rastros de los jabalíes, unos fenómenos removiendo y aireando la tierra del bosque.

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Y, algo más abajo, unos canchales de cuarcitas, acúmulos de clastos desprendidos por gelifración durante episodios fríos del Cuaternario, hoy casi inactivos e invadidos por el pinar.

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Salimos a la pista del prinicpio que nos ofrece una panorámica de los extensos monocultivos de pino que cubren estos montes. Es una lástima que en su sotobosque no hayan prosperado más los arbustos y que sea tan escasa la recuperación espontánea del carrascal. Estos pinares son masas forestales muy vulnerables a los incendios y muy exigentes en inversiones de recursos para su mantenimiento y conservación. Y tras el paso del fuego, estos serán de nuevo plantados de pinos al no ser ni siquiera capaces de rebrotar. Más gasto.

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Y así, chino chano, retomamos el sendero inicial y volvemos al carrascal de la mañana, ahora cuesta abajo, que nos devolverá de nuevo a Aluenda.